Mauri Vansevenant prueba el vértigo del World Tour el mismo día de su debut
Por Oscar Trujillo Marín
Mauri Vansevenant es de desde julio pasado corredor de la primera plantilla del Deceuninck. El joven belga (21 años) tras correr el Tour de L’Ain donde terminó 44 en la general, debutaba ayer en su primera carrera World Tour el Critérium du Dauphiné. Bueno, su dicha probando las grandes ligas del ciclismo junto a los mejores del mundo apenas le duró un día, ya para la segunda etapa no salió, tuvo que abandonar.
Ayer durante la primera jornada Mauri tuvo un día de perros, llegó en la casilla 150 a 17 minutos del ganado Van Aert. No se encontró bien y probó el vértigo de llegar a las alturas por primera vez. Pero también el infierno que supone correr 218 km a ese ritmo de locos y con tanto calor. Su escuadra informó que estuvo vomitando toda la noche y por supuesto no tenía buen cuerpo para iniciar hoy.
Con la precoz y fulgurante irrupción de un puñado de fenómenos que con menos de 23 años ya están de auténticos protagonistas del ciclismo mundial, a la gente se le olvida que lo normal es esto. El novato, el neo profesional sufre mucho en su primer curso donde todo es nuevo: distancias, nervios, estrés, ritmo de carrera y calidad de los rivales. La experiencia no se improvisa. Lo raro, lo extraordinario, lo fuera de lo común es debutar el primer año ante la élite a tan corta edad y empezar a ganar.
Por suerte los equipos que maneja Lefevere se caracterizan por cuidar y llevar muy bien a sus jóvenes promesas. No en vano son la máxima cantera de formación de cracks en el ciclismo de élite. Los belgas del Deceuninck son especialistas en intuir y cazar el talento de corredores muy jóvenes, que entran desconocidos y salen figuras mundiales algunas temporadas después.
Mauri (que se llama así por que su padre belga, aficionado al ciclismo, -para variar-, era seguidor del corredor español Melchor Mauri) seguirá con su aprendizaje tranquilamente, tomará experiencia y tendrá muchas oportunidades más de mostrar su gran calidad que ya venia destacando en juveniles hasta el año pasado. No todos pueden ser Pogacar, Remco y Bernal. Ellos son la excepción y esta la regla. Lo normal es sufrir lo indecible al principio. Lo normal es que la primera ve que subimos tan alto nos entre el mareo.
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