Ya no disfruta correr: "antes se podía tomar una cerveza" - Ciclismo Internacional

Ya no disfruta correr: “antes se podía tomar una cerveza”

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Fue ladero de Sagan y ya no disfruta correr: “antes se podía tomar una cerveza”, quizá esto lo lleve a dejar la bicicleta.

Ya no disfruta correr: “antes se podía tomar una cerveza”

Ya no disfruta correr: “antes se podía tomar una cerveza”. Rüdiger Selig, ciclista al servicio de velocistas de renombre como Caleb Ewan y Peter Sagan, añora sus primeros días en el pelotón.

Rudiger Selig

El alemán de 35 años, Rüdiger Selig -actualmente en el Astana- colgará definitivamente la bicicleta la semana próxima al terminar 2024 tras trece años en el ciclismo profesional y recuerda sus primeros días en el pelotón, donde comenzó con el Team Katusha y todo era, en sus palabras, mucho más simples.

Al servicio de grandes sprinters

Oriundo de Zenkau, una localidad alemana cercana a Leipzig, en 2008 se incorporó al equipo amateur Jenatec, y tres años después dio el salto al ciclismo profesional como aprendiz en Leopard-Trek, para luego firmar con el Katusha en 2012. Posteriormente pasó por el Bora y el Lotto, antes de este último año en el Astana.

En sus primeros equipos entendió cuál iba a ser su rol: ser una pieza fundamental en los trenes para velocistas, pese a que en un inicio se perfilaba como un potencial clasicomano. Estuvo al servicio de grandes nombres como Pascal Ackermann, Alexander Kristoff, Sam Bennett, Caleb Ewan y Peter Sagan. En este último año, colaboró principalmente con su compatriota alemán Max Kanter.

Debido a este papel, no ganó mucho en su carrera, con excepción de 3 victorias en el Memorial Frank Vandenbroucke de 2011, la Volta Limburg Classic de 2013 y el Tour de Eslovaquia de 2018, donde venció en una etapa al tren de Zdeněk Štybar, Yves Lampaert y Julian Alaphilippe.

El Astana no lo tuvo en cuenta

“Con tristeza tengo que anunciar hoy el final de mi carrera ciclista”, escribió Selig en Instagram. “He andado en bicicleta desde que tenía ocho años. La realidad es que me hubiera encantado seguir, pero como todos en la burbuja ciclista sabemos, 2025 (ndr: por ser el último año del actual ciclo de ascensos y descensos) es un año muy decisivo para muchos ciclistas”, añade.

“Trece años como velocista/líder de repente se detienen, pero miro hacia atrás a todos esos años con una sonrisa en mi rostro. Muchos recuerdos, oportunidades, viajes, días bonitos, pero también momentos difíciles. El ciclismo no era sólo mi trabajo, era mi estilo de vida desde que tengo uso de razón. Me enseñó lecciones de vida que nunca habría aprendido en ningún otro lugar. Quiero agradecer a todos los que creyeron en mí”, concluye.

Le cuesta adaptarse: “antes andar en bicicleta era agradable y divertido”

Pero, más allá de que el Astana no le dio lugar para su plantilla de 2025, ¿Cuál es el motivo de su retiro? A Selig simplemente ya no le gusta tanto el ciclismo actual.

“Como ciclista, cada año piensas que esta podría ser tu última temporada. Eso siempre está en tu mente, especialmente como velocista. Pero el ciclismo moderno ha cambiado mucho. Ahora la atención se centra más en los ciclistas jóvenes y, lamentablemente, yo ya no soy joven. Antiguamente andar en bicicleta era agradable y divertido. Ahora es principalmente de alto nivel profesional”, revela en una entrevista con Wielerflits.

Es que Selig forma parte de la vieja guardia, aquella que estuvo en la transición radical de los últimos años, a la cual no pudo adaptarse.

“Antes se podía tomar una cerveza y disfrutar de la vida, pero ahora todo se trata de andar en bicicleta. Eso es cierto las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Como ciclista mayor, has experimentado ambas fases y para mí fue difícil hacer que todo girara en torno al ciclismo”, admite. Y subraya: “No es fácil. No es que ya no me guste el ciclismo, pero es que es mucho más profesional que cuando empecé”.

Un final especial

¿Continuará el alemán tras los bastidores en algún otro rol? No lo sabemos, pero lo que si decidió es cerrar su carrera de forma especial.

Tras su ultima etapa en el Tour de Guangxi, decidió casarse con una belga llamada Julie.

También quiere probarse en el automovilismo: Selig admite que le gustaría intercambiar su lugar con Valentino Rossi (multicampeón en el MotoGP y actualmente en los autos de resistencia) por un día.

 

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