¿La victoria de Tadej Pogacar en el Campeonato Europeo en ruta fue individual o colectiva? No hay dudas que la fortaleza del esloveno reside en su capacidad propia pero el equipo esloveno, pese a ser a ser sumamente débil con más de la mitad de ciclistas corriendo para equipos continentales, se mostró competente y, de hecho, tanto Domen Novak como Matej Mohoric fueron fundamentales a la hora de controlar la fuga inicial y romper al pelotón. Sin embargo, esa no fue la única ayuda que recibió Pogacar de sus compatriotas. El seleccionador esloveno, Uroš Murn, señaló que la victoria de Pogacar fue “un poco más difícil” de lo acostumbrado, algo que el propio Pogacar compartió en palabras similares.
“Las diferencias no eran tan grandes como parecían. Estuvimos en vilo todo el tiempo Al principio, la diferencia era de unos 30 segundos, luego rondó el minuto”, explicó Murn. “En un recorrido de 200 kilómetros con tantos ciclistas de élite, nunca puedes relajarte”, dijo.
La clave de Pogacar en los Europeos: “Tenía que saber exactamente dónde estaba y fuimos brutalmente honestos”.
El entrenador esloveno señaló un elemento clave para el éxito de Pogacar, el cual, no obstante, también realizaron otras selecciones tanto en Francia como en el Mundial de Ruanda. “Teníamos personal apostado por el circuito, controlando nuestros propios tiempos, porque los marcadores oficiales marcaban constantemente entre cinco y siete segundos menos que la diferencia real. Eso fue crucial. Tadej necesitaba información precisa, y se la dimos”, afirmó.
Pero no solo eso, también le dieron actualizaciones sobre los perseguidores (Evenepoel, Seixas, Scaroni y Ayuso) incluyendo si trabajaban o no juntos, y que tan frescos parecían estar. Tadej tenía que saber exactamente dónde estaba; fuimos brutalmente honestos. Necesitaba saber si estaban rotando, si alguien estaba sentado o si estaban cediendo. Eso le dio la confianza para marcar el ritmo hasta el final.”, dijo Murn. “Tenemos que entender cómo corre Tadej”, explicó. “En llano, se controla; nunca acelera a fondo. Simplemente mantiene el ritmo. Pero en las subidas, rueda con intervalos precisos y duros. El recorrido le venía bien: 400 metros de rampa empinada, seguidos de 1600 metros de aceleración. Ahí fue donde cogió tiempo en cada vuelta. Todo estaba bajo control, pero no fue fácil”.
Los “desconocidos” que ayudaron a Pogacar
Si bien los nombres de Mohoric, Novak y Govekar, tres WorldTour, son los más conocidos, Murn también valoró el esfuerzo de aquellos más anónimos como Mihael Štajnar, Tilen Finkšt, Anže Skok y Jaka Primožic, este último una figura habitual en las convocatorias de Eslovenia. “Con lágrimas en los ojos, digo esto: estos chicos lo dieron todo. Son de la tercera categoría del ciclismo profesional, pero corrieron con una mentalidad de élite. Una entrega al cien por cien. Dejaron su corazón en la carretera por Tadej”.
“Cada ciclista hizo exactamente lo que se necesitaba. No se puede pedir más”, concluyó Murn que liderará a Eslovenia hasta el final del ciclo olímpico de 2028. Tadej terminó la carrera, sí, pero todos la construimos. Desde los ciclistas en ruta hasta el personal que tomaba los tiempos parciales, todos hicieron su trabajo. El hecho de que ganáramos con este tipo de equipo lo hace aún más especial”.
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