Le dijeron que no le veían futuro y se quedó sin equipo por Ewan y Pidcock

El DSM no le renovó y sus contactos no fueron fructíferos. Le dijeron que no le veían futuro y se quedó sin equipo por Ewan y Pidcock

Todos los años ocurre algo en el pelotón que pocas veces se nombra: muchos ciclistas se quedan simplemente sin equipo. Algunos logran acobijarse en una formación pro o continental, otros no tienen la misma suerte. Es el caso de Martijn Tusveld, ciclista neerlandés de 31 años, que llevaba siete temporadas en el DSM (actual Picnic-postNL). Participó del engranaje de la escuadra en 8 grandes vueltas (un Tour, 3 giros y 4 vueltas) pero eso no le fue suficiente. Su ahora exequipo no le renovó el contrato. Todo estaba apuntado a tener un lugar en el INEOS, escuadra que aún tenia lugares vacantes, pero nada llegó a materializarse.”Estoy pasando por un momento difícil con esto”, admitió Tusveld a WielerFlits.

Le dijeron que ya no veían futuro en él

¿Cuál fue el argumento del DSM para no renovarle? Señalan que es por un motivo deportivo y nada personal. “Tenemos demasiados del tipo de Martijn en este momento. Lo que significa que también aporta menos valor. Martijn es un corredor muy bueno y siempre motivado, que siempre antepone los intereses del equipo. Eso no es nada contra él como persona. Si hubiera alguien más de su perfil con un contrato a punto de expirar, tampoco lo habríamos ampliado”, afirmó el director deportivo, Rudi Kemna. A veces las palabras son duras. Kemma le dijo a Tusveld que ya no veía futuro en él. El neerlandés lo consideró como algo doloroso en lo cual no está de acuerdo. Admitió que tuvo un 2023 complicado, pero que lo compensó el año pasado.

“Entiendo que el año 2023 no fue bueno para ellos. Después de una buena primavera me permitieron participar en el Giro de Italia. Me caí fuerte en el primer tramo y sufrí abrasiones profundas. Luego comenzaron a arder, lo que finalmente llevó mucho tiempo. Después de eso apenas corrí seis días”, indicó. “Pero creo que me mostré bien en la primera parte de 2024. Antes de la temporada, la dirección del equipo me dijo que ya no sólo debía ser importante en las etapas de montaña, sino también en otras áreas como lograr un buen posicionamiento para los sprinters”, explicó.

Pensaba que había hecho lo suficiente para quedarse

De esa forma, Tusveld trabajó para sus líderes en la Drôme Classic, Ardèche Classic y en la Lieja-Bastoña-Lieja. “Quizás la gente no lo recuerde, pero hubo una gran caída al comienzo de la carrera en Lieja. Mathieu van der Poel y Tom Pidcock, entre otros, se quedaron atrás. Mi trabajo era mantener a Romain Bardet al frente en esa fase, y lo logré. Eso fue crucial, porque todos los que estaban detrás de ellos estaban trabajando duro para llegar a la final. Romain logró el mejor resultado para nuestro equipo: segundo”.

“Recibí un buen programa y después de la Vuelta a España quisieron evaluar si todavía podía conseguir un contrato o no. En la Vuelta a Burgos dejé a Max Poole en la etapa de montaña a 4,5 kilómetros de la meta. También hice dos sprints para Pavel Bittner, uno de ellos a 150 metros de la meta, que también ganó. Sentí que ya me había asegurado una estancia más larga allí. Sobre todo, por mi papel en la quinta etapa de la Vuelta, que Pavel consiguió ganar”.

De hecho, Bittner fue muy agradecido con Tusveld. Esto dijo en la etapa de su victoria: “estaba sufriendo un poco porque la carrera se abrió en el puerto, pero Martijn se quedó conmigo y me ayudó mucho, también mentalmente”, indicó en su momento. “En la etapa a Santander, la última oportunidad de sprint, logré dejar a Pavel al volante de Kaden Groves en el último kilómetro (Bittner quedó segundo detrás de él). Pavel le dijo después a su entrenador que se sentía muy mal, pero que sabía que tenía que quedarse con mi rueda y que todo estaría bien. Su entrenador vino a contármelo personalmente. Eso es bueno, por supuesto”, manifestó Tusveld.

El momento de la mala noticia: “me cuesta lidiar con eso”

Sin embargo, las cosas no fueron así. Dos semanas después de la Vuelta le comunicaron lo peor: no le renovarían el contrato. “Yo creía que tengo valor para el equipo. Uno se siente impotente. Trabajé duro para dominar los roles nuevos que me dieron, realmente lo disfruté y seguí mejorando. Siempre estuve en el lugar correcto y nunca me sentí encerrado. Sigue siendo doloroso no poder hacer nada con eso en este momento. Me cuesta lidiar con eso”, continúo.

Su última carrera, al menos por ahora, fue el Giro a Lombardia. “Mientras seguía encima de la bicicleta pensé: ‘esta nunca podrá ser mi última carrera’. Mirando hacia atrás, eso es muy triste”, recordó Tusveld.

Los fichajes de Pidcock y Ewan le cerraron las puertas

¿Y ahora? Hasta mediados de este mes tenia la esperanza de lograr un contrato con INEOS. Se había contactado con Lotto y Q36.5, pero no se pudo llegar a nada. Lotto no logró contactarlo por sus problemas financieros y Q36.5 lo dejo plantado por la oportunidad que surgió de sumar a Tom Pidcock.

Las negociaciones con INEOS fueron más avanzadas. “Durante mucho tiempo dudaron si querían cubrir el puesto vacante de Pidcock. Yo era la primera opción para eso. Además, sólo tenían 27 corredores, lo cual es bastante pequeño para un programa World Tour”. Una semana después de decirle que no lo iban a sumar, anunciaron la llegada del velocista Caleb Ewan.

Ahora completará sus estudios

Rechazado por tantos equipos, no sabe si volverá a la bicicleta. “Ahora estoy analizando si puedo hacer mis prácticas de dos o tres meses para completar mis estudios de psicología. Tengo tiempo para eso ahora. Preferiría seguir trabajando en el ciclismo después, y también quiero hacer psicología deportiva. Voy a empezar a crear un sitio web para ofrecer entrenamiento mental a ciclistas jóvenes” “Me pregunté si quería correr en Asia, pero fue difícil involucrarme en este momento del año. Ahora parece que ya nada vendrá de un equipo profesional o mundial”, lamentó.

Aun así, tiene cierta esperanza. “Nunca se sabe lo que pasará con las lesiones y cosas por el estilo. Hay muchos ejemplos de corredores en los últimos años que encontraron un nuevo equipo después del inicio de la temporada. El ciclismo es lo que más me gusta que existe. Mientras pueda seguir haciendo eso, lo haré. Continuaré manteniendo abiertas mis opciones”.

Picnic/DSM: una escuadra de conflictos

La de Tusveld no es la única salida con sabor amargo del DSM y, de hecho, parece ser una constante en varios de los excorredores de la formación. Tiesj Benoot (Visma) y Ilan van Wilder (Soudal) tuvieron conflictos en su salida en 2021, e incluso el último llegó a ir a la justicia. En el caso de Van Wilder, tuvo problemas con la entrega de equipamiento y fue eliminado de forma imprevista en la selección para la Vuelta. También hubo roturas de contrato anticipadas con Tom Dumoulin y Michael Matthews.

Un denominador común de los problemas es el modo de entrenar de la formación y la falta de flexibilidad. Marco Brenner, ahora con el Tudor, hizo modificaciones en su posición de bicicleta para sentirse mejor, pero el equipo lo penalizó e incluso lo aparto de la Vuelta a España, sin darle un calendario alternativo.

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