Por @pmpalermo
Lizzie Deignan, una de las corredoras más importantes de los últimos años, salió en defensa de su compatriota Chris Froome. La pedalista fue al cruce de aquellos -fans, directivos y periodistas- que echaron por tierra la figura de “presunción de inocencia”.
Deignan afirmó que no sabe si Froome es culpable o inocente de dopaje, pero sí que su imagen fue manchada antes de tiempo y que, si resulta exonerado, nunca podrá reinstaurarla por completo. “No ha tenido un proceso justo porque la gente ya decidió lo que opina de él sin saber todos los detalles”, afirmó al podcast When Orla Met.
“Su reputación quedará dañada para siempre, sea inocente o no. Para la gente es irrelevante y, por eso, es imperdonable la filtración”, siguió. Respecto a este último apartado, vale la pena recordar que el reglamento prohibía a las partes hacer público el caso, salvo que Froome o Sky así lo decidieran.
“Los corredores deben ser protegidos de las áreas grises. Las mismas deben ser analizadas lógica y científicamente, pero también en la corte. Es inevitable que un asmático inhale salbutamol, merecía un proceso justo”, recalcó.
La pedalista, hoy embarazada y fuera de las pistas, cambió su apellido (Armitstead) al casarse con Philip Deignan, compañero de Froome. Ella misma estuvo en la mira de las autoridades antidopaje por no presentarse a tres controles durante 2016. Finalmente, fue exculpada cuando se demostró que el “vampiro” de la UCI no se esforzó por localizarla.
Pablo Martín Palermo
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