Una de las ideas que reinan desde hace años en el ciclismo es que está limpio. Fue tanto el daño que se hizo en el pasado y lo grosero de los hechos, que con las medidas impuestas se ha generalizado la creencia de limpieza total. Pero si se considera que hacer trampa o encontrar atajos está en la esencia del ser humano, difícilmente eso sea real. Por eso son bienvenidas las expresiones de Kittel: “No creo que hoy el ciclismo esté limpio”. El primero en mucho tiempo que opina que todavía hay dopaje.
Kittel: “No creo que hoy el ciclismo esté limpio”
Marcel Kittel fue uno de los grandes sprinters de su generación, el que llegó para desbancar a Mark Cavendish y encima fue parte de un equipo que nació sin hombres para clasificaciones generales porque se creía que eran los que corrompían estructuras con el dopaje. Esa formación hoy es el Picnic y mucha agua corrió bajo el puente, porque incluso ganaron rondas de tres semanas con Tom Dumoulin.
No sólo eso, sino que el propio Kittel colgó la bicicleta antes de la pandemia y desde entonces se ha convertido en un vocero de la lucha contra el dopaje, porque las pocas veces que aparece habla sin pelos en la lengua sobre el tema. Ahora lo hizo de nuevo en declaraciones a Domestique y marcó un punto que rara vez se encuentra alrededor de la generación actual.
Básicamente, el alemán aseguró que todavía hay dopaje, una idea por muchos erradicada por la enorme cantidad de medidas que se han tomado y los pocos casos que surgen en comparación al ciclismo de antaño y a otros deportes. “Cuando salté a profesionales aún repercutían en nosotros las revelaciones sobre el dopaje sistemático de los 90 y 2000. Estaba lleno de fans decepcionados que nos gritaban o escupían y yo, muy joven, no entendía qué tenía que ver conmigo”, narró.
“Lo sucedido no fue un golpe solamente, es algo que quedará por siempre. Creo que fue absolutamente necesario porque ofreció la posibilidad de hablar del problema y analizar de dónde venía”, añadió. “No creo que hoy el ciclismo esté limpio. Absolutamente no. Sería ignorar los hechos por completo. Siempre habrá gente que intentará hacer trampa y tenemos que asegurarnos de proteger lo que logramos, garantizar que sean casos aislados y no algo extendido y sistemático”, opinó.
Enseguida, Kittel habló de cómo la economía también afecta en cuestiones de dopaje. “Todo aumentó…los presupuestos de los equipos, los salarios de los corredores. Algunos pueden ver el dopaje como una oportunidad para acceder a una mejor vida, no lo hacen pensando en vencer a otros. Es algo muy humano”, ponderó, sin avalar las trampas sino buscando entenderlas.
“Periodistas y aficionados, todos pueden decir libremente que no confian en el ciclismo. Y desde el pelotón deberíamos ver eso como una señal para revisar si todo está bien puertas adentro”, expresó. Luego habló de cómo -teóricamente- se superan récords de la era del dopaje sin incurrir en el mismo. “La gente hace cosas increíbles sobre la bici porque se conjuga la periodización del entrenamiento, la planificación del calendario, la nutrición, la tecnología…y todo encaja perfecto”, tiró. “Todo está perfectamente sincronizado. Podemos ser menos estrictos a veces, celebrar el talento. Pero no seamos ingenuos”, sentenció.
Descubre más desde Ciclismo Internacional
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
