Por Oscar Trujillo Marín
El ciclismo en ruta no es ajeno a muchas historias de jóvenes promesas que apuntaban grandes maneras de juveniles o venían provenientes de otras disciplinas como el Ciclocross, el Mountainbike o BMX y sucumbieron en el tránsito de modalidad, no pudieron demostrar su potencial a la misma altura ni se afianzaron en la carretera.
Prospectos que, a pesar de atesorar una enorme calidad y ser número uno en esas disciplinas, se fueron diluyendo luego de su paso al asfalto, a la élite del ciclismo en ruta, donde por unas u otras razones dejaron de arrasar como en sus comienzos en las agrestes pistas o en sus épocas de amateurs. El anuncio ayer de Mathieu van der Poel de que iba a seguir con su calendario paralelo de MTB hasta 2024, tras haber dicho antes que lo dejaría tras las olimpiadas de Tokio, siembra dudas sobre su consolidación entre los grandes de la ruta.
El rey mundial (con enorme diferencia) del Ciclocross, donde acumula el 90 por ciento de sus victorias como ciclista, es uno de los corredores más destacados también en Mountainbike. Van der Poel es ahora mismo, junto a Evenepoel, quizás uno de los ciclistas más mediáticos del panorama de ruta mundial. ¿Realmente merecen esa valoración de super cracks en ruta aún? Vamos a intentar abordarlo, al menos en el caso del neerlandés.
Sin embargo, con esta decisión (y otras que lo perjudican) corre el riesgo (ya no es un niño, tiene 25 años) de que terminado ese tiempo atacando varios frentes, al borde de los treinta años, tras correr en simultanea varios calendarios, su palmarés en ruta no crezca en coherencia con su extraordinaria clase, o esté muy por debajo de su enorme caché actual, y cantidad de noticias que produce cualquier parpadeo suyo.
Es súper respetable que quiera seguir participando en las tres especialidades, probablemente esa sea la razón de permanecer en la segunda división en Alpecin-Fenix, y no aceptar algunas de las numerosas y millonarias ofertas de escuadras de la élite que le llovieron el curso pasado.
No cabe duda que, focalizado en la temporada World Tour, con sus superlativas condiciones sería en un par de lustros -al borde del retiro- una leyenda. En ese equipo modesto (comparado con los de la élite) él es el rey: tiene libertad absoluta para hacer lo que le plazca y correr sus otras pasiones.
Se valora ese idealismo -versátil- pero en realidad en Ciclocross no tiene nada que demostrar ya, lo ha ganado todo. Y lo que sí está claro es que para ganarle a los mejores en Mountain Bike y Ciclismo de ruta (que sí son disciplinas olímpicas) necesitas una dedicación exclusiva porque el nivel es demasiado alto; compaginar estas dos modalidades y ser el mejor en ambas se antoja imposible empezando por los propios calendarios que se cruzan muchas veces durante el año.
No se entiende su empeño de ser grande en la ruta y permanecer con un equipo que lo limita (suponemos que Fenix-Alpecin hace un esfuerzo importante con un salario de estrella) en el calendario UCI World Tour, mientras que, por decir algo, en Quick Step, podría llegar a ser uno de los más grandes clasicómanos de la historia. O en otro equipo más compensado para grandes vueltas, le armarían un tren donde pudiera brillar en clásicas pero también en rondas de tres semanas cazando parciales y regularidad, como a Sagan en el Bora o antes en el Tinkoff, por ejemplo.
El caso es que, mientras esté atendiendo tantos frentes en Alpecin-Fenix, Mathieu pierde la oportunidad de disputar muchas de las grandes carreras mundiales de ruta, donde su equipo depende de invitaciones, y francamente para ir al Tour -a menos que asciendan este año- lo tiene complicado; más aún con las Wild cards yendo solo para equipos locales franceses, españoles e italianos dependiendo de qué gran ronda sea; así, no puede soñar siquiera en figurar con opciones en grandes vueltas.
No sólo porque no los suelan invitar, también porque Alpecin-Fenix es un equipo muy descompensado, compuesto casi en exclusiva por potentes rodadores, clasicómanos voluntariosos y trabajadores, pero ni mucho menos top, puestos en su totalidad al servicio de él para sus muy puntuales objetivos.
Por tanto, a día de hoy EN RUTA se puede decir que van der Poel, por resultados inobjetables es un corredor claramente sobrevalorado. De sus casi 20 victorias como ciclista profesional en carretera en 5 años, solo tres de ellas son realmente relevantes de gran categoría, dos pruebas World Tour: la “Amstel Gold Race” y “A Través de Flandes”. Eso sí, ganadas de forma brillante el año pasado; y otra más con cierta relevancia como lo es la Flecha Brabanzona, categoría 1HC.
Quizás sean destacables también sus etapas y general en el Tour de Gran Bretaña, en pro series. El resto son fracciones y carreras admirables y tal -para una joven promesa-, pero más al alcance de corredores continentales como por ejemplo parciales en el Tour de Alsacia, Vuelta a Lieja, Tour de Antalya…
Si los paradigmas de evolución y maduración de los ciclistas no hubiesen cambiado de forma tan drástica, Mathieu estaría en plena progresión aún, lejos de los 28 años, antiguo umbral de la madurez para un ciclista.
Pero cuando vemos quiénes son los llamados a dominar (y ya lo hacen) el ciclismo contemporáneo en ruta, se pueden apreciar a varios corredores de su edad o escasos 20 o 22 años con un palmarés absolutamente envidiable y superior al del extraordinario corredor holandés en carretera. Pogacar, Evenepoel, Bernal, Miguel Angel López… (este con 26 ya pero aún muy joven también) le superan siendo la mayoría de ellos mucho menores. Se puede ver, a las claras, que abarcar tantos frentes es dar demasiadas ventajas en la máxima categoría, mucho más igualada por lo alto en protagonistas, con gente tan precoz y de tanto nivel.
Puede ser que, como algunos dicen, Mathieu solo corre por placer: bien por él, eso no se discute. Pero puede ser también que se esté equivocando si de verdad le interesa la ruta y esté dejando ir los años de mayor potencia y esplendor para hacer historia.
Aquí no vamos a especular sobre eso, lo que si podemos es aportar hechos objetivos de otros fenómenos a su edad. Solo queremos resaltar el evidente riesgo que para su carrera como ciclista de ruta corre si no se centra. Puede pasar de potencial leyenda a un corredor bueno en ruta, dotado de cualidades fuera de serie cuya fama le viene más de sus otras especialidades, pero que sus resultados no lleguen a ser, ni mucho menos estar a la altura de los mejores de la historia.
Para ilustrarlo mejor estableceremos los resultados de los últimos clasicómanos brillantes y corredores versátiles de su estilo (en lo que va de este siglo) que atesoraban a su edad, es decir, antes de cumplir los 26 años. Dejando en claro que salvo Valverde y Gilbert, la mayoría o bien se había retirado o bien dejaron de ganar cosas importantes después de los 35 años.
Tom Boonen: 2004 (antes de los 26 años) 1 etapa del Tour de Qatar, 1 de la Vuelta a Andalucía, E3 Prijs Harelbeke, gante wevelgem, Scheldprijs Vlaanderen, Tour de Picardie + 2 etapas, 1 etapa de la Vuelta a Bélgica, 2 etapas de la Vuelta a Alemania, 1 etapa de Ster ekelktrotoer, 2 etapas del Tour de Francia, 1 etapa del Tour de Bretaña, Memorial Rik Van Steenbergen, 2 etapas del Circuito Franco Belga. 2 etapas del Tour de Catar, 2 etapas Paris Niza, E3-Prijs Harelbeke, Tour de Flandes, Paris Roubaix, 1 etapa del Tour de Picardie, Vuelta a Bélgica + dos etapas, 2 etapas del Tour de Francia, Campeonato Mundial de Ruta, Amstel Curazao Racing.
Philippe Gilbert (antes de los 26 años) 1 etapa de Dauphiné Liberé, Omloop Het Volk, 1 etapa del Tour de Benelux, Gran premio de Valonia, GP de Fourmies, 1 etapa Tour limousin, campeonato belga de ruta, Challenge Mallorca (+2 etapas) , Omloop Het volk, Le Samyn, Paris Tours.
Alejandro Valverde (antes de los 26 años) Challenge de Mallorca, Vuelta Comunidad Valenciana + 2 etapas, Vuelta a Murcia, 1 etapa de la Vuelta al País Vasco, Klasika Primavera, 3 etapas de la Vuelta a Castilla y león, Vuelta a Burgos + 3 etapas, 1 etapa Vuelta a España. De nuevo el Challenge de Mallorca + dos trofeos, 1 etapa parís Niza, 2 etapas en País Vasco, 1 etapa Tour de Francia, y justo antes de cumplir los 26 años, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja.
Fabian Cancellara (antes de los 26 años) 1 etapa del Tour de Qatar, 1 etapa de la Semana catalana, 1 etapa del Tour de Luxemburgo, 1 etapa del Tour de Francia, 1 etapa Paris Niza, 1 etapa de la Semana Catalana, 1 etapa Tour de Luxemburgo y 1 etapa Tirreno Adriático y la París Roubaix.
Peter Sagan (antes de los 26 años) 2 etapas Paris Niza, 1 etapa Tour de Romandía, 2 etapas Tour de California. Giro de Cerdeña, Otra etapa Tour de California, 2 etapas de la Vuelta a Suiza, Vuelta a Polonia (+2etapas) 3 etapas de la Vuelta a España, Gp Industria y Comercio. 1 etapa del Tour de Omán, 1 etapa de la Tirreno Adriático, Tres Días de La Panne, 5 etapas del Tour de California, 4 etapas de la Vuelta a Suiza, 3 etapas del Tour de Francia. 2 etapas del Tour de Omán, Gran Premio de Camaiore, 1 etapa Tres Días de la Panne, Flecha Brabanzona, 2 etapas más del Tour de California, otra etapa del Tour de Francia, 4 etapas del USA Pro Cycling Challenge, 3 etapas del Tour de Alberta, GP de Montreal. 1 etapa dl tour de Oman, Tirreno Adriático, E3 Harelbeke, 1 etapa del tour de California, 1 etapa de la Vuelta a Suiza. 1 etapa de la Tirreno Adriático, Tour de California + dos etapas, 2 etapas de la Vuelta a Suiza, 1 etapa de la Vuelta a España, Campeonato Mundial de Ruta.
Unas conclusiones para cerrar: Hoy en día se le da un desmesurado e inmerecido despliegue mediático a cualquier corredor que destaque un poco en un par de carreras; a cualquiera le dicen Merckito o Hinaultcito… aunque no haya demostrado apenas nada aún y estén a años luz de los triunfos de estos. Aunque no tengan palmarés siquiera para sustentarlo.
Al lado de estos mitos que sí merecen ser llamados y tratados como tal, el palmarés en ruta a los 25 años de Van der Poel, con todo el respeto del mundo, palidece. Su gran fama le viene de otras modalidades del ciclismo donde si ha reinado. Tanto Boonen, como Sagan, Valverde etc., antes de los 26 años habían ganado parciales y carreras en el World Tour, en grandes vueltas, algunos monumentos y hasta mundiales, en el caso de Sagan y Boonen. Por último, ese trío de estrellas son de otro planeta, y su versatilidad ganadora elevada a la máxima expresión hace ver a Mathieu demasiado pequeño todavía.
Nadie duda que Mathieu Van der poel ha sido un genio del bicicross y destacado en MountainBike, también que apunta maneras de crack en ruta, pero le queda todavía demasiado por demostrar siquiera para acercarse a los talones de estos mitos que hemos reseñado y de lo que ellos habían hecho ya a su edad.
Van der Poel no tiene la culpa de que le den un tratamiento omnipresente de megaestrella, que tosa un día y esté en todos los medios, al mismo nivel (o más) de los anteriormente nombrados, pero si el neerlandés no se centra en la carretera y apunta a victorias versátiles de peso en el World Tour, va a ser un corredor bueno más, (como los ha habido tantos) pero no un superclase de leyenda como tan desmesurada presión mediática nos quiere hacer creer. Puede que lo sea en un futuro, pero primero tiene que demostrarlo en la carretera y cimentar un palmarés a la altura de los grandes para respaldarlo.
Oscar Trujillo Marín
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