Ir al Giro, el peor error que Vingegaard puede cometer - Ciclismo Internacional

Ir al Giro, el peor error que Vingegaard puede cometer

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Ir al Giro, el peor error que Vingegaard puede cometer. Los principales motivos por los que debe evitar la ronda italiana.

Recientemente circuló nuevamente la noticia de que Jonas Vingegaard podría ir al Giro de Italia, esta vez, rumor respaldado en las declaraciones del propio danés. Sin embargo, de confirmarse el hecho, ir al Giro sería el peor error que Vingegaard puede cometer.

– photo Luis Angel Gomez/SprintCyclingAgency©2024

Hay algunas cuestiones básicas que -seguramente- acabarán con Visma Lease a Bike descartando esta opción. Para empezar, no tienen seguridad de que Jonas, haciendo una preparación normal y llegando a tope al Tour, vaya a batir al esloveno.

Diferencias mano a mano

Ellos mismos reconocieron que, quitando el accidente en País Vasco, no tenían la seguridad de una historia diferente en el Tour tras lo visto en julio. Pogacar hizo muchos cambios el año pasado y elevó el nivel en demasía.

Vingegaard llegará con la confianza algo mermada tras la paliza recibida, sin mencionar que su escuadra parece haber quedado un peldaño atrás de UAE también, con lo que no hay garantías de nada. Adicionalmente, y quizás el punto más importante, es justamente lo colectivo.

Si Jonas decidiera acudir a la Corsa Rosa, UAE puede empezar a ganar el Tour en mayo. ¿Cómo? De por sí, el doblete no es para cualquiera, y aún si el de Visma es de los pocos capaces, UAE tiene el poderío para enviar un bloque top que lo desgaste más de la cuenta.

Los “tulipanes” cuentan con efectivos de lujo, no hay que confundirse, y si recuperan la fortuna que los abandonó este curso, más. Lo que sucede es que, aglutinando lo ideal, tienen para conformar una alineación estelar, mientras que sus adversarios disponen de más recursos humanos.

Vingegaard ganará el Giro si lo corre, seguro. Pero no será un paseo como el que tuvo Tadej en 2024, cuando poco hicieron los rivales para frenarlo o siquiera molestarlo. Los árabes pueden enviar a varios gallos que serían líderes en cualquier otra estructura y hasta sacrificarlos haciendo guerra de guerrillas, simplemente para perjudicar al rival.

Podemos sumar párrafos hablando de los días de recuperación entre grandes, analizando que la semana inicial del Tour no será tan dura, y hasta recordar que lo visto este año fue una excepción y por algo sólo una persona en casi tres décadas consiguió la gesta. Pero el punto base es otro cuando hablamos de estos genios generacionales, y es justamente la brecha abierta entre ellos y el daño que sus gregarios pueden hacer a uno y otro.

Factores adicionales

Sería poco inteligente que Vingegaard opte por experimentar justo cuando debe reconfirmarse. ¿El dinero de RCS? No lo necesita, mal no cobra con los neerlandeses, y siempre puede optar por ir a Italia una vez que verifique dónde está parado en comparación con Pogi. Incluso hasta podría aguardar a que el esloveno regrese a la primera grande y gastarse los dos en simultáneo.

Pero de ninguna manera puede dar ventajas ahora. Especialmente con lo que enseñó Tadej en 2024 y las previsiones de mejora que aún tiene gracias a posibles nuevas modificaciones en su preparación de la mano del nuevo preparador, Javier Sola. O los cambios encargados a Colnago, una de las peores bicis del mercado, que en consecuencia tiene mucho margen de progresión.

Del lado neerlandés, parecieran haber tocado su techo en todos los sentidos en 2023. Hasta que prueben lo contrario, ahora corren de atrás a UAE y, en lo particular, Jonas está forzado a mejorar en su potencia para equiparar los acelerones de Pogi, la principal diferencia entre ambos.

Por supuesto, a todo esto hay que sumarle lo básico: hacer una ronda de tres semanas genera una fatiga con la que pocos pueden lidiar, está el riesgo de caídas multiplicado por la cantidad de días, también el de enfermarse, potenciado por el clima italiano en mayo.

Por último, la fatiga mental. Por personalidad, a Pogacar se le hacen menos cuesta arriba estos eventos, en tanto que a su némesis le sucede lo contrario porque para él es un trabajo y no ama competir tanto. Añadan el tiempo alejado de su familia y la combinación puede ser letal. Sería sensacional ver a Vingegaard en el Giro, pero no es el momento.

Pablo Palermo

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