Landa no se irá del Tour 2024 sin ser Landa
La carrera deportiva de Mikel Landa es una sucesión de etapas en las que alternó galones con la obligación de trabajar. Y en la mayoría de las ocasiones en las que le tocó el segundo rol, tuvo tantas o más piernas que el capo de turno para el que tenía que vaciarse.
No es el caso en 2024, pero por otro lado, tampoco ha tenido que exprimirse en demasía para Remco Evenepoel, porque el belga casi que se arregló solo por rodar a un nivel más alto. Eso dejó al vasco haciendo su carrera, prácticamente como si fuera otro gallo buscando el top 10.
Y una vez más -la quinta para ser exactos-, Landa lo conseguirá. Pero, así como su trayectoria quedó marcada por esa alternancia de posiciones y ocupaciones, tuvo siempre una fija: su verborragia imposible de frenar. La misma que ahora lo llevó a decir que va por el 4to lugar de la general.
“Si Remco no me necesita me gustaría probar ir por el 4to puesto”, dijo, mucho más calmo que antaño, pero imposibilitado mentalmente de contentarse solamente con lo que le piden que haga, ser gregario.
Por supuesto, el vasco podría verse forzado a tirar de su líder si éste tiene un mal día o, por el contrario, de hacerlo a la ofensiva si el jovencito asalta el segundo lugar de Vingegaard. “Tenemos eso en mente, quizás mañana seamos más agresivos”, completó Mikel, de irreprochable Tour en lo físico, así como en su comportamiento, porque nunca dejó dudas sobre su rol.
Pero claro, a un par de días del cierre, le salió de adentro. Y si no compromete a su compañero y capitán, está muy bien que se llene de gloria, o lo intente al menos.
Mucho tendría que pasar para que Landa acabe 4to, plaza de la que 27 segundos lo separan. Primero, debe tener libertad, es decir que Evenepoel no lo requiera. Luego contar él con buenas piernas, esperar una debacle de Almeida -difícil si nadie ataca a Pogacar o éste exprime a su gente- y por último, que el portugués haga una mala crono.
Demasiados factores como para que el experimentado pedalista firme su tercer 4to puesto en la Grande Boucle luego de los obtenidos en 2017 y 2020. Aún así es loable que finalice 5to también, evidenciando un nivel que pocos tienen y una vigencia aún más privilegiada a una década de su primer podio en grandes vueltas.
Bien por Mikel, que no sólo irá como capo a la Vuelta a España sino que concluirá -salvo percances- como el español más destacado, y además como el corredor más veterano (34 años) dentro del top 30.
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