Por Oscar Trujillo Marín
El famoso y esperado “vuelo del deporte” colombiano que trasladó el pasado domingo atletas a Europa con dispensa especial en plena época de restricciones aéreas comerciales, alzó vuelo rumbo a Barajas sin el ciclista de Movistar Carlos Betancur.
El hermetismo ha cubierto una ausencia de la que hasta el día miércoles apenas nadie se había percatado. La delegación de deportistas de la región de Antioquia, (uno de los departamentos que más ciclistas y atletas de categoría desplazaba) cubrió en dos vuelos de aviones pequeños el trayecto Medellín-Bogotá, para luego conectar con el resto de atletas de toda la nación y abordar la aeronave que salía de la capital con rumbo a Madrid. Betancur fue esperado hasta último momento para tomar su vuelo asignado en Medellín y nunca compareció.
Al parecer, Carlos tuvo contactos con su equipo previamente para avisarles del grave estado de salud que sufría un familiar de su entorno más cercano según el diario El Tiempo; y el fallecimiento de otro. Su ausencia ante Movistar estaba más que justificada, pero sus compañeros de viaje por lo visto no lo sabían. Sea lo que sea, porque la situación se ha manejado con gran discreción por parte de la escuadra navarra y el mismo corredor, parece un hecho lamentable, esperamos que Carlos esté bien y que tanto él como su familia, en lo que quiera que estén pasando, los mueva la fortaleza y el valor para sobrellevar los momentos duros.
El escalador colombiano, debido a las restricciones aéreas en Colombia al menos hasta el 31 de agosto, corre el riesgo de ver seriamente comprometida una temporada que podía significar su redención en una de las últimas oportunidades que tiene de volver a mostrar parte del nivel que lo hizo el joven ciclista revelación entre el 2013 y la primavera del 2014. Extraordinaria condición que, por desgracia, se ha ido difuminando en los últimos 5 años por una actitud y carácter que no siempre ha estado al nivel de sus naturales dones para el ciclismo.
Su calendario se presenta esta minitemporada muy atractivo y favorable para sus condiciones de escalador y destacado en clásicas duras con repechos. En principio, Betancur estaba programado para varias citas durante el mes de agosto: la Strade Bianche (1 de agosto), luego la Milan-Turín, después Milán-San Remo, Giro de Emilia, Gran Piamonte como primer bloque en pruebas de un día. Ya en septiembre: Tirreno-Adriático y la idea de Movistar es que asista al Giro como primer gregario -o en su defecto segunda espada- para Marc Soler.
Ahora, el gran problema, aparte de su familiar desgracia que no debe ser poco, es pensar cómo podría luego viajar a corto o mediano plazo, con unas fronteras aéreas cerradas en casi toda latinoamérica, que es el actual foco mundial de la pandemia, y con unas graduales medidas de relajación que se empiezan a endurecer de nuevo en varios puntos de Europa como consecuencia de algunos obstinados rebrotes del gran e infausto protagonista de este año. Complicada la situación para Carlos por donde se le mire.
Oscar Trujillo Marín
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