Hoy cumplen años “El Diablo” y el “Terror de Tashkent”
Por @pmpalermo
Un día como hoy pero hace 50 años, nació en Uboldo, Italia, quién llegaría ser una de las máximas figuras del ciclismo durante la década del 90, Claudio Chiapucchi, aguerrido y versátil pedalista, capaz de ganar una Milán San Remo y al mismo tiempo pelear por las grandes del calendario.
Justamente en las purebas de tres semanas, “El Diablo”, tomó la salida en 22 oportunidades, acabando 20 de las cuales 6 fueron en el podio del Tour y el Giro, protagonizando grandes gestas y batallas épicas con Indurain, Le Mond y demás monstruos de la época.
Y como viene la caso, es válido recordar lo acontecido en la 13ª etapa del Tour de Francia 1992: una de las jornadas de montaña más duras que se recuerde (254,5 kilómetros y cinco puertos) en la que el italiano se escapó en casi en el inicio junto con otro grupo de buenos escaladores a los que fue dejando tirados para llegar exhausto a la meta de Sestrieres por delante de un reventado Indurain, quién debió exigirse al máximo para recortar la desventaja.
Ganador de la Clásica de San Sebastián, etapas en Giro y Tour y en casi todas las competencias importantes, Chiapucchi llegó a ser subcampeón Mundial y brilló hasta su retiro tras 15 temporadas al máximo nivel que lo catapultaron al Olimpo Ciclista.
Terror en los sprints:
También en este día, aunque un año más tarde, nació en Tashkent, la Unión Soviética, Djamolidine Abdoujaparov, sprinter poco ortodoxo pero no por ello menos rápido que inscribió su nombre en la historia por su gran cantidad de victorias pero también de caídas, muchas provocadas por él mismo.
Es que el velocista tenía una mala técnica que ocasionó numerosas montoneras y que junto a su ferocidad, lo llevó a ser apodado el “Terror de Tashkent”; y en ese sentido es válido recordar entonces el fallido embalaje del día conclusivo del Tour 1991, cuando voló por los aires y debió cruzar la línea de meta casi inconsciente, lo que le valió para quedarse con la clasificación de los puntos que repetiría en 1993 y 1994.
Vencedor de la Gante Wevelgem, también se impuso en la regularidad de Giro y Vuelta, demostrando sus virtudes en las volatas allí donde acudiera y convirtiéndose en uno de los principales rivales de Laurent Jalabert.
Lamentablemente, en 1997 un positivo lo forzó a alejarse y terminó retirándose del ciclismo tras ocho campañas como profesional en las que, sin dudas, dejó una huella indeleble que aún perdura.