Ciclismo Internacional

Opinión: Nairo Quintana no es un superhéroe

Por @FXavierVidela

Aunque a veces se marque tremendas exhibiciones y no lo parezca, hay que decirlo: Nairo Quintana no es un superhéroe. A algunos pueden parecerle graciosos los apodos con los que se lo denomina, pero eso no hace más que crear una falsa expectativa alrededor del colombiano, creyendo que es invencible y debe ganar en cada final en alto que se presente en su calendario.

No hay dudas de que es un escalador prodigioso, seguramente el mejor ‘grimpeur’ puro del pelotón. Pero ello no lo hace un superhombre, simplemente es un humano que tiene grandes cualidades para la escalada, así como otros son capaces de levantar una casa, salvar vidas, escribir un libro o pintar un bonito cuadro.

En Colombia se ha creado una especie de adoración alrededor de Nairo y parece nada puede reprochársele, así como sucede con el futbolista Lionel Messi en Argentina, porque rápidamente aparecerán los fanáticos para insultar y desacreditar a quien diga algo en contra de su compatriota.

Sin embargo, el jefe de filas del Movistar Team es un ser humano de carne y hueso, y también puede fallar. ¡O ser superado por otro de su misma especie! Así como ocurrió en la contrarreloj individual de Montefalco y el cierre en alto en Oropa, donde en ambas fue batido por el actual líder del 100° Giro de Italia, Tom Dumoulin.

Tras las exhibiciones del neerlandés del Team Sunweb, cayeron algunas críticas de sus coterráneos, quienes no han podido ver ‘volar’ a su superhéroe favorito como los tenía acostumbrados, esfumándose momentáneamente su sueño de verlo en lo más alto del podio en Milán.

“Las piernas han respondido bastante bien. Lo he intentado y he gastado todas las fuerzas que tenía, pero hemos visto a un Dumoulin realmente fuerte”, ha dicho el de Cómbita, luego de arribar al Santuario de Oropa, dejando en claro que se ha visto superado en fuerzas por otro rival. ¡Y no tiene nada de extraño!

Camino a la etapa del martes pasado con final en Bormio, a la que arribó con 2’41” de retraso sobre Dumoulin -y con una contrarreloj final de 29 km que no le favorece-, todos pensábamos que Movistar Team tensaría la carrera en Mortirolo o, más posiblemente, en Stelvio. Aún más cuando colaron a Andrey Amador o Winner Anacona en la fuga del día, esperando un posible salto de su líder.

Sin embargo, su ofensiva nunca llegó. El superhéroe no ha volado por las nevadas rampas de la Cima Coppi de esta edición. ¿O será que nunca existió tal? Si no un pequeño escalador que sufrió como todos y prefirió resguardarse en el lote de favoritos, bien arropado por sus compañeros.

“Me habría gustado sacar cinco minutos, pero la realidad ha sido esta. El querer y el poder a veces no son lo mismo”, declaró tras culminar la 16° etapa. Más claro, échale agua. Las fuerzas esta vez no lo han acompañado, como le puede suceder a cualquier otro humano.

Este jueves, tras atacar a 53 km de meta y ver cómo se recuperaba Dumoulin, al igual que en la subida final a Pontives, el líder telefónico expresó: “Nos movimos en varias ocasiones y jugamos las cartas que teníamos. Los datos físicos son buenos por mi parte, pero hay un gran nivel y los rivales están en gran condición”.

“Nairo se ha guardado para las últimas etapas, está esperando su momento para atacar”, puede leerse que escribe más de un colombiano en cualquier foro de ciclismo. Y me pregunto: “¿Tan difícil es aceptar que, hasta el momento, hay un ciclista más fuerte que el escarabajo? ¿Acaso no puede verse superado por un rival?”

En buena forma, el oriundo de Cómbita no ha podido quebrantar la resistencia del neerlandés, quien se ha mostrado sólido. Todavía restan dos etapas montañosas, y el dirigido por Eusebio Unzué aún puede dar un vuelco a la carrera, aunque no le será fácil. “Lo intentaré hasta que él reviente o lo haga yo”, dijo el campeón de la ‘Corsa Rosa’ 2014, quien se jugará ‘a vida o muerte’, aún sabiendo que puede ser batido.

Con estas líneas no quiero minimizar la clase que tiene Nairo Quintana. Para mí, uno de los grandes talentos que han aparecido en el ciclismo en los últimos años, capaz de culminar 3° en el Tour de France, aún con una alergia mermando sus fuerzas durante la semana final.

Si no quitarle esa presión que lo acompaña en cada evento en que se presenta. Darle un margen de error, dejar que exhiba sus cualidades cuando las fuerzas lo acompañen. Y si no las hay, no tirarle piedras por no ser el mejor. Es humano, como tú o como yo, y también puede fallar.

Franco Xavier Videla

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