Ignacio Pereyra: De luchar con Nibali en San Luis a empresario exitoso
Por @pmpalermo
Entre la multitud de historias que se pueden encontrar cada año en el Tour de San Luis, en Ciclismo Internacional decidimos contar la de un corredor de Santiago del Estero que estuvo muy cerca de acompañar a Vincenzo Nibali en el podio en la edición que éste ganó en 2010.
Ignacio Pereyra, pues de él hablamos, cumple hoy 28 años y pasa sus días dedicado al trabajo en la empresa familiar, por lo que apenas despunta el vicio sobre la bici, una realidad totalmente opuesta a la de cinco años atrás, cuando fue una de las luminarias en el evento puntano vistiendo los colores de la Selección Argentina.
Pereyra acabó esa carrera a 18″ de Rafa Valls debido a un corte que produjo una caída, tal como él mismo recuerda: “ese Tour fue algo excepcional, realmente una de las carreras que nunca olvidaré”, arranca para ciclismointernacional.com y enseguida relata: “allí viví la etapa de una vuelta en la que tengo el recuerdo del peor sufrimiento pero al mismo tiempo, la de las mejores imágenes subiendo a la par de lideres e ídolos mundiales”.
“Si me decían antes de empezar que iba a ser 4° nunca lo hubiera pensado, y está claro que firmaba ese resultado antes de largar. Pero estuve siempre cerca y hoy me acuerdo que pude haber sido 3° por casi 20 segundos perdidos en un corte del grupo por caída. Una pena, pero es lo que tenía que ser, me dejé la vida y es una carrera que marcó un antes y un después en el deporte para mí”, aclara.
Sin embargo y para dejar bien en claro que lo de este pedalista no fue fruto de la casualidad, en la edición anterior ya había anticipado lo que vendría con un 9° lugar: “El Tour de 2009 fue más que emocionante, nunca soñé llegar a ese nivel en mi vida y mucho menos en el ciclismo de ruta, porque venía del mountain bike y sólo llevaba una temporada en las ruedas finas. Por suerte pude adaptarme muy bien y llegué con buenas piernas” detalla. “Subir al podio de líder sub 23, se llevó mis primeros lagrimones en el ciclismo”, acota.
Pero luego de sus dos años mágicos, algo comenzó a cambiar cuando “Nacho” tuvo que atender cuestiones vinculadas al negocio familiar: “Al año siguiente con Jamis no disputamos la prueba, algo que sumado a otros compromisos, modificaron mi preparación y desde entonces no eran las mismas piernas de antes y eso se sintió en las ediciones siguientes”, se sincera.
Poco a poco el empresario ganó terreno al atleta profesional, aunque el camino de Pereyra sobre la bici todavía tenía algunos capítulos más, como cuando le tocó compartir pelotón con Lance Armstrong: “La experiencia en Estados Unidos con Jamis fue muy buena, tal vez con muchos critériums a los que no estaba acostumbrado, que me sirvieron para desarrollarme como ciclista y en los que logré algunos podios. Sin duda una de las carreras destacadas fue el Tour de Gila, donde pude correr al lado de Armstrong, un recuerdo impactante”.
La última parada de nuestro protagonista fue con los Cascos Naranjas, que disfrutaron de sus servicios por un año y debieron dejarlo ir contra sus deseos: “El contrato con Buenos Aires Provincia se firmó por 13 meses de duración y en principio la idea era seguir, pero realmente los horarios laborales eran cada vez más largos e incluso había viajes por trabajo que empezaban a surgir, motivo por el que no iba a poder cumplir un nuevo contrato”, explica.
“Además de un equipo profesional era un grupo de amigos y en cada carrera me gustaba compartir, disfrutar y poder dejar todo por cualquiera de los otros integrantes”, dice con nostalgia. Aunque hace unos meses pudo volver a portar el naranja que tanto le gusta: “El último campeonato argentino lo corrí con ellos y, a pesar de no tener el mismo brillo de 2012, pude llegar hasta la instancia final. Ya en el sprint final se desgranó el grupo y quedé 13°”, cuenta.
Y en este punto es oportuno aclarar que aún dedicándose a los negocios, Pereyra trata de mantenerse activo: “no me considero un ex corredor, me crié haciendo esto y hoy lo sigo haciendo con las mismas ganas, tal vez no con el mismo tiempo disponible”, piensa.
“Hoy me dedico a la empresa familiar. Por las mañanas arranco 8 am en una oficina de la División Mayorista de PEREYRA BICIPARTES, termino alrededor de las 14 hs y es ahí donde a veces puedo entrenar un poco, aunque no siempre, ya que por las tardes atiendo uno de los negocios de Venta al Público. Arrancamos generalmente a las 17hs y nos desocupamos alrededor de las 22hs, motivo por el que, si me quedó energía, hago unos 45′ de trote o bien alguna pedaleada tranqui con amigos”, se explaya.
Semejante rutina es la mejor muestra del talento de este deportista que, sin demasiado tiempo se las ingenia para rendir a buen nivel: “Más allá de cuánto tiempo tenga para entrenar, creo que el nivel competitivo no se ha ido del todo. El cuerpo tiene memoria y estos entrenamientos, aún siendo cortos, me ayudan a mantener la forma”, afirma.
“Cuando en la carrera hay piernas me la juego a ganar, llevo adentro la competición y si el cuerpo aguanta, voy siempre para adelante. Parte de 2013 y todo el 2014 hice pruebas combinadas como duatlón y triatlón y la verdad me gustaron mucho”, tira y posteriormente hace un balance positivo de su nueva vida: “asentarme y trabajar en Santiago del Estero me permitió acercarme a mis amigos, que tanto tiempo relegué por el sacrificio de ser ciclista profesional”.
“Pereyra es un excelente compañero”, dice Martín Ferrari sobre nuestro protagonista. “Un atleta con condiciones extraordinarias que lamentablemente lo dejó muy joven”, acota quien hoy rige los destinos del Buenos Aires Provincia, confirmando que no hablamos de un ciclista del montón.
Tamaños halagos no son fruto de la amistad, y ahí está el 4° lugar cerca de Nibali para ratificarlo. Pero además tuvo una ventaja en su paso por el mountain bike, clave para subir a la par de las estrellas en los puertos puntanos: “Al argentino le cuesta la montaña porque no tenemos muchas carreras de este estilo y la mayoría de los ciclistas salen de la pista o de zonas planas. A mi me salió mejor porque vengo del mtb, disciplina en la que si no subís, mejor hacer otra cosa. Eso y mis temporadas en España, me hicieron un corredor apto para el Tour de San Luis y así lo probé en 2009 y 2010”, indica.
En pleno enero y con la novena edición de la “Mejor Carrera de América” encima, queríamos recordar a Ignacio Pereyra, uno de los argentinos que dejó su huella en el evento y pudo haber sido mucho más grande, como cuando se mostró contra quién hoy es campeón del Tour de Francia.
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Un mostro del deporte y de la amistad..
Gran persona y amigo