Por @pmpalermo
Vincenzo Nibali es una institución dentro del ciclismo. Con un lugar asegurado en los libros de historia merced a sus conquistas en todas las grandes vueltas y clásicas de renombre, el italiano es palabra autorizada a la hora de opinar.
Claro está, forjado en otra era, el ‘Tiburón’ tiene pensamientos que difieren -en gran medida- con los de sus jóvenes colegas. Y eso aplica a la hora de hablar sobre la seguridad en el grupo, tema de nuevo en auge debido al trágico fallecimiento de Bjorg Lambrecht.
“Se nota que falta respeto en el pelotón actual”, dijo a La Gazzetta dello Sport. “Si yo no era cuidadoso en mis inicios, corría el riesgo de ser abofeteado o hasta golpeado por los capos del grupo. Ellos tenían a raya a quienes se excedían y ponían en riesgo a los demás”, siguió. “Hoy, con celulares y cámaras por todos lados, te filman y te expulsan”, explicó el siciliano.
“Nuestra profesión nos lleva por rutas abiertas y estamos sujetos a lo incierto. Caminos que no conocemos, asfalto roto, señales de tránsito…está plagado de peligros, y es parte del trabajo. Por eso, nosotros no debemos añadir complejidad a la situación con maniobras arriesgadas. Es responsabilidad de todos”, reflexionó, insistiendo con el modo de maniobrar de la nueva camada.
En el cierre, tuvo un recuerdo sobre Lambrecht. “Fue en el País Vasco, yo estaba fatigado del Tour de Flandes y apareció un chico que puso el pelotón en fila. Me acerqué al coche y pregunté quién era, y me dijeron ‘Lambrecht’. Iba como una moto y respondí con un chiste: ‘deberían ponerle Lambretta’. Él escuchó y sonrió, quizás nos entendió”.
Pablo Martín Palermo
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