¿Cuál fue la sustancia por la cual Oier Lazkano hizo sonar las alarmas de la UCI y de la Agencia Mundial Antidoping? ¿Qué fue lo que sucedió en los seis meses de silencio? ¿Hay conexiones con cómplices? ¿Hubo negligencia de Red Bull y Movistar? Son varias de las preguntas que nos hicimos cuando contamos que hay por detrás del caso de Oier Lazkano, suspendido de forma provisional por anomalías en su pasaporte biológico durante tres temporadas consecutivas (2022, 2023, y 2024). Ahora se conocen más detalles que podrían dar pistas sobre hacia donde se dirige la investigación.
Redada policial, conexiones incomodas y cuatro alarmas
Primero una aclaración que ya se hizo previamente: lo que mostró Lazkano son valores y patrones en su pasaporte biológico que llevaron a un comité de expertos de la UCI a concluir que es muy posible que haya consumido alguna sustancia prohibida. No existe una prueba positiva, lo cual también es grave, porque demostraría que hay sustancias que están pasando por desapercibido en las pruebas antidoping y que no son detectables. Es por eso que cada vez más WADA, ITA y las agencias antidoping recurren a redes de inteligencia para poder formar casos. Al menos en una primera instancia, Lazkano no aportó suficientes elementos para poder defenderse. Aún tendrá varias instancias de apelación tras el comunicado de la UCI publicado esta semana que implicó su suspensión efectiva, que ya llevó a Red Bull a despedirlo oficilamente.
El periodista Carlos Arribas, de El País, detalló que Lazkano ya venía siendo investigando desde hace tiempo y que fue una cuarta anomalía en su pasaporte lo que llevó a la Agencia Internacional de Testeo (ITA) a poder armar un caso sólido. A mediados de abril –posiblemente días después de la París-Roubaix del 13 de ese mes- agentes de la ITA acompañados por especialistas en dopaje de la Unidad Central Operativo (UCO) de la Guardia Civil de España, allanó e informó a Lazkano del caso en su contra en su casa de Andorra, país en el cual se mudó a principios de este 2025. En dicha ocasión, secuestraron su teléfono móvil y computadora.
¿El motivo? El interés del caso no es solamente buscar información sobre las sustancias que consumió Lazkano y la necesidad de dar respaldo al caso, sino también conocer cómo sucedió: es decir, en términos llanos, saber quién fue el proveedor.
Los hombres de Saunier Duval y la conexión con la Operación Illex
Tal como teorizamos en nuestro último artículo, existen elementos grises tanto en Movistar como en Caja Rural, equipos por los cuales pasó el corredor antes de llegar a Red Bull. El objetivo de la investigación fue indagar presuntas amistades con personas vinculadas a doping, incluyendo proveedores médicos, colegas y entrenadores. El artículo de El País menciona explícitamente a Leonardo Piepoli, integrante del equipo de performance de Movistar, positov por CERA en el Tour de France 2008 durante su estadía en Saunier Duval, el entonces equipo dirigido por Matxin y Mauro Gianetti, ahora jerarcas máximos en UAE.
Pero la sospecha no solo estaba allí, sino que también se señalan “sus posibles conexiones con entrenadores extremeños en sus años en Caja Rural”. El vínculo entre el equipo español y el médico denunciado por la Operación Illex, Marcos Maynar, nunca se ha resuelto ni aclarado. E insólitamente años atrás parecía haber más investigación hacia quién filtro los documentos que inculpaban a Caja en La Vuelta 2023 que al propio Caja Rural y los presuntos implicados. ¿Representará Lazkano un giro en este caso? Todo depende si es que se encontró algo en los propios dispositivos y si el español quiere hablar o no al respecto de tener alguna información.
¿Y Red Bull-Bora? ¿En dónde encaja en todo esto? A primera vista, no hay ninguna responsabilidad pues las anomalías fueron previas a su fichaje. No obstante, hay hechos cuestionables: ¿Los médicos de Red Bull no pudieron encontrar las anomalías o no realizaron la indagación suficiente al contratarlo? ¿O lo sabían y prefieren ignorar los datos esperando a que no explotara el caso?
¿Red Bull fue negligente?
Un detalle que no se conoce es si Red Bull ya conocía la existencia de la investigación antes de abril. Se ha hablado de un presunto campo de entrenamiento en Andorra en enero de 2025, pero son solo rumores. Lo cierto es que Lazkano no volvió a competir tras Roubaix el domingo 13 de abril. Pero hay un nuevo detalle: el corredor vasco, según señala El País, siguió participando del campo de entrenamiento en Androra del equipo en mayo y, de hecho, se preparaba para el Critérium du Dauphine, esa competencia en la que, en 2024, Lazkano había llamado la atención de algunos, previo a coronar primero la cima del Tourmalet un mes después en el Tour.
Fue en esa concentración donde Lazkano se sometió a su último control antidoping y donde luego el equipo decidió frenarlo comenzando su suspensión silenciosa. Esta cronología coincide con su última actividad en Strava a fines de ese mes. ¿Red Bull tardó en suspenderlo internamente sabiendo que fue allanado por agentes policiales un mes atrás? Es otra pregunta que queda sin resolver. No ayuda en nada que, al día de la fecha, sigue sin haber comunicación pública en la web de la escuadra. Tampoco de Movistar: en ambos casos, los comunicados llegaron directamente a la prensa, pero no fueron hechos públicos en sus webs o redes sociales. ¿Así se quiere un ciclismo más transparente?
Posible suspensión de cuatro años y descalificaciones
Desde mayo hasta octubre hubo un periodo de silencio. Las preguntas a Red Bull de periodistas fueron aumentando, especialmente desde La Vuelta. Pero no hubo respuestas claras. El jueves, el cliente de la ITA, la UCI, anunció que el expediente de investigación se había convertido en expediente disciplinario. El panel de tres expertos científicos que habían estudiado su perfil hematológico y los datos de reticulocitos y hemoglobina que se salían del patrón fijado, habían concluido por unanimidad que era más probable que Lazkano hubiera recurrido a un método prohibido (EPO, transfusiones, entre otros posibles escenarios) para aumentar su rendimiento. Lazkano tuvo tiempo para defenderse en estos meses, pero no ofrecía explicaciones creíbles a los valores.
Ahora, según se informó, podría enfrentar cuatro años de suspensión: de ser así, recién volvería a competir a los 29 años. Una sanción similar a la de un positivo directo: ya hubo sancionados en el pasado por pasaporte sin positivos como fue Franco Pellizotti en 2010. Palabras más, palabras menos, si no logra una apelación, se trata de una carrera profesional terminada. En caso de ser descalificado, se reasignarán tres victorias: Boucles de la Mayanne 2023 para Arnaud Demare, el Campeonato Español de Ruta 2023 para Juan Ayuso y la Clásica Jaen 2024 para Bastien Tronchon.
Serán meses en donde, en el mejor de los casos, se conocerá más información de lo sucedido. Movistar dice desconocer las anomalías que exhibió Lazkano y señala que los resultados de los análisis siempre fueron normales. Ninguna sospecha tampoco tenía Red Bull. Si bien los datos del pasaporte bilógico volcados al programa Adams están protegidos por contraseña del ciclista y no pueden ser accedidos sin consentimiento, ¿hasta dónde hubo responsabilidad de Movistar y Red Bull de no haber indagado a fondo? Según señaló una fuente a Velo, muchos equipos dejaron de chequear los pasaportes biológicos a la hora de contratar corredores. Un dato verdaderamente alarmante. ¿Este caso representará una llamada de atención?
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