Por @amatiz12
Bauke Mollema del Trek-Segafredo se adjudicó la 58.ª edición del Trofeo Laigueglia, clásica italiana que para este año retaba a sus participantes con 202 kilómetros plagados por la media montaña. El pedalista de 34 años premió el gran diseño estratégico de su equipo para afrontar la prueba.
La configuración inicial de la escapada contenía a doce corredores que trabajaron sobre 2 minutos de avance con respecto al grupo mayor. Era un gran reto mantenerse en la punta, pues el intenso ritmo que se imprimiría atrás obligaría a que también adelante se fuera a gran velocidad para conservar opciones de victoria.
A falta de 55 kilómetros, tres ruteros se ratificaban como los más fuertes de la fuga, desprendiéndose de sus compañeros de aventura, ellos eran Nicolas Edet (COF), Mattia Bais (ANS) y Juri Hollmann (MOV). Simultáneo a la reducción de su avance, que ya estaba en 40 segundos, se producían cortes en el gran grupo, que denotaban a los corredores más atentos y que mejores sensaciones transmitían, Landa, Bernal, Nibali, Quintana y Ciccone (campeón defensor), sobresalían en ese listado.
La unificación de todos los grupos se generó a 24 kilómetros del cierre. En el penúltimo paso por la Colla Micheri, el INEOS destapó su estrategia. En la base del muro partió Eddie Dunbar, en asociamiento con Clément Champoussin y Dries Devenyns, esto con el propósito de preparar la salida de Egan Bernal, que pegó una aceleración potente que le facilitó enlazar en cabeza y despegarse de Giulio Ciccone, que había intentado adherirse a su rueda.
El joven galo Champoussin, era el único con las piernas y el carácter para pedalear a la altura del colombiano, e incluso, brindarle fuertes relevos. En el descenso, Mikel Landa, Bauke Mollema, Ciccone, Valentin Madouas, Mauri Vansevenant y Biniam Ghirmay conectaban con el dúo puntero para afrontar el último tramo con un colectivo más nutrido y cómodo. Vincenzo Nibali y Nairo Quintana eran los grandes nombres ausentes allí.
En ese contexto, el Trek contaba con una ventaja pues era el elenco con superioridad numérica. Le sacó provecho, enviando por delante a Mollema. Mientras Ciccone reservaba fuerzas en un grupo carente de cohesión, el neerlandés ya contaba con 24 segundos de renta. El camino para atrapar a Bauke, se hallaba en el último ascenso a Micheri, ya que ahí el esfuerzo individual podía marcar la diferencia y permitir una captura.
Bernal entendió eso y apenas sintió la inclinación, ejecutó su segundo cambio ritmo que lo acercaba a 15 segundos del puntero y que iba mermando las fuerzas de los demás persecutores. Sin embargo, el aguante del vencedor de Il Lombardía en 2019, le facilitaba coronar el puerto en solitario, teniendo así el triunfo en la punta de la mano.
Como no lo absorbieron subiendo, los perseguidores navegaron en un mar de dudas que se tradujo en el aminoramiento de la velocidad y lógico crecimiento del hueco del oriundo de Groningen.
Mollema arribó a la meta en solitario para celebrar su segundo éxito del presente curso, tras la etapa ganada en Haut Var. La disputa por los dos cajones restantes del podio se la llevaron Bernal y Vansevenant.
Clasificaciones:
Alejandro Matiz
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