Por @pmpalermo
Miguel Ángel López parecía volver a sonreír. Es que, tras ocho meses de inactividad por una seria lesión mientras entrenaba, volvió al ruedo y maravilló a todos con su escalada a Villars-sur-Ollon, donde estuvo cerca de conectar con los capos más en forma.
Apenas cedió 27 segundos con quien hoy lidera el Tour de Suiza, ilusionando a propios y extraños de cara al futuro inmediato. Pero la mala fortuna volvió a cruzarse en su camino, ya que el boyacense se fue al suelo en el descenso al Simplonpass, durante la quinta fracción de la ronda helvética.
López fue evacuado de inmediato hacia un hospital de la zona para realizarse los chequeos de rigor. Por ese entonces, el equipo se limitó a informar de una “dura caída” y del retiro de su atleta de la competencia.
Lamentablemente, los estudios arrojaron un parte médico negativo, ya que el talentoso y joven escalador sudamericano sufrió una “fractura en el dedo pulgar de la mano derecha, dos puntos de sutura y varias abrasiones del lado derecho del cuerpo”.
Dicho saldo lo obligará tomarse un breve descanso, pero desde el conjunto kazajo transmitieron tranquilidad, afirmando que su pupilo no padece lesiones mayores. No se indicó cuando regresará a los entrenamientos, y mucho menos, a las carreras.
Vale la pena mencionar que el cafetero ya había golpeado su rostro contra el asfalto en la Vuelta a España 2016, incidente que forzó su abandono de dicha prueba, su primera de tres semanas.
Pablo Martín Palermo
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