Finn domina el Mundial Sub 23 y es el ganador más joven de la historia

(David Ramos/Getty Images)

Lorenzo Mark Finn: tienen que apuntar ese nombre quienes no lo tengan anotado. El italiano, con pasado en el futbol al igual que Remco Evenepoel, se convirtió hoy en el Mundial de Ruanda en el ganador más joven de la historia en la categoría sub-23, tan sólo 12 meses después de lograr lo mismo en la carrera de ruta junior en Zurich.

Dominio total de Finn

Finn atacó a una treintena de kilómetros y se liberó de su último acompañante en la fuga, Jan Huber (Suiza), a seis kilómetros del final. Este último se llevó levó la plata, 32 segundos detrás, con Marco Schrettel (Austria) en tercer lugar, a 1:13 detrás. Héctor Álvarez (España) y Mateusz Gajdulewicz (Polonia) completaron el top 10, con Adriá Pericas (España) y Mateo Ramírez (Ecuador) haciéndose un lugar al fondo del top 10. No fue la carrea de dos grandes favoritos: el esloveno de Bahrain-Victorious Jakob Omrzel (Eslovenia), decimocuarto a 4:32; ni tampoco del mayor rival de Finn: Jarno WIdar. El belga entró en crisis anticipadamente, tras perderse la crono por dolores en su posición de contrarreloj, y termino en la posición 34, a 11:35, pese a que selección controló las fases iniciales de la carrera.

Finn no solo es el corredor más joven en ganar en la carrera de ruta con 18 años, 9 meses y 7 días; sino que es el segundo corredor en ganar la categoría junior y sub-23 en años consecutivos tras Matej Mohoric en 2012 y 2013. Y el año que viene podría repetir: Finn, al contrario de otros nombres de su edad como Paul Seixas (quien compite en el Mundial en categoría elite) o Jorgen Nordhagen, tiene planeado en 2026 hacer otro año más en el sub-23 con la escuadra de desarrollo de Red Bull.

Crónica

La carrera fue, por motivos obvios, más extensa de la competencia junior que se desarrolló hoy más temprano y que tuvo como ganador al británico Harry Hudson. El recorrido abarcaba una longitud de 164,6 kilómetros y un desnivel de 3.350 metros alrededor de Kigali. Finn, uno de los favoritos antes de la carrera, atacó desde la escapada en la subida más dura del recorrido, la Côte de Kimihurara, y poco después se le unió Huber, a quién hizo perder contacto tras el Cote de Kigali Golf. Todo arrancó con una fuga de Michal Pomorski (Polonia), Mohammed Alaleeli (EAU), Danylo Kozoriz (Ucrania) y Ramazan Yilmaz (Turquía). Alaleeli se quedó atrás poco después, y el trío restante fue alcanzado a 153 kilómetros de la meta.

Bélgica y Widar, bajo presión

El equipo belga, con una buena actuación de Tim Rex al frente, mantuvo neutralizada por completo la carrera y luego aumentó el ritmo. Los ataques arrancaron anticipadamente con un ataque a poco más de 90 kilómetros de meta por Marco Schrettl (Austria), que fue marcado por el belga Widar.

Poco después habría otros ataques anticipados de Jasper Schoofs (Bélgica) y Pietro Mattio (Italia). Los belgas siguieron moviendo la carrera posteriormente pero no pudieron evitar ataques de otras selecciones como España con Héctor Álvarez. La idea era clara: hacer sufrir lo máximo posible a los belgas. Widar mismo reaccionó a algunos de estos movimientos como el caso de Álvarez., quién logró una ventaja de 30 segundos por momentos. A 45 kilómetros, Finn junto con otros cinco ciclistas (Huber, Schrettl, Gajdulewicz y Dolven) se unieron al español

Ataca Finn

A 37 kilómetros, Finn hizo su primera aceleración, pero su maniobra decisiva fue a 32 kilómetros. Sólo el suizo Huber fue capaz de aferrarse al italiano con grandes dificultades en cada tramo en subida, mientras Ormzel y Widar se situaban en un grupo un minuto por detrás. Tras el ataque definitivo en solitario de Finn a 6 kilómetros, Huber intentó perseguirlo en vano, pero logró la medalla de plata 31 segundos por detrás, con Schettl en tercer puesto a 1:13. Se trató de una carrera muy dura con más de 50 abandonos y sólo 56 en meta.

“Si terminaba al sprint, probablemente hubiera perdido”

“Es exactamente un año, es como el año pasado, es simplemente increíble… La multitud aquí, en los últimos 500 metros, me dolían los oídos porque había tanta gente de diferentes países animándome”, dijo Finn tras la carrera. La gente aquí en Kigali es fantástica; ha sido una semana maravillosa. Obviamente, está el resultado, pero recordaré este lugar por el resto de mi vida como una experiencia inolvidable”.

“Queríamos ver qué hacía Bélgica y ellos controlaron la carrera durante la primera mitad, así que intenté ahorrar energía. Entonces se desató el infierno, hubo ataques por todas partes. Fue una parte difícil de la carrera, pero el equipo estuvo perfecto, al igual que el personal, y me alegro de haber podido terminarla después de todo lo que hicieron. Si hubiera terminado al sprint, probablemente habría perdido, así que tuve que ir en solitario”, completó el joven italiano, quién se muestra como la gran promesa hacia el futuro del país que carece de nombres sólidos para la general desde la época de Vincenzo Nibali.


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