Giro de Italia 2025 – Previa etapa 19

Previa de la etapa 19 del Giro de Italia 2025. Recorrido, clima, tácticas, favoritos y predicción del ganador.

Biella › Champoluc (166 km)

La etapa con más desnivel acumulado de este Giro: casi 5000 metros positivos.

Primera cuesta cuando llevamos menos de 4 km recorridos.

Croce Serra (3°) sólo intimida en su entrada, pues recibe a los atletas con una rampa del 11% que luego se transforma en 15%. Mantendrá una pendiente elevada en los primeros 1000 metros, tras ello, es una escalada demasiado tendida, fácil de pedalear y que dificultará a los escaladores marcar una diferencia. Sí, calentará las piernas, pero está lejos de ser ideal para el perfil de corredor que encaja para esta jornada.

Tras la bajada se afrontará la única transición llana del día. Serán 25 km donde por última vez la gravedad no alterará el trazado, algo que muy seguramente no se sentirá, pues lo normal es que se sigan presentando contraataques al no tener una situación de carrera ya estabilizada.

Tras la llanura, arranca lo bueno.

Col Tzecore (1°) son 16 km al 8%, un promedio de pendiente desdibujado por la irregularidad del puerto en sí. Como muchas trepadas, esta se divide en tres porciones. Primero, 4 km al 7%, que pueden filtrar definitivamente a los escaladores en vanguardia. A continuación, 7 km entre el 5-6% que facilitan el tránsito cuesta arriba y que son los que alteran el porcentaje general. Tras ello llega lo más duro, con 3400 metros al 11%, con tramos aún más empinados y una gradiente que nunca rebajará del doble dígito. El tramo restante (1.6 km) se desarrolla al 8% para constituir un final de subida intenso.

A partir de aquí todos los descensos presentarán complicaciones: giros pronunciados, carreteras no tan amplias, tramos con pendiente negativa. Sigue una conexión de 13 km con la siguiente cota.

Col Saint-Pantaléon (1°), de datos similares a su antecesor (16.5 km al 7.2%) pero mucho más constante y sin largos desniveles que modifiquen los números. Salvo dos breves descansos, es todo constante entre el 7-8%, idóneo para los atletas diésel, pues no se requiere de cambio de ritmo para superar la dificultad, sino de una velocidad crucero apta para el esfuerzo de largo aliento. La cima está a 57 km del final.

Cuesta abajo por casi una veintena de kilómetros y aterrizamos en un sprint bonificado, que es además la base de la trepada más importante del parcial: Col de Joux (1°).

15 km al 7%. Es la cita más relevante de este trayecto, por ser la escalada larga más cercana a meta y donde seguramente se destapen las hostilidades entre los mejores.

A decir verdad, es un 1° muy pedaleable, ya que no hay grandes pendientes -a excepción de la rampa del 12% a mitad de ejercicio- e incluso tiene sectores donde se hace aún más tendido. El truco de este reto recala en dos factores: la duración de la subida y el desnivel acumulado hasta entonces. En especial, ese último elemento, es el que puede llevar al quiebre a más de uno, pero para que eso suceda, hay que ayudarlo con un ataque precedido de un ritmo agresivo. Es un encadenado que sólo funciona con una propuesta engendrada por los protagonistas.

Se corona a 20.6 km del cierre.

Breves 6 km de descenso hasta el último repecho del día.

Lo que realmente importa en esta cuesta es su segunda mitad, que contiene 3600 metros al 7%, que serían el último sitio de asalto. Esto en referencia a km, cuando falten entre 9-5 para la llegada. Es la zona delineada para ver un intento final.

Restan 5 km de bajada y se concluye con un llano de 1000 metros que atraviesa un breve paso empedrado.

Clima

Soleado.

Escenario

La fuga no lo tiene tan fácil porque el puerto inicial no permite que se marchen los mejores trepadores, quienes deberán aguardar un buen rato en un recorrido corto para marcharse por delante. Ese es un problema, pues seguramente su renta sólo la pueden consolidar en Tzecore y transición posterior, pero desde el antepenúltimo ascenso iniciarán los movimientos por el rosa para los cuales no tendrían el suficiente margen con el pelotón. Lo que puede salvarlos sería una pasividad entre los mejores, situación no tan improbable, pues para ello los grandes favoritos no deberían encontrar sensaciones y al ser ellos corredores que no ofrecen certezas, no es descartable que estén con lo justo.

Para esa porfía por el título, presento las siguientes anotaciones:

– Lo que hizo Del Toro en Bormio no fue normal. Después sufrir en la primera prueba de alta montaña, un líder en esas condiciones habría ido a menos y lo último que se le ocurriría a cualquiera era que al día siguiente fuera a ganar. Es inusual. Vuelvo y repito: esta generación tumba mitos y se desprende de los paradigmas establecidos, entonces, no siempre hará lo que la lógica dictamine, estos corredores son un caja de sorpresas. Para muestra, lo ocurrido el miércoles.

– Ahora bien, hay que admitir que hizo lo que hizo en el parcial montañoso menos exigente de esta semana. Eso quiere decir que su gran test es mañana, ya que hay más desnivel -incluso comparado con el martes- y enfrenta un encadenado de entidad. Aquí la duda que va a resolver es si lo de San Valentino fue el día malo o si simplemente aún le falta progresar en su habilidad de alta montaña, lo cual sería entendible por su juventud.

– En caso de tener las piernas no debería modificar su estrategia. Él no marca directamente a Carapaz porque su arrancada es muy fuerte y no quiere entrar a zona roja por tratar de seguirlo. El secreto de los ataques del ecuatoriano está en lo que sucede después de la aceleración, porque el ritmo post-ataque no es sostenido y por tanto impide que por ejemplo los diez segundos que se abrieron en el cambio de ritmo, se vayan para abajo porque quemó toda la mecha sólo en el arrancón, entonces, a los demás les puede bastar con sostener un paso más regular para neutralizar en ese periodo posterior al derroche de vatios. Es cuestión de fuerza, pero también de cabeza fría.

– No obstante, dudo que el carchense se salga de su molde y es por una razón elemental: si hay un día donde puede ser el más fuerte, es este. Es el ciclista al que más le beneficie el desnivel acumulado y si va más que el resto, poco importará cómo ejecute su cambio de ritmo.

– Simon Yates carga con la cruz de Finestre 2018 en cuanto a la percepción que se tiene sobre él y eso provoca que se olviden sus momentos de gloria. Así como se hunde, tiene días que hacen alucinar y mal que bien en este Giro todo le ha salido, ni una caída, siempre en los cortes buenos y sobre todo sin la misma presión de años atrás, eso es clave. En mi opinión está más cerca de vivir una jornada para el recuerdo que un aplastamiento en toda regla y de ser así, va a ser un rival de temer.

– Se supone que los movimientos serán hasta Joux, aunque nunca se puede descartar una locura en la cota anterior, que como mínimo, será para endurecer. Para ello hay que prestar atención a quiénes van en fuga, los equipos que envíen ciclistas satélite o de puente dan una señal de que quieren mover el avispero desde temprano. A la vez puede ser un simple movimiento de precaución, “guardar” un par de gregarios adelante en caso tal de que sean necesitados en cierto punto de la carrera.

Favoritos

Afonso Eulálio – Con Bilbao tocado muscularmente, este joven portugués de buena tercera semana, será la baza de Bahrain para aspirar a algo más allá del top-10 de Caruso.

Lorenzo Fortunato – Ya ganó la montaña y es el escalador (fuera de los generales) más fuerte de la carrera. Enfocándose únicamente en la etapa, sus chances serán enormes.

David Gaudu – Se agotan sus oportunidades y las de su equipo.

Florian Stork – Storer va a cuidar su general y este alemán con buenas etapas de montaña -2° en Asiago- va a buscar la suerte de Tudor en la escapada.

Nairo Quintana – Le favorece el desnivel, la cuestión es si aún tiene piernas, no volvió a mostrarse. Cepeda pinta como la mejor alternativa de los telefónicos.

Davide Piganzoli – Quiere subir en la general y a rueda no lo va a lograr. Estando adelante, puede tener la chispa para alzar los brazos.

Chris Harper – El hombre escogido por Jayco para este día.

Romain Bardet – Parece que se le escapó su oportunidad en Bormio. Tiene dos opciones más y la afición quiere verlo completar el trébol.

Isaac Del Toro – Prueba de fuego para su liderato.

Richard Carapaz – Otro al que el desnivel debe sentarle bien. Salvo que vaya fatal, va a atacar.

Simon Yates – Sigue sin hacer una movida contundente, pero no se puede olvidar que en un buen día sus piernas son insuperables.

Derek Gee – Está apostando colarse al podio a punta de fuerza, lo cual no es tan descabellado.

Giulio Pellizzari – Valiente aunque no tenga el mismo nivel de los cuatro mejores.

Predicción

Desde este lado del mundo habrá celebración a cuenta de… Richard Carapaz.

Alejandro Matiz

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