Opinión: El recorrido de las grandes vueltas ya no importa
Por @pmpalermo
Nuestro director emite esta editorial sobre la discusión que nos compete por estas épocas: el anuncio de los recorridos de las Grandes Vueltas, que tanto han dado de qué hablar en las últimas semanas.
No es ningún secreto que los calendarios del pelotón internacional giran alrededor del Tour de France y el Giro de Italia, doblando luego con la Vuelta los que así lo quisieren o necesiten. Por eso, ahora que se conocen los recorridos de las dos grandes en cuestión, en el seno de los equipos se debate a cuál acudir con sus estrellas.
En ese contexto nunca está de más analizar los recorridos, pero hay una máxima que Tadej Pogacar se encargó de recordar recientemente con total tino: “la carrera la hacen dura (o no) los ciclistas”. Ya volveremos sobre ello… pero es ese concepto el que modificó el sentido del artículo, pensado inicialmente como “los pro y los contra de Giro y Tour 2023”.
Para empezar, jugando con los trazados, hay dos realidades bien notorias: los croners querrían ir al Giro, los sprinters al Tour. Así de fácil. La corsa rosa cuenta con 71 kilómetros de lucha contra el tiempo contra los 22 de la grande boucle. En la bota serán tres parciales sobre la cabra, con el primero llano con una cota en el final, el segundo plano (para rodadores) y el último una cronoescalada durísima. La francesa será ondulada.
¿Y qué pasa con la montaña? Pues bien, el Tour contará con 8 parciales -4 finales en alto- y el Giro 6 finales en alto y más de 51 mil metros de desnivel positivo, amén de media docena de días de más de 200 km. En Italia habrá más altura (por encima de los 2000 msnm) y el clima siempre es más exigente, etc.
Podríamos estar largo rato enumerando accidentes geográficos, pero el repaso de los mismos termina aquí, porque la historia misma se ha encargado de demostrar que los organizadores proponen y los ciclistas disponen. Eso nos lleva de regreso a la frase de Pogacar, que se une también a cuestiones comerciales e históricas (el Tour es la más relevante), con lo que medio pelotón va allí sin importar cuán adecuado sea el recorrido a sus cualidades físicas.
Entonces, destrozando la idea original de la nota -“los pro y los contra de Giro y Tour 2023”- la realidad es que poco importan sus recorridos. Los hechos indican que los ciclistas de determinados equipos están por encima del resto y que, salvo accidentes o imprevistos, la mayoría iría a pelear por el tercer escalón del podio en París. Todo un triunfo para algunos, pero poco para otros que ya saben lo que es treparse a lo más alto.
Poniéndole nombre y apellido, Pogacar y Vingegaard son hoy los que juegan en otra liga, en tanto que gente como Roglic o Carapaz no tienen con qué batirlos si están todos al 100% y, por otro lado, gozan ya de un palmarés en el que ser campeones del Giro valdría más que pedalear por el bronce en Francia. Por eso, sólo los dos extraterrestres del momento tendrían obligación de estar a tope en julio (y ya han confirmado que irán), con los demás repartiéndose allí donde consideren que tienen más oportunidades.
Y es para esos “mortales” donde sí toca valorar los trazados de las grandes. Sin olvidarse que los que vayan al Giro se encontrarán con otro potencial cuco en Remco Evenepoel. Obviamente, si entrenaran pensando en que no pueden batir a los antes citados, entonces mejor dedicarse a otra cosa.
En este punto es bueno mencionar que el Giro sí piensa (y obra en consecuencia) sus trazados para atrapar a la figura de turno. E incluso suman algunos billetes, tal como sucedió con Contador, Froome o ahora intentan con Evenepoel.
Ahora bien, los tiempos han cambiado y con ellos la preparación (con todo lo que eso incluye), haciendo de los pedalistas gente especializada en todo. Así, Vingegaard no sólo es capaz de batir al sobrehumano Pogi en la montaña, sino que está a la par en las cronos con menos de 60 kg de peso, algo otrora impensado que sólo reafirma lo aquí expuesto: pueden lidiar con cualquier cosa que los organizadores les arrojen.
Así las cosas, los pro del Giro de Italia podrían reducirse a que lo mejor será la ausencia de los últimos campeones del Tour, dejando la puerta abierta a una batalla más abierta, con permiso de Carapaz, Roglic y Evenepoel, claro está. Todo eso, enmarcado en los espectaculares paisajes de siempre, y con menos previsibilidad ante el menor poderío de los bloques que los equipos allí envíen. Pero nada más.
Siempre se podrá hacer especulaciones sobre si tal o cual trazado es más o menos adecuado a tal o cual corredor. Y para muchos eso seguirá vigente porque no mutaron en todo terrenos con varias marchas extra, pero mientras los dominadores del momento sigan vigentes, los recorridos donde ellos elijan disputar pasaron a ser secundarios.
Pablo Martín Palermo
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Muy válido tu análisis Pablo.. y como conocedor y estudioso que eres, te agradezco si me ayudas cone atas inquietudes que me asaltan hace rato:
1. Que hacen ahora que antes no hacían los ciclistas, para alcanzar niveles superlativos?
2. Si lo anterior obedece a nuevas tecnologías en el ramo humano, mecánico, nutricional, etc, porqué ciclistas con muchas capacidades, tipo Bernal, no alcanzan esos niveles en todos los terrenos?
Mil gracias por tus aportes
Hola Arturo! Los ciclistas ahora entrenan todos igual y sin derrochar un vatio, desde pequeños. Eso hace que alcancen cotas más altas en sus picos de rendimiento, aunque también más temprano y aún no sabemos qué longevidad tendrán.
Sumemos los avances tecnológicos y médicos, y aquellos con acceso pleno (normalmente en el primer mundo) son los que luego destacan.
Habría que ver a qué edad accedió Bernal a todos esos beneficios, también si quiso acceder a todos (llámense medicinas) y también mencionar componentes genéticos de cada individuo y sus zonas de entrenamiento (por más que quiera ser croner, si no tiene una zona llana donde prepararse es imposible).
Valioso punto de vista Pablo, son esos “beneficios” los que ahora marcan las pauta, ya no son solo los “marginal gains” de la década anterior; aunque a mí de todo eso lo que mas me impresiona es que puedan mantener un mismo nivel durante las 3 semanas y mas tiempo si sumamos que para Dauphine ya muestran un pico de forma alto o como se dijera en el anterior ciclismo pareciera pasados de forma pero no, tal como lo evidenció el análisis de ésta pagina sobre las actuaciones de Jonas al servicio del título de Primoz en Dauphine.
Caigo algo demorado a aquí, disculpas. Pablo, en las explicaciones que brindas 2/11/22 12:17, haces muy bien -entiendo yo- en remarcar eso de “…tambien mencionar los componentes genéticos de cada individuo y sus zonas de entrenamiento…”. Sí, ambas cosas, pero si tuviera que agregar algo, me permito señalar que de las dos tiene mayor influencia la primera, ya que la 2da se puede variar. Saludos
Despuès del triunfo espectacular de Remco en la vuelta todos estamos espectantes ante el posible debut del corredor en la Gran boucle o como parece màs probable què vuelva a disputar el Giro, no le quito ningún merito a su gran victòria por fin en una grande però todos sabemos què la montaña y los rivales què se va a encontrar en un Giró o en un Tour no tienen nada que ver con los què tuvo aquí, creo què faltó ese etapa de montaña con puertos descomunales y encadenados para ver realmente sí el corredor podía salir airoso, y reflexióno la cuestión de los rivales porqué sí había grandes nombres en la Vuelta però todos sabeís què parece què aquí vienen a completar la temporada y de rebote muchas veces y no preparandola como sí que hizo Remco, estamos ansiosos y con grandes espectativas ante una nueva temporada què seguro no defraudarà a nadie.
El gran suceso del presente año en cuanto a GV´s fue lo de Vingegaard, gracias a ello no se habla de la tiranía de Pogacar y su tercer TDF jugueteando con sus oponentes. Es cierto, para los nombrados el recorrido es algo secundario, la rivalidad está entre ellos y ya nisiquiera se miran de reojo sino de frente; es apenas evidente que marchan a un ritmo superior al resto, queda pendiente la decisión de Remco a mi me gustaría que fuese a Francia (eso sería lo mas mediatico de los últimos tiempos) para que el Giro en manos de un croner como Roglic que se acerca mas a los mortales se tornase mas abierto.
No deja de ser intrigante que Ineos haya enviado a su T-800 y éste quedara como espectador a la distancia del duelo entre los T-1000. Será que a los británicos no les alcanzó el tiempo y tendrán su modelo rival para 2023? o el modelo Jumbo los tomó fuera de lugar y apenas están replanteando.
Los prejuicios se van derrumbando competencia tras competencia con estos deportistas, sin embargo, aparece uno que no tiene clasificación que sería Van Aert y la pregunta que parece obvia, sería porque no se puede convertir en un vueltomano como lo está haciendo Evanepoel?
Saludos PMP, un placer leerlo.
Les recuerdo a todos que casi todos los vencedores (o la gente que brillo en el Tour en los últimos años)…hasta este con Vingegaard que nunca ha disputado pero si participado.. salvo Egan Bernal…se han curtido en La Vuelta a España antes de ganar el Tour y no en el Giro. Así pasó con Wiggins, con Froome, con Nibali, con Roglic, con Pogacar, etc … Alguien dice por ahí que los rivales que puede enfrentar Evenepoel en el Giro no son los mismos que tuvo en La Vuelta… bueno.. pues no será por este año..porque tanto Hindley, Carapaz, Landa o Almeida…a mi me pareció verlos en la Vuelta.
Que vale, que si, que es cierto que este año a La Vuelta le faltó una etapa dura en la ultima semana, y quizás una cronoescalada. ..aunque el resultado final probablemente hubiera sido el mismo.. pero de siempre La Vuelta ha sido una carrera más disputada que El Giro
Que a algunos les encanta tratar de desprestigiar a una carrera ..La Vuelta ..que en los últimos veinte años ha estado bastante por encima del Giro en cuanto a participación y batalla. La Corsa Rosa tiene mucha solera y sigue teniendo algo del gancho, del glamour, con que la envolvían los tiffosi italianos y la prensa …”el país que más ama al ciclismo”..pero de un tiempo a esta parte.. quizás porque el ciclismo se ha globalizado tanto.. quizás por la galopante crisis del ciclismo transalpino…las cosas han cambiado.