Opinión: Sepp Kuss y la oportunidad que (no) quería en el Tour de Roglic

No hay mal que por bien no venga, dice un viejo y conocido refrán. Y aún en el mes negro que arrastra Visma Lease a Bike -con lesiones gravísimas de Jonas Vingegaard y Wout Van Aert- siempre hay alguien con motivos para sonreír.

Ese podría ser Sepp Kuss. Pero que no se mal entienda, de ninguna manera estará feliz con la desgracia de sus compañeros, porque a nadie le gusta que sus colegas se lastimen, y especialmente él (que lo conocemos) porque es un buen tipo.

Dicho esto, quién le hubiera dicho al norteamericano que sería el capo absoluto de su equipo en el Tour hace unos meses, cuando a rueda de Landa intentaba salvar la Vuelta contra Jonas y Primoz, los dos jefes que tenía delante en la consideración interna y que, por diferentes realidades, no estarán tapándolo en julio próximo.

No, no hubo un anuncio oficial, pero Vingegaard no va a correr si no está al 100% dijo Zeeman, principal portavoz de los neerlandeses. Y no hace falta ser un experto para entender que, incluso con la tecnología actual, el bicampeón de la Grande Boucle no estará al máximo en dos meses y medio.

Normalmente una preparación del género insume medio año, no hay opción que llegue a tope. Y no, el ejemplo de Pogacar en 2023 no es equivalente, porque el esloveno se rompió una extremidad, no sufrió una contusión pulmonar y fracturas varias en el torso. O sea, aún sin una mano, pudo rodar en rodillos casi de inmediato tras su accidente.

Ya que hablamos del hombre de UAE, su participación en el Giro hará que no acuda a Francia en su versión de lujo. Es un hecho y la historia lo demuestra, por lo que se abren opciones para el resto del escalafón de vueltómanos, entre ellos Sepp.

Kuss defiende título en la Vuelta, pero ser líder en la carrera más importante del mundo es algo que quizás nunca más se le presente, especialmente compartiendo equipo con el danés. Y si se quiere añadir incentivos, la citada presencia de Pogi algo mermado.

De ahí la afirmación sobre la oportunidad que tendrá, aunque no del modo en que quería. Y en este punto dejenme dudar también si realmente era su máximo anhelo, porque cuando recibió galones con meses de antelación, no rindió.

Kuss es un chico relajado y su forma de competir dista de la que necesita un líder para el Tour. El de Durango necesita días de “desconexión” y cuando se pelea la ronda gala eso no existe ni en la jornada más plana. Incluso si recibe luz verde para encabezar la escuadra, no hay garantías de éxito porque debe confirmar que lo de la Vuelta no fue una conjunción de hechos afortunados más una condición física única.

Es entonces que no se puede olvidar a Primoz Roglic, el tercero en discordia detrás de Vinge y Pogi, que bien podría pasar a ser el número uno. Si se mantiene sobre la bici -porque siempre le sucede algo- el ahora capo de BORA tiene ante sí la enorme oportunidad de ganar la grande que le falta.

Y en los dos casos, bien se podría pensar que si logran subir a lo más alto será por la ausencia de o la merma de otro. Pero esos atenuantes no figuran en los libros de historia y, sin ir más lejos, es Kuss quien aparece en el primer puesto de la ronda hispana 2023 y en ninguna estadística se aclara que lo consiguió porque frenaron a sus compañeros.

Hay que estar en forma y en el momento indicado, méritos enormes en si mismos. Mala suerte para Jonas- rey absoluto de las grandes- y guiño para Primoz y Kuss, con permiso de todo el resto, incluído un Remco que todavía tiene que demostrar que puede con un Tour corriendo en una escuadra que no sea Visma o UAE.

Sí, es pronto y en su mayoría son conjeturas que hicimos desde este espacio y que, seguramente, ya circulan por la cabeza de los protagonistas. Porque se abrió el Tour, la ronda de tres semanas que más clara estaba desde hace unos años en lo que a sus aspirantes refiere.

Pablo Palermo

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