La inhalación de monóxido de carbono en campos de altitud fue uno de los últimos casos de grises en el ciclismo. Una práctica cuestionable y que, según se señala, permitiría mejoras en la performance, pero que las reglas lo permitían. El capítulo se terminó de cerrar este jueves con la decisión de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) de prohibirlo por completo, determinación que se suma a la de la UCI en febrero último.
Fin al gris del monóxido
El medio Escape Collective fue el primero en denunciar esta practica a mediados del año pasado, indicando que varios equipos del pelotón, incluyendo Visma y UAE la llegaron a aplicar, y el propio Tadej Pogacar reconoció su uso. Un histórico como Romain Bardet, que se retiró este año, señaló con ironía que el monóxido de carbono “puede explicar la traytectoria de algunos que no conocíamos hace un año”. No obstante Escape Collective nunca probó que se usarael gas como método de mejora de performance. Jonas Vingegaard indicó que su escuadra utilizaba el monóxido como instrumento de medición en los entrenamientos en altura. Es decir, para medir el volumen de sangre y la masa total de hemoglobina, y así saber cuál es la capacidad máxima de absorción de oxígeno, negando el uso de inhaladores para mejorar la performance y posicionándose en contra de dicho uso.
¿En qué consiste?
Algunos especialistas señalan que, aspirado en pequeñas dosis, podría aumentar la capacidad de absorción de oxígeno al simular los efectos del ejercicio en altura, incrementando la capacidad del cuerpo para convertir el oxígeno en energía y, por lo tanto, ser capaz de producir más potencia, especialmente en la alta montaña. La UCI decidió finalmente prohibir su uso –con excepción de su utilización ocasional bajo percepción médica- dado que, además de ser una sustancia que, en la práctica, es dopante, se trata de un gas tóxico que puede generar graves accidentes con efectos como dolores de cabeza, fatiga, náuseas, vómitos, dolor en el pecho, dificultad para respirar e incluso pérdida de conocimiento.
Sólo se permitirá para diagnósticos
Tras la prohibición de la UCI, que comenzó a regir el 10 de febrero, la WADA Ahora se pronunció al respecto. El Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC), organismo antidoping que reúne a algunos equipos del pelotón, acusó a la WADA de ir demasiado lento, enviándole sin respuestas varias cartas de advertencia.
Finalmente, el organismo internacional antidopaje agregó el uso no diagnóstico de monóxido de carbono a la lista de métodos prohibidos. Es decir, solo se permitirá usar para fines como medir la mesa de hemoglobina total o la determinación de la capacidad de difusión pulmonar, tal como mencionó Vingegaard. El reglamento UCI permite una segunda inhalación con estos fines dos semanas después de la primera, obligando a los equipos a registrarlas en un historial médico. “La redacción actual fue elegida para distinguir entre el uso ilegal y la ingesta resultante de procesos de combustión natural (como fumar), el medio ambiente (como los gases de escape) o procedimientos de diagnóstico”, indicó la WADA.
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