Durante meses, Tom Pidcock ha sido noticia por oponerse a los deseos de INEOS de convertirlo en hombre para la general del Tour. De hecho, pese a entrenarse -o eso dijo- en consecuencia, los plantó antes del evento y partió en busca de etapas y como gregario.
Luego sería campeón olímpico, su verdadero reto de 2024, y ahora mira hacia el futuro en una escuadra en la que las cosas no marchan bien. Cada tanto emergen noticias sobre conflictos internos y movimientos de staff.
Pero en este caso ha sido el propio Tom quien abrió el fuego otra vez. “Quiero ser uno de ese pequeño grupo de corredores que ganan la mayoría de las carreras. No es el caso, quiero que eso cambie”, dijo a Het Laatste Nieuws.
“Es cierto que hay una serie de problemas dentro del equipo y tenemos que lidiar con eso”, siguió. “Para ser honesto, ellos no me ayudan a rendir óptimamente”, afirmó el británico, a quien muchos han vinculado con Red Bull en el futuro.
“Tengo que pensar en demasiadas cosas que no están vinculadas con el rendimiento. Eso significa que el foco en la competición no es el ideal”, sostuvo el versátil atleta, que se despidió con un escueto “tengo contrato aquí hasta 2027, no puedo decir más”.
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