La UCI sanciona por primera vez una celebración en meta

Y nuevamente muestra grandes inconsistencias en sus criterios. La UCI sanciona por primera vez una celebración en meta

Primera sanción por celebrar

La advertencia estaba hecha. La UCI agregó a fines del año pasado como nuevo comportamiento sancionable la celebración en meta levantando los brazos o hablando por radio sin las manos en el manillar por detrás del ganador. Este reglamento, por ende, iba especialmente dirigido a los compañeros de quien gana en la meta. Se considera que, al realizar estas acciones, los corredores -aún permaneciendo en la línea- bajan la velocidad, poniendo en peligro a los demás.

El primer sancionado por esta regla fue Kaden Groves (Alpecin) en la Kuurne-Brussel-Kuurne. Luego de realizar un perfecto lanzamiento que llevó a la victoria de Jasper Philipsen, Groves levantó los brazos festejando el cometido. Por esta acción, el ciclista australiano recibió una tarjeta amarilla (su primera de 2025) y una multa de 500 chelines. Además, fue relegado del décimo puesto al 57º, el último del grupo, perdiendo los 35 puntos UCI que aportó su colocación.

Si un corredor recibe dos tarjetas amarillas durante el mismo evento, puede ser descalificado y suspendido por siete días. Tres tarjetas en 30 días pueden resultar en una suspensión de 14 días para un corredor o director. Seis tarjetas en un período de 52 semanas consecutivas pueden resultar en una suspensión de 30 días. Si la suspensión cae durante la temporada baja, se cumplirá durante la temporada siguiente.

El video y la foto de la acción penalizada

pic.twitter.com/37jzQO7SSZ Kuurne-Burssels-Kuurne
Jasper Philipsen (Alpecin)
Olav Kooij (Visma) (“)
Hugo Hofstetter (Israel Premier-Tech) (“)
4️⃣ Arne Marit (Intermarché) (“)
5️⃣ Rick Pluimers (Tudor) (“)

— Ciclismo Internacional (@CiclismoInter) March 3, 2025

¿Tuvieron razón los comisarios?

Concretamente, la regla que infringió Groves dice lo siguiente: habrá sanción cuando un ciclista “desacelera durante un sprint y ponga en peligro a otros ciclistas (permanecer conscientemente dentro de la línea de otros ciclistas, celebrar en el grupo, hablar por radio o quitar las manos del manillar mientras está en el grupo)”. Groves quitó las manos del manillar al llegar, como se ve en el video y las fotos que adjuntamos en este artículo.

Por otro lado, aparentemente, un motivo de la sanción fue que Groves puso en peligro a Jonathan Milan (Lidl-Trek) pero Milan ya estaba delante suyo al momento de la celebración.

Inconsistencia en las sanciones

Al ser algo subjetivo, las sanciones de la UCI se mostraron muy inconsistentes. Es muy debatible que Groves haya “puesto en peligro a otros corredores”. Por otro lado, en repetidas ocasiones, vimos que la UCI relegó a corredores por acciones peligrosas en el sprint, pero no tuvieron tarjeta amarilla. Toda una falta de criterio pues, las tarjetas amarillas, fueron creadas justamente para sancionar comportamientos de peligro. Al mismo tiempo, en la misma carrera de Kuurne-Brussels-Kuurne, Pets Kelemen (Tudor) recibió una amarilla por tomarse de una botella ofrecida en una moto (la famosa “botella pegajosa”). Sin embargo, por si misma, no se trata de una acción “que pone en peligro a otros corredores” y, por tanto, merecedoras de una tarjeta.

Nuevamente, el caso de Groves, muestra que la UCI, si bien tiene buenas intenciones con sus reglamentaciones y sistema de tarjeta, falla en los criterios, los cuales cambian de carrera en carrera e incluso de jornada en jornada dentro de una misma competencia. Si a eso le sumamos que las sanciones de las tarjetas amarillas no son lo suficientemente severas, nos encontramos frene a una situación que aún necesita muchos perfeccionamientos.

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