Por Oscar Trujillo Marín
Que las carreras menores Pro series y 2.1 iban a tener el cartel de su vida gracias al parón por el coronavirus ya lo sabíamos. Que INEOS puede armar 3 equipos de primer nivel para disputar tres vueltas importantes simultáneas, si hiciera falta, y le sobraría para medio más, también es algo que se conoce desde hace tiempo. Pero que lleven a la Route d’Occitanie un Dream Team de esta categoría, solo es muestra de lo que se puede hacer cuando hay mucho dinero y se invierte bien.
Con algunos refuerzos y y puntual cambio de cromos este será el equipo que dispute el Tour de Francia. Chris Froome, Egan Bernal, acompañados por quizás los dos mejores más completos y versátiles gregarios del mundo para grandes vueltas en las últimas temporadas: Andrey Amador y Jonathan Castroviejo; que lo mismo te valen para tirar en una larga crono por equipos, para perseguir 50 km en llano, pero también para arriesgar en bajada y poner el paso al grupo en media y alta montaña.
Como si fuera poco para imprimir infernal ritmo de desgaste en la escalada asisten tres de los mejores corredores escaladores jóvenes del mundo: Tao Geoghegan Hart, Pavel Sivakov y Dylan van Baarle. A estos siete hombres le sumamos a Thomas, Kwiatkowski y Rowe para un total de 10 preseleccionados. Depende del nivel que muestren en estos días los corredores de apoyo, de esta lista se bajarán dos y los que queden serán el ocho de lujo para la ronda gala. ¿Quiénes creen que serán los sacrificados? Ahora, tendiendo en cuenta que el polaco salvo imprevistos es fijo.
Con este equipo -estando en plenitud de condiciones Froome-, no solo podrían aspirar a la pequeña carrera francesa de preparación, sino al Tour mismo; a cualquier ronda de tres semanas de este año -o en cualquier época de la historia-. Es sin duda una alienación muy competitiva, reúne hombre por hombre demasiada calidad.
10 corredores luchan por las ocho plazas de INEOS para el Tour
Es importante esta prueba -no por su probable prestigio o modesta relevancia en circunstancias normales- sino por el momento que vivimos tras el insólito y largo parón. Llevan una formación muy fuerte porque es uno de los pocos test que tendrán tanto el vigente campeón para ponerse a punto, como los directores para mirar definir el bloque de gregarios de cara a la ronda gala.
También es importante para el gran mito en activo de este equipo, el que los ha ayudado a hacerse grandes y temidos, Froome -que se despide de la formación- necesita con urgencia ritmo alto de carrera; ya hay muy poco tiempo para corregir falencias. Todos están expectantes por saber si Chris va a responder a la exigencia del duro trazado montañoso de la etapa reina, si su nivel le va a dar para estar con los mejores o si por el contrario demostrará debilidad por las secuelas de su terrible accidente o el largo periodo de inactividad competitiva (salvo los 5 días en el UAE Tour) de 14 meses. Entre el sábado 1° de agosto y el martes 4 lo veremos. Eso si, da igual el nivel que él muestre, no será por falta de gregarios.
Este será el primer gran test para Bernal y Froome en una carrera con participantes de élite que aspiran a vencer en el Tour y que se correrá a un nivel nunca visto para esta modesta prueba. Las otras tres etapas son quebradas, rompepiernas al estilo de clásicas duras con repechos.
Oscar Trujillo Marín
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