Jhonatan Restrepo crece en Katusha: “Me siento mal porque hablé más de la cuenta”
Por @pmpalermo
Señalados exclusivamente como escaladores, los ciclistas colombianos han demostrado ser más que eso y, a día de hoy, cuentan con gente como Fernando Gaviria y Jhonatan Restrepo codeándose con los mejores del mundo en el World Tour.
Justamente éste último ha tenido un cierre de año sobresaliente, puesto que se estrenó en una de las grandes vueltas y dejó su marca, aún con su juventud e inexperiencia a cuestas. No sólo eso, sino que los directores de Katusha decidieron para él un programa competitivo selecto, en el que contrario a lo acostumbrado, enviaron a su pupilo a otros eventos de la máxima categoría.
“Correr con las estrellas es una sensación increíble”, dice Restrepo a ciclismointernacional.com con su usual calma. “A veces iba rodando y me pasaba Sagan o algún otro por el costado y no lo podía creer. Estoy muy feliz”, sigue el portentoso atleta que, en su interior, todavía es un “niño”.
Concluido su primer año entero con Katusha (NdR: fue stagiaire en 2015), “Pácora” acumuló 10.736 kilómetros de competición en las piernas, repartidos en 71 días. Suma interesante, si se tiene en cuenta su contexto y que estrellas como Chaves y Urán hicieron 62 y 61 jornadas respectivamente.
Comparaciones al margen, nuestro protagonista asimiló bien las cargas de trabajo, un paso enorme de cara al futuro. “La verdad que nunca conté los días. Sí puedo decir que a mitad de año sentía algo de cansancio, pero al final del curso iba bien”, cuenta.
Es imposible afirmarlo, pero es muy probable que el altísimo nivel del ciclismo de su país haya sido clave en su rápida adaptación. “Se siente mucho el cambio, acá en Europa el ritmo es más elevado, pero también está claro que el nivel de Colombia es muy alto. De todas formas, creo que en cualquier parte del mundo vas a sufrir igual”, opina.
Obviamente, su experiencia en una ronda de tres semanas en su primer curso como profesional, lo marcó. “La Vuelta me cambió. Lo noté más en la cabeza, aunque dicen que cuando uno hace una carrera como esta, el cuerpo se vuelve más fuerte. Esperemos que así sea”, confirma entre risas.
Ante nuestro pedido, Restrepo profundiza en el tema. “Se aprende mucho cómo gestionar las fuerzas para no gastar tanto, a coger las fugas, etc. Correr una gran vuelta es algo muy bonito”, evalúa, y luego remata. “En lo mental, lo que aprendes es que sabes que si quieres estar delante vas a tener que sacrificarte más”.
La teoría la tiene clara, pero aún no pudo comprobar los efectos de la ronda hispana, en parte por decisión propia. “Después de la Vuelta quedaban pocas carreras y ya quería volver a casa, entonces tomé el descanso muy tranquilamente”, sostiene con naturalidad.
Pese a que él desdramatiza los hechos, es innegable que su actuación en la última grande de 2016 llamó la atención. Pero como evita ponderar el tema de modo específico, pasa revista a su temporada completa. “Pienso que, como uno es joven, siempre quiere ganar y estar disputando. Sin embargo, el equipo quería que aprendiera, y lo hice muchísimo. Espero que el otro año pueda hacerlo aún más”.
“Entre las cosas que aprendí están el ser más profesional con la comida, con los entrenamientos y a ser más humilde”, sigue el cafetero. “Es que, cuando uno llega acá, piensa que va ser todo como antes, que va ganar carreras o a disputar, y uno habla más de la cuenta. Ahora que lo pienso, me siento mal porque hablé más de lo que debía, entonces lo más importante es ser humilde”, espeta.
Y ya que está en plan de reconocer errores, el caldense aclara otra cuestión. “Yo no dije que quiero ser como Sagan. Me sacaron de contexto. Me agrada su estilo, ¿a quién no? Pero quiero ser yo mismo“, asevera con mucha actitud.
Así las cosas, Restrepo empezó con el pie derecho a hacerse un nombre, cosa que a él le importa poco o no registra. “La Vuelta no cambió nada, siempre me han mirado con los mismos ojos. Me dicen que soy joven, pero que haga todo con responsabilidad“, explica, para luego extender la respuesta a sus pares del pelotón. “Normalmente, a todo mundo se le respeta porque todos somos iguales. Hay momentos donde se tiene que ir en grupo para poder estar delante, si no es imposible”.
Bueno en los sprints (top 10 en uno de California, otro en Tour de Suiza y dos en la Vuelta), es también un gran rodador y se defiende en las subidas. Con eso en perspectiva, tanto sus directores como la prensa y aficionados, luchan por definir qué clase de corredor es. Pero el colombiano esquiva la respuesta con pragmatismo. “No lo sé”.
En plan de averiguarlo, Katusha modificará un poco su calendario, para poder observar sus respuestas en escenarios diversos a los de este 2016 que dice adiós. “Me han confirmado que voy a Australia, Murcia, Almería, Abu Dhabi y Volta a Catalunya”, informa.
“El primer objetivo es hacer las cosas bien y obedecer lo que me dicte el equipo”, amplía, para luego soltarse un poco y revelar sus anhelos. “Dicen que el Tour es muy lindo y me gustaría conocerlo. También la Milán San Remo, pero hay tantas carreras…”, refiere.
Para estar a la altura de las circunstancias, el versátil pedalista ya se prepara, proceso que inició apenas acabada su última competencia. “Después de la Vuelta me enviaron a descansar. Me dijeron que correría en Australia y que me querían fuerte allí”, manifiesta. “Mi preparador es Francisco Cabello. En el equipo me dieron permiso para estar con él”, explaya, aunque sin dar detalles de su planificación.
Para despedirse, Jhonatan habla brevemente de cómo es su vida en Europa y sus relaciones en Katusha. “El equipo está muy unido y motivado. La salida de “Purito” Rodríguez se nota, se siente el vacío, además cambió en lo mediático, porque este era ‘el equipo de Purito’”, expone.
“A la hora de entrenar, lo hago con amigos. En España vivo en Granada, y los compañeros con los que mejor me llevo son Losada, Vicioso, Bystrom, Haller o Machado. Pero todo el grupo es muy bueno”, zanja.
Jhonatan Restrepo quiere ser él mismo ya que aborrece las comparaciones. Y en esa coyuntura ha empezado muy bien a trazar su camino, porque además de ser un escarabajo diferente a la media, posee cualidades de sobra para destacar la década que tiene por delante. Ya sea al sprint o en fuga, “Pácora” cuenta con el tiempo de su lado y una cabeza muy clara para no perderse en el intento.
Pablo Martín Palermo
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Creo que como rodador que es debería probarse en la primera ronda de clásicas, tiene muy buen perfil para ello y quizás encuentre allí su lugar.
Excelente nota, ya le llegarán los resultados que se le espera.