Lefevere: “Si no estás preparado ahora para el ciclismo cuando todo se abre, mejor vuélvete un ermitaño”

Por Oscar Trujillo Marín

La manera como cada equipo ciclista ha sorteado la crisis económica y el parón de sus actividades provocada por el coronavirus ha dejado en evidencia su real potencial de respaldo económico, pero también la capacidad de gestión e incluso, por desgracia, sus carencias éticas.

Es iluso pensar que escuadras que trabajan con presupuesto cerrado desde el año anterior, de repente entren en quiebra con dos meses de inactividad, cesen personal, reduzcan sueldos a menos de la mitad, pero mientras tanto sus mánagers conserven sus privilegios económicos intactos.

Al respecto de hasta qué punto afectan estas consecuencias financieras a los equipos, en Het Laatste Nieuws, Patrick Lefevere director y hombre fuerte de Deceuninck Quick Step se pronunció: “Otros equipos han despedido o apartado a todos los trabajadores independientes. Yo hice un compromiso realista y razonable con ellos al inicio de este periodo de incertidumbre para poder continuar. Todos aceptaron de inmediato”, dijo el experimentado jefe de escuadras top exitosas desde hace más de 25 años.

Lefevere afirmó que no necesariamente ha sido una ruina instantánea, y menos como dicen otros vendiendo una inmunidad imposible que se pueden permitir parar sin problemas. “Nunca hablaré de números”, dijo el director belga. “Deja que los demás hablen. Aquellos que dicen que los patrocinadores están allí en los días buenos y malos, pero aún así, han recortado puestos y salarios mucho más que nadie, eso si guardando la precaución de seguir pagándose a sí mismos, esos mienten de manera cínica. Hay varios en el pelotón”.

“Pueden decirlo cientos de veces, con Jumbo, INEOS y todos esos otros equipos, que los patrocinadores están allí en los días buenos y malos. Pero si por alguna razón la cosa se complica y ya no corremos este año… quiero ver cuántos días buenos y malos quedan… Entonces, si eso ocurriera, sí soy el primero en decir: nos detenemos. Y el próximo año volveremos a empezar de cero, con el presupuesto que tengamos”, argumentó Lefevere, en alusión a formaciones que se han mostrado reticentes a correr a menos que se garantice un riesgo absolutamente cero.

Lefevere, por voluntad, no ha recibido ningún salario en los últimos cuatro meses. “Me lo puedo permitir. Estaría haciendo un trabajo realmente malo si no pudiera permitirme no pagarme a la edad de 65 años durante cuatro meses; eso hablaría muy mal de mi capacidad como gestor y administrador”.

Pocas dudas de ello, si se ha mantenido siempre en la élite con formaciones ganadoras merced a su especial olfato para encontrar y formar sprinters y clasicómanos que terminan estando entre los mejores del mundo, o para fichar corredores jóvenes a precio de huevo y cotizarlos a niveles superlativos. Si -por citar un ejemplo- las tenistas profesionales y las futbolistas de la mayorías de ligas femeninas del planeta están acostumbradas a competir con poco o ningún público y muchas dificultades y trabas, nada hace pensar que de una manera parecida no se pudiera correr lo que queda de temporada.

“Siempre debemos estar atentos a los protocolos de bioseguridad y requisitos, lo que se nos ha impuesto lo hemos estado haciendo desde hace tiempo ya, con la excepción de usar máscaras bucales, hasta ahora en competencia. Lávese las manos, tome precauciones… es evidente que hay que seguir haciéndolo y ahora más. No es por eso”, explica Lefevere, que no ve enemigos tras cada esquina, piedra o giro en el camino.

“Si te vuelves paranoico, ahora tienes que dirigirte a un búnker y encerrarte y salir dentro de unos años cuando haya vacuna, pero entonces será otra cosa nueva. Si no estás preparado ahora que todos los demás deportes se están abriendo de nuevo y la sociedad se está abriendo también, para renunciar a algunas prohibiciones, entonces es mejor que te conviertas en un ermitaño”.

Cabe recordar que el Consejo de Seguridad Nacional de Bélgica anunció hoy un relajamiento para el sector deportivo. Los eventos masivos continuarán prohibidos hasta el 31 de agosto. Sin embargo, desde el 8 de junio, las actividades deportivas pueden reanudarse: sin distinción entre nivel aficionado o profesional, entrenamiento o competencia, interior o exterior.

A partir del 1 de julio, todas las actividades deportivas (incluidas las competiciones) están permitidas nuevamente. También se permite una audiencia limitada (máximo 200 personas en coliseos y recintos cerrados) y se mantiene el distanciamiento social. Grupos de hasta 50 personas también podrán hacer ejercicio. Todo esto a pesar de que Bélgica ha sido uno de los países europeos más castigados por la pandemia.

Imaginamos que, al igual que en la canción de Joaquín Sabina “Pastillas para no soñar”, si lo que quieres es vivir cien años no salgas nunca más hasta que el riesgo este aniquilado. Vivir y levantarse cada día ya es de por si el máximo deporte de riesgo posible: “Y ponte gomina que no te despeine El vientecillo de la libertad / Funda un hogar en el que nunca reine más rey que la seguridad / Evita el humo de los puros, reduce la velocidad / Si lo que quieres es vivir cien años vacúnate contra el azar…”

Cada vez parece más posible que se pueda correr, (aunque sea con restricciones) esta lacerada temporada y ya de paso, continuar con esta castigada vida, siempre tan incierta, siempre tan en la cuerda floja.

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