Con las pruebas de contrarreloj elite masculina y femenina, hoy dio inicio el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta 2025 en la ciudad de Kigali en Ruanda, el primero en continente africano. Pese a los elogios de esta decisión de la UCI de realizar el Mundial en una zona históricamente subrepresentada en el ciclismo, hubo diversos cuestionamientos a la elección de Ruanda: se acusa al país de utilizar este evento deportivo para tapar el autoritarismo del régimen de Paul Kagame, presidente desde el año 2000. Además, se achaca al país de apoyar al grupo rebelde M23 en el este de Congo, hasta tal punto que la Unión Europea (UE) impuso sanciones al ejército ruandés. El mundial, de hecho, corrió riesgo de no realizarse a principios de este año por la cercanía del conflicto.
No obstante, en su columna semanal en Het Nieuwsblad, Patrick Lefevere, veterano director de Soudal Quick-Step que se retiró a fines del año pasado, defendió con firmeza a Ruanda e incluso indicó que el autoritarismo fue fundamental para su crecimiento en las últimas décadas.
La UCI y otro coqueteo con el sportwashing
Numerosas voces apuntan contra Ruanda por la falta de libertad de expresión: algo que incluso involucró a un periodista que vino a cubrir el Mundial cuyo ingreso al país le fue denegado por pedido expreso del gobierno del país africano. Sin embargo, Lefevere tiene otra mirada.
“Sé que estaré pisando callos muy sensibles durante un tiempo, pero estoy cien por cien a favor del Campeonato Mundial UCI en Ruanda”, escribió Lefevere. “La UE paga millones al ejército de Ruanda para proteger los intereses de empresas europeas, entre otras, como TotalEnergies, para ser claros. La UE también cerró un importante acuerdo de materias primas con Ruanda. Todo esto es evidente, pero si las carreras se celebran en el mismo país, de repente es una gran vergüenza”, argumentó poniendo de relieve una presunta doble moral en torno a las críticas a Ruanda.
“África está completamente infrarrepresentada”
“Hay mucho que decir sobre Paul Kagame, pero cualquiera que haya estado en Kigali solo puede quedar impresionado por cómo funciona esa ciudad. Tengo setenta años y he trabajado y contribuido a la sociedad toda mi vida. Puedo dar mi opinión: reconstruir un país completamente dividido y destruido a lo que es ahora solo es posible con un líder autoritario. Con nuestros ciento diez ministros belgas, o quién sabe qué, ciertamente no habría funcionado”, completó Lefevere, cuyos equipos, en ocasiones, compitieron en el Tour de Ruanda y algunas competencias africanas.
En ese marco, Lefevere consideró que las carreteras, hoteles y la organización de Ruanda son prueba de que el país está preparado para albergar un evento de esta magnitud, cuya realización en África consideró necesaria de cara a la globalización del ciclismo. “África, especialmente el África negra, está completamente infrarrepresentada en el ciclismo. No pretendo ser más noble de lo que soy: un buen ciclista africano tiene un valor incalculable en términos de publicidad”, indicó.
Lefevere quiso fichar a Girmay
Pese a esto, Soudal no contrató en ningún momento a un ciclista negro. Lefevere, no obstante, admitió que hubo planes al respecto con dos ciclistas eritreos. Indicó que Soudal estudió a fondo a Henok Mulubrhan pero que no lo consideró listo para el WorldTour. El ex ciclista de Bardiani y BIKE AID terminó fichando el año pasado para Astana. En tanto, también Biniam Girmay estuvo en la mira y Lefevere afirmó que mantuvo conversaciones con él y su agente, Alex Carrera. “Por un lado, su sueño era correr para nuestro equipo. Por otro, le preocupaba no entrar en el equipo de las clásicas”, reveló Lefevere.
“Me alegra que Biniam esté en la salida del Campeonato Mundial. Sin el ciclista africano más exitoso de la historia, habría sido una verdadera lástima”, concluyó Lefevere sobre la presencia del eritreo, que estará presente pese a una ruta completamente inadecuada para sus características.
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