Hoy cumple años Sean Kelly, el irlandés irrepetible
Por Oscar Trujillo Marín
Freud dijo alguna vez que “los irlandeses son la única raza para quienes el psicoanálisis no funciona”. En los ochentas, los niños de mi pueblo admiraban a Maradona, Zico, Kareem Abdul Jabbar o Magic Jhonson… a mí me encantaba, -aparte de Brooke Shields y Linda Carter-, Sean Kelly, junto a Lucho Herrera y Pedro Delgado. Mi debilidad por el sufrimiento y ese heroísmo agónico ya se veía venir. Bueno, también por las mujeres de ojos verdes y pelo oscuro.
Fueron mis ídolos infantiles estos corajudos y sacrificados deportistas. En mi lamentable bicicleta color naranja -tipo monareta- salía a rodar por los polvorientos caminos rurales de los preciosos valles andinos de mi pueblo, encabezando el lote, hablando animadamente con mis amigos imaginarios. Me pedía siempre ser el irlandés: con él había más chance de ganarles en todos los terrenos. Hoy Sean Kelly cumple 64 años y mi infancia se va volviendo vieja con él. Este es un pequeño homenaje.
Hay un adagio popular acerca de los irlandeses (pueblo y geografía por el que quizás, por su culpa, siento especial fascinación, aunque nunca lo haya visitado) que me encanta y me identifica con ellos: “los irlandeses no saben lo que quieren, pero están dispuestos a luchar hasta la muerte por ello”.
Para los que son muy jóvenes, no les gusta leer historia (ni leer a secas, porque les quita tiempo para ver memes) o para quienes creen que el ciclismo empezó con Sagan, Froome y Quintana, para aquellos que por alguna razón les apasione este deporte y no tengan referenciado a este extraordinario corredor, que venía de un país con mucha tradición y fascinación por la cerveza, el Whisky, las peleas callejeras a puño limpio, los músicos de rock y folk más exquisitos, y la poesía; pero no tanto por el ciclismo, hoy en su día de cumpleaños se los voy a presentar. Para los que sí lo conocían siempre es grato recordarlo.
Educado, amable, solitario, discreto pero muy profesional y disciplinado, Kelly fue unos de los primeros ciclistas que, a principios de los ochentas, revolucionó la forma de trabajar los entrenamientos de la mano del legendario Jean de Gribaldy. Fue pionero en priorizar calidad, series intervalos antes que acumular kilómetros a lo bestia y sin más. Métodos que se impusieron desde entonces y permanecen aún.
Intenten imaginar un tipo con las virtudes y calidad que tenía Museeuw o Boonen para las clásicas del norte con piedras, y al mismo tiempo la contundencia y rush demoledor de Valverde para las Ardenas, algo así era Sean. Piensen que sus versátiles condiciones le alcanzaban para dominar varias veces también en los duros Monumentos italianos Lombardía y Milán-San Remo; al mejor estilo de Oscar Freire o Erik Zabel. Eso era Kelly, y más.
Que aparte de eso, que no es poco, era una especie de insaciable Roglic o Quintana para las vueltas de una semana montañosas… o no (Cataluña, París Niza, País Vasco, etc.,) que tenía la punta de velocidad en llano, repechos o llegadas en alto en grupos reducidos del mismo Valverde, Purito o Bettini, que para colmo fue de los mejores croners de su época (ganó muchas fracciones contra el reloj)
Que ganó decenas de parciales en llegadas masivas al embalaje puro y duro a los mejores sprinters de su generación. Que ganó 5 etapas en el Tour de Francia y fue segundo en infinidad de ellas. Que levantó los brazos 16 veces en la Vuelta a España; (más de 100 en carreras de una semana) hasta completar 194 triunfos durante toda su trayectoria. Ganó la camiseta por puntos -de la regularidad- en la Grande Boucle 4 veces y 4 veces también en la ronda ibérica. Ah, por cierto, hay que recordar que era un clasicómano nato, puro, de época, ese era su real rótulo; pero su clase le alcanzó también para ganar una Vuelta a España y solía subir siempre en alta montaña ¡con los mejores! solo cediendo un poco al final ante los más grandes de la escalada.
Teniendo en cuenta que por sus condiciones, anatomía talla (1.79m y 75 kilos) y pinta más parecía la de un sprinter promedio, puncheur de cotas explosivas, contrarrelojero, clasicómano en piedras y asfalto aparte de potente rodador, aún así escalaba muy bien. Fue 4 veces top 10 en el Tour de Francia y 4 en España, en plena época coincidente de tres grandes monstruos vueltómanos: Hinault, Fignon y Lemond, y de algunos de los mejores escaladores de la historia, que pugnaban también por los lugares de privilegio en el top 10: Herrera, Delgado, Parra, Millar… ahí en medio de ellos se metió Kelly, que en teoría no era vueltómano.
En fín, después de Merckx el irlandés ha sido el clasicómano nato, versátil que mejores generales ha hecho en grandes vueltas, hasta el punto de llevarse una. Valverde, al igual que él, un caza etapas y especialista en carreras de un día, también ha brillado en grandes vueltas y quizás en más ocasiones, con muchos top 10 y podios, y se ha llevado también una, la de su país; pero a diferencia del español que nunca ha destacado en el norte y menos sobre piedras, el genial corredor irlandés era un clasicómano total: brillaba y ganaba en cualquier terreno, piedras, tierra, o asfalto. Un breve repaso a su mareante palmarés nos lo refrescará.
21 etapas ganadas en grandes vueltas; 1 Vuelta a España, 7 Paris Niza (que se dice pronto) 3 Vueltas al País Vasco, 2 Voltas a Catalunya, 2 Tour de Suiza, 3 Lieja Bastoña-Lieja, 2 Milan-San Remo, 2 Paris-Roubaix, 2 Giros de Lombardia, 1 Gent-Wevelgem, 1 Paris-Tours…
Como anécdota relacionada con el ciclismo colombiano, en la primera vuelta de tres semanas para Latinoamérica que ganó Luis Herrera en 1987, el gran favorito era Kelly, en gran estado de forma y mucho más completo ese año que sus rivales. Así lo demostró hasta la etapa 18, cuando escoltaba a Lucho muy cerca en la general y con una contrarreloj llana claramente favorable al irlandés restando apenas tres jornadas.
Efectivamente ese día Kelly hizo valer su mayor potencia como rodador y se puso de líder dejando la carrera casi sentenciada. Casi… porque al otro día no pudo tomar la partida debido a un problema de hemorroides que arrastraba, agravado por forúnculos en ese mismo sitio que rima con la anterior palabra esdrújula.
El retiro de Kelly a falta de solo tres etapas le devolvió la camiseta de líder a Lucho Herrera, que el excelente escalador defendió exitosamente ante el alemán Dietzen, su inmediato perseguidor. Fue la única vez en la historia que no me dolió que hubiese perdido un corredor de mis simpatías porque lo hizo ante otro igual de querido. Feliz cumpleaños Sean, gracias por haber ayudado a sembrar el virus de esta pasión por el ciclismo y la fascinación por un país que no conozco pero me seduce demasiado.
Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Muy buena nota. Sin ninguna duda uno de los mejores en los 80’s. Ahora es comentarista de Eurosport y es una delicia escucharlo en su espeso acento irlandes. Hay muchos videos en youtube de carreras recientes, donde el inmenso Kelly comenta.
Sin lugar a dudas se trata de uno de los mejores ciclistas de la historia. Fue dominador absoluto desde el 83 al 89
una maquina.
Sean Kelly, el terror de la primavera. Este ciclista fue el que me motivo a aprender más del ciclismo europeo, mas de las clásicas. Gracias a él conocí que había un ciclismo diferente al nuestro.
Por Kelly conocí la París Niza, para mi era un superhéroe y por eso cuando Betancur ganó por primera vez para Colombia esa carrera, tuvo tanto significado. Lástima que muchos en Colombia no entiendan aún la magnitud de ese logro (ni el propio Betancur lo entendió).
En esa época solo existian para mi Hinault y Kelly. Por Hinault, conocí a los grandes vueltomanos que estaban activos. Los Gimondi, Merckx, Baronchelli, eran un pasado nebuloso. Por Kelly, conocí a los clasicomanos y me aficioné a ese ciclismo.
10 monumentos….. increíble el palmarés de Kelly, sólo se le resistió el Tour de Flandes (3 veces segundo) que tuvo cerquísima en el 86; también esas 7 Paris-Niza consecutivas, 2 Voltas, 3 País Vasco, 2 Tour de Suiza, 1 Vuelta a España…. sólo de escribir ese palmarés tiemblo de miedo con el irlandés, crack total que por estas tierras poco se reconoce ya que sólo cuentan las Grandes Vueltas. Excelente artículo, lástima tan pocos comentarios pero me parece una gran forma de dar a conocer estos cracks a los nuevos aficionados.