Etapa 10 Tour de Francia: El viento se compadeció hoy del pelotón
Por Oscar Trujillo
Cuando hay riesgos de vientos cruzados y consecuentes abanicos, -cosa muy probable en plena costa francesa-, nadie que apunte a ganar el Tour puede ansiar dicha etapa y menos dormir tranquilo el día anterior.
Los abanicos son una de las circunstancias más angustiosas y estresantes de carrera, son una ruleta rusa, una lotería y la habilidad para ir en ellos está reservada para unos pocos tanques rodadores más especializados en clásicas que en pelearse vueltas de tres semanas. Rara vez es una cualidad en los escaladores que, justamente en su mayoría, son los que este año se están jugando este Tour y los que más suelen sufrir en jornadas llanas con mucho viento. Con lo cual podemos decir que hoy todos los aspirantes a ganar la sacaron barata.
Por supuesto que hubo tensión, la etapa se corrió a gran velocidad en algunos tramos, en otros entre el viento en contra y el riguroso control de la escuadra de Lefevere, se levantó el pie del acelerador y se pudo hacer más llevadera. Dentro de lo que cabe, fue mucho más tranquila de lo esperado: Lo que pudo ser una escabechina, quedó por suerte para el lote en brisa débil y demasiado irregular. Los pocos que pasaron incidentes leves que los retrasaron, lograron llegar sin problemas.
Salvo algunos sustos aislados en persona de Pogacar (que sigue evidenciando muchas dificultades de concentración o colocación en este tipo de jornadas nerviosas llanas y siempre le pasa algo) un par de caídas en las que estuvieron involucrados G. Martin, Alaphilippe -que ya no cuenta para la general- y el corte momentáneo del mismo Pogacar; salvo un corte en el grupo que involucró a Valverde y López, subsanado con éxito rápidamente por sus compañeros y algunos de Movistar dentro de los 15 km finales (porque el ritmo ya no era brutal, de otra forma no hubieran conectado de nuevo), nadie con reales opciones de ganar el Tour sufrió perdida de tiempo alguna, ni pasó angustias comparadas con las del viernes pasado. Y eso, rodando todo el día muy cerca de la costa es de agradecer.
Formolo se llevó la peor parte y tuvo que retirarse con la clavícula rota. Al final se supo que Quintana tuvo una caída leve también con algunas abrasiones. Las cosas siguen igual para la gente del top 10. Deceuninck ejerció de patrón (ya sin opciones en la general Julian, si es que alguna vez las tuvo) y el equipo belga se dedicará en adelante a controlar con su enorme potencial de rodadores las jornadas llanas para apuntalar la camiseta verde de Bennett y de paso pescar etapas: bien sea con el mismo Sam, que se encuentra muy bien o con cualquiera de sus magníficos llegadores tardíos o el puncher Alaphilippe.
Estos días hasta el viernes (que no es nada fácil, acumula mucho desnivel), pero sobre todo de cara al domingo, salvo caídas o circunstancias atmosféricas extraordinarias, el terreno no luce tan complicado. Hoy era un día a priori temible, en el que con el viento desatado se hubiera podido fácilmente perder el Tour para muchos.
Sin embargo, una vez salvado el escollo más peligroso promediando la competencia, a la caravana -y por supuesto a los favoritos- les aguardan algunas jornadas de relativa calma en las que se dedicarán a cuidarse a reservar energías y su máxima preocupación será llegar ilesos a la traca final a partir del domingo. Los equipos sin mayor figuración y con el casillero vacío tienen al menos tres días para intentar lucirse. El viento hoy, para lo que se esperaba, se compadeció del pelotón. El castigo físico fue el de un día duro habitual, la tortura fue más psicológica.
Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Pues la etapa del viernes tiene 4400 metros de desnivel, creo que leí en la web oficial que era la de mayor desnivel de todo el tour, o sea, que no se anden con chiquitas que igual alguno lo pierde ese dia
Pues el balance no es tan tranquilo… Hay algo de Nairo feo de la caída y la fractura de Formolo que le da ventaja a los rivales de Pogacar..
Todo provocado por el stress del viento… WVA no se metió al sprint porque siempre esperaron el viento…
Día a día… en teoría podrían venir etapas de transición pero cada día será una historia…
Ya veo la previa de David, dormir en las siguientes etapas y mirar solo la 13 y la 15, ojo lo digo modo divertido, sin intención de herir ni hablar de nadie.
Me llama la atención la forma de enfocar estas etapas por parte de la mayoría de equipos. Solo lo ven como “salvar la etapa, evitar el riesgo” en vez de aprovechar la oportunidad. No me gusta Ineos desde siempre y, sin embargo, siempre les pillan bien estos cortes y siempre proponen cuando hay viento. Inexplicable que otros no lo hagan. Estos tramos dan vidilla a la carrera y podría variar un guión predecible. Para aquellos que en montaña no pueden sacar tiempo a otros, aquí sí puede haber una oportunidad. Para que caigan las manzanas maduras, uno debe agitar el árbol