Por Oscar Trujillo Marín
En una temporada normal, sin el convulso panorama aún sombrío de este año, esta noticia no tendría mayor relevancia: una vuelta menor más para foguear juveniles y algún gallo que asiste para preparar la ronda ibérica. Pero esta inquietante temporada ha sido de todo menos normal.
Si el bicho no nos hubiese robado la calma, INEOS mandaría a la Vuelta a Burgos un puñado de sus más jóvenes e inexpertos cracks (que aún así, seguirían siendo algunos de los jóvenes inexpertos más codiciados y talentosos del mundo), y entre ellos Sosa como defensor del título; acompañados de dos gregarios experimentados, que se jugarían la victoria con no más de dos o tres figuras que se prepararan para ir a la Vuelta a España y una mayoría de corredores de equipos españoles continentales y de la segunda división europea.
Pero este año, la Vuelta a Burgos va a ser más que una prueba de cinco días 2.Pro a la que la inmensa mayoría de los cracks mundiales que corrían el Tour le sacaba siempre el cuerpo, en esta ocasión y gracias al caótico 2020: ¡será la carrera más ansiada de toda la temporada!. El punto de inflexión para un ciclismo que ha estado contra las cuerdas. El primer test serio con corredores de élite ávidos de ruta y adrenalina tras más de 4 meses de letargo, encierro, rodillo y kilómetros consumidos con mucha incertidumbre.
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La ronda burgalesa con tres ganadores de grandes vueltas en contienda y al menos 6 vueltómanos más abonados habituales al top 10, al menos tres sprinters de los mejores del mundo, va a tener mejor cartel que la mayoría de las ultimas ediciones del Giro y La Vuelta a España. Incluso igual o mejor cartel que las de esta corta temporada comprimida. Para colmo, muchos de los gregarios que asisten se juegan su presencia en el Tour y todo el mundo querrá demostrar que trae piernas para ser tenido en cuenta. Por su parte, los gallos tratarán de empezar a meter miedo al menos con una exhibición.
El equipo más poderoso del mundo -y actual rey de esta vuelta en persona de Sosa- asiste a Burgos con una potente y envidiable formación que bien podría ser titular en la Corsa Rosa o la Vuelta a España por la calidad de sus integrantes: Richard Carapaz e Ivan Sosa como candidatos a la general en una prueba que se define en sus dos llegadas en alto. El par de escaladores nacidos en los Andes estarán apoyados por: Filippo Ganna, Eddie Dunbar, Sebastián Henao, Christian Knees y el juvenil Carlos Rodríguez . Un auténtico equipazo. La competencia empieza la próxima semana y va del 28 de julio al 1 de agosto, siempre y cuando el gobierno local le de luz verde debido a la pandemia.
Sepp Kuss, George Bennett, Antwan Tolhoek, por parte de Jumbo-Visma; Fabio Aru, Fernando Gaviria, Camilo Ardila, Kristoff como figuras del UAE Team Emirates. Simon y Adam Yates del Mitchelton-Scott, Remco Evenepoel y Sam Bennett por parte del Deceuninck; Rafal Majka, Felix Grossschartner y Lennard Kämna vienen con los alemanes del Bora-Hansgrohe. Mikel Landa, Pello Bilbao, y Cavendish son los destacados de Bahrain-McLaren entre otros muchos corredores de gran nivel asisten también: Gaudú (FDJ), Hermans (Israel Start-up Nation), Meintjes (NTT Pro Cycling), Trentin (CCC) etcétera.
Toda una constelación de estrellas rodarán por las carreteras burgalesas en una edición que pasará a la posteridad por tener el mejor cartel desde su fundación y de seguro la mayor cobertura periodística y audiencia a nivel mundial de su historia. Las dos llegadas en alto (Picón Blanco y las Lagunas de Neila) marcarán el destino de la general que este año cuesta imaginar que no se quede en un corredor de postín. Por si faltaba más gancho asiste Evenepoel. ¿Se atreven a jugársela con un candidato?
Oscar Trujillo Marín
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