Por @pmpalermo
Poco duró el sueño de los fans de Pippo Ganna por verlo convertirse en el nuevo Indurain. Es cierto, los destellos escaladores que el italiano enseñó en el Colorado (San Juan) hace unos años, o en el Giro de Italia cuando ganó una etapa de montaña, ilusionaron a más de uno. Pero era absurdo que el de Ineos intentará ser un vueltómano.
Él mismo, horas después de haber brillado de nuevo en la trepada argentina (realmente es un puerto de potencia, muy tendido y expuesto al viento, con lo cual se iguala hacia abajo) salió a avisar -cómo si hicera falta- que su futuro no pasa por las ascensiones. “Siempre habrá un Bernal mejor que yo en las trepadas”, dijo el corredor de 26 años.
“Me sentí mejor de lo que esperaba. Supe que estaba bien en la ondulada etapa cuatro, eso me dio moral para el Alto de Colorado”, explicó a La Gazzetta dello Sport. “Terminé cansado, feliz y sé que voy por el camino correcto”, añadió el portentoso atleta de 1.93 m y 83 kg.
Posiblemente el mejor croner del planeta, Ganna contó que había abandonado el gimnasio para perder peso. “Le dije al equipo que siempre habría un Bernal mejor que yo en las subidas. Ahora volví a entrenar un poco la parte superior para fortalecerme”, reveló.
“Ahora iré a la Volta ao Algarve y luego haré una concentración en altura con la cabeza puesta en Tirreno-Adriático y las clásicas. Tengo muchos retos para el futuro, pero el primero son las clásicas. Quiero la París Roubaix”, completó el italiano.
Pablo Palermo
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