Por @pmpalermo
Qué comienzo de temporada tan diferente al de 2019 para Julian Alaphilippe. Uno de los tres mejores ciclistas de la campaña previa, comenzó el nuevo curso con una forma notoriamente inferior, a la que se sumaron problemas de salud en San Juan.
No obstante ello, se llevó algunos síntomas positivos durante el fin de semana en la Drome Classic. Allí clasificó 17° a 2:17 de Simon Clarke, pero nunca tuvo chances reales y eso quedó expuesto en la Côte de Grane, idelap ara él, donde Vincenzo Nibali lo cortó.
“Mi condición no es extraordinaria”, dijo a L´Equipe. “Hice el viaje en equipo porque la final me convenía. Así es como es …”, añadió el francés, a quien el mal clima comienzo a atragantársele. No sólo por la lluvia que arreció en el cierre del domingo, sino por lo que se vio el año pasado en Lieja-Bastoña-Lieja o el Mundial en Yorkshire.
Aún así, no hay alarmas en Deceuninck-QuickStep, que sabe de la climatología adversa que puede presentarse en la París-Niza. “Julian está decepcionado porque quería ganar. Pero cuando llueve, sus piernas se ponen rígidas. Tuvo dos buenos días, uno o dos ataques . Tranquilos. Todavía tiene una semana antes de la carrera”, explicó Davide Bramati, director deportivo del bloque belga.
Mal clima o no, es evidente que lo que echa en falta Alaphilippe es una condición más avanzada, la misma que tanto suceso lo llevó a obtener sin importar el terreno o la meteorología. Habrá que ver si este retraso en su forma estaba planificado o, si por el contrario, está contrarreloj de cara a sus objetivos. La Carrera del Sol es el primero de ellos y ofrecerá muchas respuestas.
Pablo Martín Palermo
¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y Twitter
Sumate en facebook: Ciclismo Internacional
Copyright © 2012-2020 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved