Por @pmpalermo
Para muchos -los puristas del ciclismo- la temporada 2020 todavía no arrancó de verdad y lo hará, como decía la tradición, en unos días con la Omloop Het Nieuwsblad. Sin embargo, si realmente omitieron mirar lo sucedido de enero a hoy, se perdieron algunas actuaciones memorables.
No se trata de ninguna exageración, porque varios pedalistas arrancaron el curso a tope, registrando nuevos récords de ascensión o, aún sin contar con números estratosféricos, desarrollaron prestaciones top. Sin ir más lejos, como la de Remco Evenepoel en el Alto del Colorado, durante la Vuelta a San Juan. Allí, tras quedar cortado por abanicos, regresó al grupo de punta y controló en la extensa trepada, salvando el título argentino.
Pero vamos a centrarnos en las cifras que tienen revolucionado al pelotón. Sí, los propios ciclistas hablan de lo que está pasando en el veloz arranque estacional. “Es febrero y ya estamos escalando muy rápido. Se está poniendo cada vez peor, como una carrera de Moto GP”, dijo Quentin Jaurégui a Le Telegramme.
“La semana pasada fue Nairo, ahora Adam Yates. El nivel es altísimo”, lo secundó David Gaudu en el mismo medio. Y eso que el joven de Groupama no es “cojo” cuando las rutas pican hacia arriba. Si él lo dice, por algo será.
La tendencia no es nueva, sino que se ha ido profundizando. La globalización jugó su parte, pero también las motivaciones personales. Por caso, luego de un curso con altibajos, Richie Porte batió sus propios récords en Willunga Hill, paradójicamente, sin ganar allí. El de Trek no falló en la cita con SU puerto, cruzando la línea tras 7:38 de meteórica ascensión en pleno enero, casi a medio año de las fechas en las que tiene que estar a tope.
Otro con más de un motivo para estar fino –Nairo Quintana– recordó al de sus mejores épocas hace un par de semana, en el Tour de la Provence. Allí desplegó todo su arsenal escalador, moviendo unos 6.4 w/kg durante 28 minutos en el mítico Mount Ventoux.
Sí,en un evento menor y contra rivales inferiores o en menor forma. También en una cita corta y no en medio de una grande, y en una etapa sin dureza previa. Pero movió los vatios, cifras que hace rato no movía, ratificado una forma que, en julio, metería miedo en el cuerpo al resto.
Días después, volvió a la carga en el corto Col d´Eze, donde sacó 40 segundos de ventaja a su perseguidor más cercano. Y eso que no era una cota de las que mejor se le acomodan. Al día siguiente, se limitó a controlar para hacerse con la general del Tour du Var, pero de haber querido, también habría destrozado el historial del Mont Faron.
No queda ahí la cosa. Tadej Pogacar se lució en la Volta a la Comunidad Valenciana, especialmente en la Sierra de Bernia, coto de caza al estilo Valverde, que se vio como un novato al lado del jovencito esloveno. Quitando que el “Bala” no está fino (¡y es noticia!), los 6.4 w/kg que desplegó el de UAE dejaron perplejos a todos.
Nunca se lo vio esforzado, incluso hasta pareció medirse durante los 19:16 que duró su performance en los 5.12 km al 12.15 %. Piernas mágicas para el corredor de moda, que volvió a exhibirse en el UAE Tour, pero sin premio. Es que su remontada en Jebel Hafeet se topó con otro sin cadena: Adam Yates.
Mientras el favorito de todos hacía molinillo en los 10.9 km al 6.8% del puerto árabe, Adam rodaba a 24.99 km/h y con plato grande. Sobra decir que, además de saltar anticipadamente, el británico sostuvo el esfuerzo, marcando el nuevo mejor tiempo en la montaña emiratí con 26.10, 15 segundos mejor que la marca previa.
En una cita menor, pero Alberto Bettiol -dueño del Tour de Flandes- produjo una eximia prestación durante la Etoile de Besseges. Fue en Le Mont Bouquet (4.6 km al 9.1% en los que fue el mejor gallo tras la fuga con 13.53) primero, seguidos de una crono con final en alto. Llegó acalambrado, pero se hizo con el título merced a números de escalador puro.
No hubo récord, pero en Vuelta a Andalucía, Jakob Fuglsang y compañía hicieron Monachil en 20.32, menor tiempo empleado de 2006 a la fecha. En la jornada inaugural, primer día competitivo del curso para ambos, Landa y Fuglsang treparon a 6 w/kg en Las Palomas. Además, el danés se mostró intratable en cuestas de cabra y crono, llevándose el título con la misma solidez que mostró durante casi todo 2019.
En Algarve, Evenepoel se soltó la crono más veloz de los últimos tres años allí. Y aunque eso no sorprende tanto de un especialista de su talla, sirve para resaltar -aún más que su victoria en Malhao- la condición de Miguel Ángel López, que cedió 38 segundos con el belga (menos de 2″ por km) y superó a varios croners de reconocida trayectoria.
No sorprende un comienzo firme del boyacense, hace un año campeón en el Tour Colombia, pero es para reseñar su contrarreloj, disciplina en la que ha crecido, disminuyendo sus usuales pérdidas en grandes vueltas. Si logra limitar más la sangría y deja los infortunios a sus espaldas, tendrá más opciones de hacerse con la grande que tiene en el ADN.
Así las cosas, sin que haya iniciado la campaña para algunos, hay atletas que se salen. Y aunque se antoja improbable que se pasen de forma con toda la tecnología aplicada al rendimiento, es complicado que puedan rendir mucho más.
Sólo el tiempo mostrará si hicieron bien o mal en arrasar en invierno, en lugar de crecer progresivamente. O si los avances han sido tales que, aún destrozando récords, están lejos de sus mejores versiones.
*Algunos valores fueron tomados del blog de Mihai Cazacu
Pablo Martín Palermo
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