¿Son sustentables los hábitos y la rutina extrema de los ciclistas a largo plazo? Los retiros cada vez más prematuros parecen indicar que la era de las ganancias marginales está exprimiendo en demasía a los corredores. El estadounidense Quinn Simmons, ciclista de Lidl-Trek, cree incluso que lo que se hace “no es saludable a largo plazo”.
“No mucho de lo que hacemos entrenando es saludable a largo plazo”
“Alteraciones hormonales, inmunosupresión, problemas de densidad ósea, inflamación crónica… son características del sistema profesional, no defectos. El rendimiento es extraordinario. El coste es brutal. Los ciclistas profesionales no buscan la salud. Son máquinas de alto rendimiento con fecha de caducidad. Su trabajo consiste en exprimir al máximo su cuerpo antes de que se agote”, con estas palabras elocuentes, el ex ciclista irlandés Anthony Walsh, describe los hábitos actuales del deporte profesional.
En eso coincide Simmons. “Poco de lo que hacemos en el entrenamiento es súper saludable a largo plazo”, afirmó a EVOQ Bike, en declaraciones citadas por Velo. “Pero son 10 o 15 años de tu vida. Simplemente tienes que aceptar que es un fastidio y buscar el máximo rendimiento”. En ese marco, detalló algunos de los pilares de su régimen de entrenamiento. “Lo más importante [para el éxito] es simplemente entrenar”, dijo Simmons. “Son entre 28 y 30 horas semanales en bicicleta, y hay que hacerlo semana tras semana. No hay nada de ‘oh, tengo esta carrera objetivo dentro de un mes, es hora de hacer un bloque grande’. El ‘bloque grande’ empieza en noviembre y hay que repetirlo semana tras semana”, señaló.
Es por esa dureza de preparación -afirmó- que algunos corredores no están listos para lo que exige el WorldTour. “No tengo un sprint máximo ni una potencia por hora desorbitada, y mis vatios por kilo no son nada del otro mundo. Pero mientras me sienta bien y cuide mi recuperación, puedo seguir día tras día”, comentó.
El riesgo de sobreentrenar y las claves de la nutrición
También advirtió sobre el riesgo de caer en el sobreentrenamiento. “Algunas veces, he superado el límite al intentar encontrar cuán profundo puedo empujar. “A veces hay que superar ese límite”, dijo Simmons. “Al final de un bloque de entrenamiento hago unos tres recorridos de seis o siete horas y me lleno por completo. Pero luego no tengo miedo de tomar cuatro recorridos tranquilos los días siguientes para recuperarme”. En cuanto a su alimentación, combina la disciplina extrema con cierta libertad razonada, pesando todo lo que come.
“Empecé con una nutricionista hace dos años. Hablamos de la relación negativa con la comida, y sin duda, todos estamos un poco locos con ella. Pero, de nuevo, es nuestro trabajo, así que no puedes quejarte demasiado. No va a ser lo más saludable del mundo pesar una manzana, pero tenemos un peso que debemos alcanzar y una cierta cantidad de carbohidratos que debemos consumir para rendir”, indicó.
La clave para Simmons es alimentarse lo suficiente -sin pasar hambre como algunos corredores hacían años atrás- pero no demasiado, con objetivos calóricos diarios. Eso sí, hay permitidos. “En una carrera, el 90 por ciento de las veces haces lo correcto y tomas los geles, pero muchas veces me ves regresar al auto y tener una barra de chocolate allí. En los nacionales, tuve a mi padre al costado del camino con algunas barras de chocolate durante las últimas horas”, concluyó.
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