Una de las principales novedades que se desprendió de los análisis post Dauphiné fue la forma de Remco Evenepoel, que no estuvo a la altura en las montañas y hasta reconoció que estaba con algún kilo de más. Luego también se supo que había padecido un resfríado, con lo que su actuación tuvo más justificativos.
El belga fue de inmediato a la altura para afinarse y todo indica que lo logró. “Pese al mal tiempo pude entrenar y cuidarme”, dijo a Het Nieuwsblad. “Hice lo necesario y logré lo que quería. Con el peso del Dauphiné no podría seguir a los mejores en el Tour”, reveló.
Respecto al Dauphiné, no lo puso de excusa. “No estuve muy enfermo, pero sí tenía el pulso más alto”, comentó. Y luego de eso, le costó un tiempo más: “Seguí enfermo, de verdad, y hubiera preferido correr el nacional de Bélgica”, cerró.
Respecto a esto, no miente el de Soudal. Incluso su patrón, Patrick Lefevere, poco afecto a las excusas, reconoció la situación y señaló con mucho tino que a su pupilo se le nota claramente en la cara cuando tiene un malestar.
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Pablo Palermo
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