La Unión Ciclística Internacional (UCI) sufrió una derrota en la justicia y no podrá probar límites en el desarrollo de las bicicletas para poder controlar sus velocidades máximas. Tanto SRAM como varios equipos del pelotón que utilizan sus componentes, incluyendo Visma y Red Bull, bloquearon la medida en la justicia luego de que la empresa estadounidense afirmara que la decisión perjudica específicamente a los sistemas desarrollados por ellos y no, por ejemplo, a los de Shimano.
¿Una medida discriminatoria?
Tal como señalábamos semanas atrás, la medida, que iba a ser testeada en el Tour de Guangxi la semana próxima, implicaba una velocidad máxima permitida de 10,46 metros por vuelta de pedal, lo que, aproximadamente, se traduce en una relación de transmisión máxima de 54×11. Los equipos que utilicen sistemas Shimano o Campagnolo no se verán prácticamente afectados por el cambio, ya que estos sistemas incluyen un piñón de cassette inferior de 11 dientes. En cambio, la norma excluye la popular configuración 54×10 de SRAM RED AXS, utilizada por muchos de los equipos WorldTour que usan esa marca.
En respuesta a esto, SRAM presentó una denuncia ante la Autoridad Belga de Competencia (BCA) argumentando que el anuncio de las pruebas de la UCI generó “daños tangibles”. La BCA, a su vez, inició un procedimiento antimonopolio formal que terminó fallando a favor de SRAM y nueve equipos del pelotón que utilizan sus componentes, incluyendo Visma, Lidl-Trek, Movistar y Red Bull-BORA. La sentencia establece que la UCI debe “suspender de inmediato, y a más tardar el 13 de octubre, la implementación de la Norma de Relación Máxima de Transmisión”.
La UCI es derrotada en la justicia
“La BCA reconoce la legitimidad e importancia de que un organismo regulador deportivo como la UCI garantice la seguridad de los atletas”, se lee en el comunicado de la autoridad belga. “Sin embargo, los procedimientos para determinar las normas técnicas promulgadas a tal efecto, así como las pruebas correspondientes, deben cumplir las condiciones esenciales de proporcionalidad, objetividad, transparencia y no discriminación, habida cuenta de las consecuencias económicas de dichas normas. No pueden resultar en una restricción indebida de la competencia entre los proveedores de equipamiento deportivo”.
“SRAM es uno de los dos principales proveedores de sistemas de transmisión para bicicletas de carretera utilizadas por ciclistas profesionales y el único que actualmente no tiene un producto que cumpla con los requisitos del Estándar de Relación de Transmisión Máxima”, se lee en el comunicado de BCA. Según la misiva, la restricción de la UCI provocaría daños graves tanto a SRAM como a los equipos que utilizan sus sistemas de transmisión.
Dura respuesta de la UCI
Tras la decisión, la UCI rechazó la decisión y anticipó que va a apelar. El organismo rector expresó su sorpresa por la intervención de una autoridad nacional de competencia “sobre un tema deseado por todos los actores del ciclismo”, indicando que el caso se refiere a “una autoridad belga que responde a una queja de una empresa estadounidense contra una asociación deportiva suiza con respecto a una prueba que se realizará en territorio chino”. “La UCI lamenta profundamente que la seguridad de los ciclistas no parezca ser un objetivo compartido por quienes cuestionaron la implementación del Protocolo de Prueba de Transmisión Máxima”, continúa el comunicado. “Sin embargo, la UCI seguirá actuando en beneficio de la seguridad de los ciclistas, otros miembros del pelotón y los espectadores”.
“Quizás deberían focalizarse en que no haya coches estacionados en las carreras”
Diversas voces, como la de Wout van Aert, en su momento propusieron limitar las velocidades de las bicicletas para evitar accidentes, aunque otros consideran que no se trata de una solución. Uno de ellos es Jonathan Vaughters, director general de EF, quién en la red social X, sugirió que la UCI debería centrarse en las preocupaciones de seguridad genuinas en lugar de en las relaciones de transmisión. “¿Quizás deberían focalizarse en cuestiones como asegurarse de que los vehículos estacionados (y aún en movimiento) no estén en el circuito de carreras, las curvas ciegas con montones de rocas en el vértice no estén en el circuito de carreras y las motocicletas no sean parte del pelotón tengan prioridad sobre las restricciones de marcha, la longitud de los calcetines y el ancho del manillar?”, cuestionó Vaughters.
Perhaps things like making sure parked (and still moving) vehicles are not on the race course, blind corners with rock piles in the apex are not on race courses, and motorcycles aren’t part of the peloton take precedence over gear restrictions, sock lengths, and handlebar width? https://t.co/4JS9AWqIpE
— Jonathan Vaughters (@Vaughters) October 9, 2025
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