Por @pmpalermo
Finalmente, Chris Froome entregó destellos del ciclista que usualmente es. Anónimo en todos sus compromisos previos, el líder de Sky fue gran protagonista en el Tour de los Alpes, atacando reiteradamente y en todos los terrenos.
Aunque no lució del todo fino -y la mejor evidencia fue el poco daño que hizo a los rivales directos con sus aceleraciones- el “keniata” probó en subidas y bajadas, cortando y siendo cortado por igual. Finalmente, su 4° plaza dejó un sabor de boca positivo a dos semanas del Giro, su primer objetivo del curso.
“Creo que estoy muy cerca de estar listo para el Giro, mucho más de lo que estaba durante Tirreno-Adriático, y aún quedan dos semanas”, dijo Froome. “Ha sido una preparación perfecta”, añadió.
Pero no sólo el jefe de filas de Sky rindió. De hecho, no es exagerado afirmar que Kenny Elissonde estuvo más fuerte que él. “El equipo estuvo fantástico toda la semana, y eso nos ha dado un indicativo de quiénes están en buena condición para el Giro”, explicó.
“No creo que podamos sacar muchas conclusiones respecto a los líderes. Nadie estuvo al 100%, aunque es obvio que Pinot está fino, López luce genial y Aru no está muy lejos”, analizó.
El tetracampeón del Tour también hizo referencia al modo agresivo en el que se disputó el Tour de los Alpes, en gran medida, por el diseño de las etapas. “Me he divertido mucho en estos parciales cortos y explosivos. Además, estos esfuerzos no se consiguen entrenando, estoy muy feliz de haber venido”.
“El Giro es un nuevo reto y una motivación luego de haber ganado el Tour y la Vuelta en 2017. Quiero conseguir la tercera grande en modo consecutivo”, concluyó Froome.
Pablo Martín Palermo
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