La polémica tendencia que crece en los contratos de los ciclistas

Un fenómeno que trajo dolores de cabeza en los últimos tiempos. La polémica tendencia que crece en los contratos de los ciclistas

Casos que terminaron en novelas

Maxim van Gils, Cian Uijtebroeks y, tal vez, en un futuro, Juan Ayuso. ¿Qué tienen en común todos estos casos? Salidas traumáticas de todos sus equipos que terminaron en novela. La razón es simple: todos estos ciclistas “rompieron” sus contratos con sus ex equipos. Al contrario de otros deportes como el fútbol, el ciclismo, en principio, tiene contratos bastante estáticos. No se permiten los préstamos ni existen las cláusulas de recisión. Si un ciclista quiere abandonar un equipo para pasar a otro antes de que termine el contrato, las tres partes (escuadra, corredor con agente y el otro equipo) tienen que llegar a un acuerdo.

Por lo general hay una compensación del equipo que se lleva al otro ciclista. Visma le tuvo que pagar un cierto monto a Red Bull-Bora por Uijtdebroeks, Red Bull tuvo que hacer lo mismo –un año después por Van GIls con Lotto. De hecho, esos fondos le están siendo de ayuda a un Lotto que perdió su segundo sponsor en esta temporada 2025. En otros casos hay más tecnicismos: Lotto tenía un contrato con Caelb Ewan hasta fines de 2024 y continuó pagando parte del salario el año pasado pese a que se había ido a Jayco.

Todas estas situaciones tienen un denominador en común. Generalmente las escuadras que pierden al corredor salen perdiendo. Si bien reciben una compensación, no pueden sustituir la inversión que hicieron en dicho corredor en los años anteriores.

La aparición de las cláusulas y las negociaciones anticipadas

Es por eso que cada vez más aparecen las cláusulas de recisión como la que Ayuso aparentemente tiene con UAE y que llegaría a los 100 millones de euros. “Así, los equipos se protegen, y nosotros los agentes también, añadiendo cláusulas que protegen al joven atleta. No se trata solo de bonificaciones al final del año, sino también de renegociar el contrato en función de los resultados obtenidos”, señaló el representante, Alex Carrera a Bici.Pro. Tadej Pogacar y Jasper Philipsen son algunos de sus representados.

Pero no es el único cambio en la era post-COVID del ciclismo. “Antes, las negociaciones comenzaban durante las clásicas en Bélgica para los ciclistas de las clásicas, mientras que para los escaladores se discutía el Giro de Italia y, sobre todo, los días de descanso del Tour de Francia. Ahora ya no es así. Los equipos trabajan con mucha antelación, planifican el futuro para contratar a los mejores ciclistas y, por lo tanto, las negociaciones comienzan en enero”, explicó. Todo esto pese a que, por normativa de la UCI, los anuncios solo pueden hacerse luego del 1 de agosto.

Equipos cada vez más alertas

Incluso hay negociaciones que se dan a más de un año del pase efectivo.

“Otro aspecto que ha cambiado mucho en el mercado de fichajes es que los equipos, con jóvenes ciclistas fuertes y prometedores, no esperan a que venza el contrato. Incluso empiezan a planificar la renovación el año anterior. Por ejemplo, Giulio Pellizzari, que tiene contrato con Red Bull-Bora hasta 2027, tras el Giro de Italia, ya se ha empezado a hablar de su futuro. Si un corredor fuerte vence el 31 de diciembre de 2026, no se puede esperar: ya lo habrá perdido en octubre de 2025; otro equipo seguramente ya habrá llegado a un acuerdo. Por eso los contratos se renuevan antes”.

Los corredores más demandados

Entre los ciclistas más requeridos por el mercado –indicó Carrera- se encuentran aquellos que no ganan mucho, pero suman muchos puntos: aquellos que suelen ubicarse entre los puestos 60 y 30 del ranking UCI. Cita como ejemplos a dos ciclistas latinoamericanos: Harold Martín López (XDS-Astana) y Guillermo Thomas Silva, uruguayo del Caja Rural.

De cara a la temporada 2026, Carrera –con conocimiento y contactos- prevé “importantes adquisiciones del INEOS” al igual que movimientos inmediatos por parte de aquellas formaciones en riesgo de descender. “Quieren contratar a un ciclista que les garantice entre 300 y 400 puntos desde el 1 de agosto hasta el 31 de octubre. Puntos que, al final del año, pueden marcar la diferencia entre obtener o perder la licencia WorldTour”, señaló. Por lo tanto, se podrían esperar movimientos como el de Alberto Bettiol, quién el año pasado no esperó a finalizar el año para abandonar EF e ingresar en Astana, sino que lo hizo inmediatamente en agosto.

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