Por @pmpalermo
Derribado por un imbécil en la etapa 12 del Tour de France, Vincenzo Nibali sufrió una fractura vertebral que acabó con sus sueños en el evento galo y puso en juego la que sería su última chance real en un Mundial diseñado para escaladores.
Operado dos semanas después del incidente, el italiano volvió al ruedo hace unos pocos días y ya sacó conclusiones al respecto. Más precisamente, se descartó por completo de la general de la Vuelta a España: “Mi forma es similar a la que tendría en enero”, afirmó.
“La Vuelta es el mejor camino a Innsbruck”, siguió en declaraciones a La Gazzetta dello Sport. “Aún si no quieres, ruedas al ritmo necesario para encontrar un pico de forma, algo que me sería casi imposible en casa”, completó.
“Vengo de pasar mucho tiempo en una posición fija y me siento muy incómodo. Me cuesta rotar el pecho hacia el lado derecho. Hasta los masajes son un problema, porque deben ser muy suaves e indirectos”, reveló.
En lo que al incidente sufrido en Alpe d´Huez refiere, el “Tiburón” fue contundente. “El ciclismo se ha convertido en un circo. Tiene que haber fans, pero no como esos. La gente se emborracha y hace lo que sea por aparecer en TV”, opinó.
“Con personas en medio de la ruta y banderas, corremos a ciegas y rezamos para que el camino aparezca frente a nosotros”, continuó el siciliano, quien también mencionó al sujeto que intentó agredir a Froome.
“Él nunca se queja pero, ¿les parece justo que Froome sea hostigado y hasta golpeado mientras hace su trabajo? Estamos corriendo en situaciones de locura”, evaluó el experimentado líder del Bahrain-Merida.
Por último, habló sobre el posible juicio que su escuadra haría al Tour de France. “El equipo y yo pagamos duramente por esta situación. El 70% de nuestra exposición es en el Tour y, más allá de la salud, ¿cuál es el daño económico padecido?”, cerró.
Pablo Martín Palermo
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