La agresión a Pogacar en el Campeonato Europeo

La agresión a Pogacar en el Campeonato Europeo: gestos, toques y pegatinas en la espalda

El domino absoluto de Pogacar y su predictibilidad no necesariamente son algo saludable para el ciclismo y la competitividad. Ver un Campeonato Europeo prácticamente calcado al Mundial de Kigali con un “solo” del esloveno quita mucha de la tensión que caracteriza a este deporte. Simplemente el desequilibrio y la brecha con otros corredores se volvió excesivamente grande y el entusiasmo masivo inicial progresivamente se está convirtiendo en un sentimiento algo agrío por parte de un sector de los seguidores de este deporte, y es algo comprensible. No obstante, este enojo hacia un corredor dominante no debe resultar en agresiones, tal como le sucedieron a otros campeones del pasado. Lamentablemente, en Francia sucedió: Pogacar fue víctima de las acciones repudiables de un grupo de espectadores. Un episodio de agresión que ya se vivió en otras ocasiones este año: un ejemplo fue el bidón que le tiraron a Mathieu van der Poel en París-Roubaix.

La agresión a Pogacar: gestos repudiables y pegatinas

Las imágenes de muestran a dos hombres intentando distraer a Pogacar sobresaltándolo. Uno de ellos hace un gesto de patada con la rodilla dando la impresión de que le iba a pegar, pero mantiene la parte inferior de la pierna doblada, intentando provocar un susto. Pogacar no pareció inmutarse. Otros se bajaron los pantalones mostrándole el trasero.

 

Pero quizás lo que más llamó la atención fue cuando varios aficionados lo tocaron en la espalda, colocándole stickers u volantes en la espalda. Los mismos quedaron pegados por varios metros hasta que se desprendieron. Un tipo de comportamiento que, bajo ningún punto de vista, debería estar permitido. No fue la única “víctima”: Christian Scaroni, italiano que venía en el segundo grupo, también se lo vio por momentos con un sticker pegado. En ninguno de los dos casos se logra discernir con claridad de que se tratan.


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