2025 terminará como una continuación de 2024: el ciclismo entró en la era Pogacar. Tal como lo fue la era Sky, dominio absoluto sin ningún tipo de chance para los demás, con excepción de la magia que Mathieu van der Poel presenta en algunos terrenos de las clásicas. ¿Hasta cuándo durará? Parece ser que eso dependerá más de Pogacar mismo que de otros, pues hay una brecha que, por el momento, se ve inconmensurable. Por suerte, nada dura para siempre, pero, por ahora, esto es lo que hay. En los Europeos, Pogacar mostró nuevamente su nivel con un ataque a 76 kilómetros de meta que lo llevó a un triunfo inevitable. ¿Pero que hubo detrás de ese ataque? ¿Qué cifras marcó? ¿La diferencia realmente es abismal? ¿Hay alguna táctica que funcione?
Los rivales de Pogacar no pudieron aguantar
A través de una recopilación de datos de Strava, Velo indagó sobre los números que marcó el esloveno en una ruta que ya, desde el vamos, calzaba perfectamente para sus ambiciones: 3400 metros de desnivel positivo en 13 ascensiones categorizadas. Las subidas largas se ubicaron en la primera mitad del perfil, mientras que la segunda mitad incluyó un circuito más corto con múltiples repeticiones del corto y empinado Val D’Enfer (1,6 km al 9,7%). Era inevitable que Pogacar atacara en la última vuelta del circuito largo y allí tenía dos opciones hacerlo en Val d´Enfer o en la subida de Saint Romain de Lerps (7 km al 7,2 %).
Antes de su movimiento final, Pogacar recibió dos ataques: uno a 109 km por Bélgica y otro a 92 km con Jan Christen, Pavel Sivakov y Remco Evenpoel. Pese a ser un esfuerzo máximo, Pogacar no se inmutó. Para dar un ejemplo, las cifras de Sivakov en ese pasaje de Val D´Enfer muestra una potencia estimada de 629 vatios (8,9 w/kg) durante 2:50 a 2.513 vm/h (velocidad ascensional media). Un esfuerzo “ridículamente difícil”, según Velo que la mayoría de los profesionales “no podrían igualar”. Un VAM de 2.500 vm/h solo puede ser mantenida en 30 segundos por la mayoría de los aficionados, lejos de los casi de tres minutos tras 92 km que se marcaron aquí.
Un ataque que puso en rojo a todos
El ataque de Pogacar vino luego, en la subida final de Saint Romain de Lerps, dejando fuera a todos salvo a Evenepoel, que explotó pocos momentos después. Al observar el historial de Sivakov, se observa que la primera parte del Saint Romain de Lerps se mantuvo a un ritmo de aproximadamente 7w/kg. Luego, Pogacar atacó, y solo Evenepoel pudo seguirlo. Sivakov no solo se quedó atrás, sino que también implosión en la subida, bajando a menos de 5,8w/kg durante los últimos minutos del esfuerzo. Al final, las diferencias de tiempo fueron abismales. El décimo puesto estaba a casi siete minutos de Pogacar, y solo sobrevivieron 17 ciclistas.
¿Hay alguna forma de derrotarlo?
La pregunta del millón es cómo hace Pogacar para que funcionen tan bien sus ataques al considerar que Evenepoel, luego, pudo mantener la diferencia a no más de un minuto, estabilizándola por completo e incluso, por momentos, reduciéndola. El hecho es que ataca con tanta fuerza que todos explotan al intentar seguir e incluso superan tanto el ímte que luego tardan en recuperarse. Obviamente también ayuda el factor psicológico: tanto en los europeos como en Tre Valli Varesine se vio una clara falta de compromiso y cooperación en los segundos grupos.
¿La clave entonces es no seguir a Pogacar como hizo Evenepoel en los europeos o Del Toro en el Mundial? ¿Formar un segundo grupo que pueda cooperar para acortar la diferencia y así lelgar a un Pogacar más fatigado? Son todas preguntas hipotéticas pues hasta ahora ni los corredores ni equipos como Visma encontraron la forma de derrotarlo. Quizás simplemente no exista esa forma y nos tengamos que contentar con carreras predecibles y sin ningún condimento.
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