Opinión: El “nuevo Valverde” ya se diferencia de Alejandro
Por @pmpalermo
Saint-Amand-Montrond es una pequeña comuna francesa -ubicada justo en el centro del país- que tiene algunos vínculos recientes con el ciclismo. Por un lado, en 2013, recibió una etapa del Tour que resultó ser significativa puesto que Mark Cavendish ganó escapado y Nairo Quintana dio su primer paso como líder de Movistar, sobreviviendo a los abanicos que cortaron a Valverde. Por el otro, dicha locación es el lugar de nacimiento del ciclista de 2019, Julian Alaphilippe.
La alusión al poblado vale la pena porque el pedalista en cuestión no sólo ha concretado el salto de calidad con el que amenazaba hace un par de años sino que, utilizando terminología geográfica, ha extendido sus fronteras.
Por más que alguno esté sorprendido, el francés ya estaba ahí y era cuestión de tiempo para que alcanzara el nivel que hoy ostenta. Sí, en 2015 y con 22 años, fue podio en Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja por detrás de un tal Alejandro Valverde, su espejo y un favorito de esta redacción. Ese mismo curso lo vio subcampeón en California y top 10 en el nacional de su país, la Amstel Gold Race y la Clásica de San Sebastián.
Tildado desde entonces como el nuevo Valverde, el modo en que se impuso recientemente al sprint en Tirreno-Adriático y Milán-San Remo obliga a reformular el mote. Básicamente, es el primer Alaphilippe, un atleta tan versátil que es capaz de llevarse una crono en San Juan, un final en alto en California, las clásicas de las Ardenas, la montaña del Tour -etapas escapado mediante- y un par de volatas casi tradicionales.
La primera, frente a gente de enorme nivel en la Carrera de los Dos Mares. La segunda, en la Clásica de los sprinters. Eso, después de romper y seleccionar en el Poggio. Utilizando términos futbolísticos: tiró el centro y lo fue a cabecear.
Julian, un showman que lo mismo toca la batería que hace malabares sobre su bicicleta, ya es una entidad dentro del lote. Y, quienes lo comparan con el excepcional murciano, deberían analizar si no lo ha superado en algunos apartados. Es cierto, el “Bala” también atesora conquistas tan disímiles como las de su colega, pero no tan impresionantes y relevantes en lo que a embalajes refiere.
La cuestión a considerar es la versión velocista del corredor de Deceuninck. En Tirreno sorprendió y, además, había un leve desnivel en la recta a meta. Y en la Classicissima, la distancia mermó un poco más a los participantes, todos en una forma inferior a la del hombre del momento. Pero estaba allí y ganó.
Loulou conjugó las piernas de su vida, tácticas idóneas y la colaboración del equipo perfecto para citas del género. Como resultado, después de hacerse con la Strade Bianche -porque también lidia con la tierra gracias a su pasado biker- siguió la colecta con su primer Monumento.
Y he allí la diferencia con el capo de Movistar, que si bien ganó alguna volata masiva, nunca frente a sprinters reales y en forma. Eso, y el hambre con el que Alaphilippe busca conocer citas de prestigio, algo que su par español ha esquivado por no fallar en Vuelta a Murcia, GP Indurain y otras yerbas.
En la vereda de enfrente, Valverde es superior como vueltómano de tres semanas y más consistente a lo largo de los meses. No obstante ello, Julian no lo hizo mal en el primer apartado -33ero en el Tour 2018 y 41ero en el de 2016- y sin pelear la general, regaló más emociones que todo el Sky junto durante julio último. Ojalá que no, pero su anatomía y prestaciones invitan a pensar en un posible enfoque en generales.
En el segundo ítem, subrayar la regularidad del hispano, a tope todo el curso durante varios lustros. ¿Podrá su sucesor imitarlo? Hoy encabezan el UCI World Ranking, clasificación que el pupilo de Unzué conquistó reiteradamente bajo diversas denominaciones.
En definitiva, de cara al porvenir, que saque lo bueno del “Bala” pero continúe con su impronta de colarse en embalajes y pelear por carreras nuevas que sabe a su alcance. Que lo haga en plenitud y no espere una década, cuando ya podría ser tarde e incluso, se tope con su relevo generacional y éste lo prive de la victoria.
El “primer Alaphilippe” tiene las cosas claras, saca rédito y los aficionados disfrutan.
Pablo Martín Palermo
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Que siga viniendo a Colombia, en compañía de sus amigos a PREPARAR LA TEMPORADA y a correr la 2.1 como lo hizo éste año.
Es verdad, con el pasar del tiempo es evidente la diferencia, tambien es muy probable que en una década Julian esté en el ocaso de su carrera, así como al principio el Bala atesoraba triunfos de una forma mas discreta y no como ultimamente lo hizo. Es un tipo de caracteristicas muy finas y especiales, si se quiere probar como vueltomano solo espero que se de un poco mas de tiempo mientras explota toda su capacidad actual, no vaya y sea que no le resulte tal aspiración
Similitudes: ambos tienen quizás el “rush” más poderoso para definiciones en muros y etapas de media montaña. Ambos son muy rápidos, hábiles con la bici, bajan muy muy bien. Son ambiciosos, muy astutos e inteligentes para leer la carrera y saltar en el momento justo. Tienen mucho fondo, suelen llegar con fuerzas en clásicas infernales y etapas duras cuando los otros vienen con el gancho ya. Ambos son brillantes en puertos cortos. Y sobre todas las cosas ambos tienen mucha clase natural calidad y lo más difícil de todo…¡carisma! la gente -da igual de donde sean- los respeta, los admira y los quiere por ese derroche de valentía espectáculo y generosidad que despliegan para correr. Si Julian se concentra solo en clásicas, vueltas de una semana y etapas en GV puede ser uno de los mejores de la historia y superar el palmarés de Valverde o Sean kelly. A Valverde le hizo perder mucho tiempo palmarés y esfuerzo su obsesión por ganar el Tour y disputar a tope GV, que defendiendose muy bien no era su fuerte o mayor virtud. Diferencias: Valverde a punta de coraje y esfuerzo es más fiable y regular en GV; rara vez ha salido del top 10 en cada una de las vueltas de una semana y GV en las que participa. Julian es un corredor más…cosmopolita, más osado se atreve con todo, y va a correr donde sea; Valverde ha sido más apegado a su tierra, más conservador en sus objetivos. Y una última crucial: siendo los dos muy rápidos el francés tiene una punta sostenida de esprint al máximo esfuerzo muy difícil de encontrar. Allaphillipe es un tris más rápido. El presente y futuro del corredor completo. Fantásticos los dos.
Buena nota de Pablo Martin; al exaltar las cualidades de “Juliancho” muy parecidas a las de Don “Alejo” superando inclusive “al hombre muritos” este año.
También hoy en el lote hay destacados embalando al paso de los muritos, aunque por buenas circunstancias muy diferentes a Julian- como son los casos de “Peto, o el Primo z” cada uno con logros importantes; creo que de ellos tres, se pueden seguir esperando, destacadas actuaciones en las clásicas y carreras de una semana, ademas con buenas perspectivas para las GV
Se había comentado con anterioridad del despunte de Alaphilippe este 2019, donde se ha transformado en un corredor top desplazando a Sagan y al mismo Valverde, la pregunta es si en adelante, el resto de las figuras lo dejarán correr sin tanta marca, al contrario, de lo que sí ocurre habitualmente con los dos campeones mundiales, sin desmerecer las virtudes de Alaphilippe que lo hacen ser un ciclista excepcional.
Ojalá que Lou Lou se gane este año el arcoiris. Sería un gran broche para todo lo que va a seguir ganando este año. Fue un HONOR haberlo tenido y visto correr en el oriente antioqueño.