Pinot, el único capaz de bajar a los ‘grandes’ del podio del Tour de France
Por @pmpalermo
A horas del inicio del Tour de France 2016, aparecen cuatro candidatos al título por encima del resto: Chris Froome, Alberto Contador, Nairo Quintana y Fabio Aru, todos ellos ganadores de, al menos, una gran vuelta en los últimos tres años.
Tal como ratifican las casas de apuestas, los ‘Cuatro Fantásticos’ se presentan como los máximos aspirantes a subirse a lo más alto del podio en los Campos Elíseos el próximo 24 de julio. Sin embargo, desde este lugar queremos añadir a un “quinto en discordia”, Thibaut Pinot, la máxima esperanza de los locales y una amenaza real para sus afamados colegas.
El francés de 26 años dio un paso adelante esta temporada, donde casi siempre se ubicó en el top 5 de las citas en que tomó la salida, además de hacerse con la general del Critérium International y cuatro victorias adicionales, dos etapas en el mencionado evento, otra en la contrarreloj individual de Romandía y el título francés de crono.
Evolución permanente
Dichos logros, sumados a una progresión constante en todos los apartados, lo llevaron a posicionarse como la máxima esperanza francesa y uno de los pocos corredores del pelotón mundial capaz de oponer resistencia a Froome o Quintana, los dos reyes de la actualidad.
Para entender mejor el panorama, es oportuno hacer un breve repaso de la evolución de Pinot, un escalador exquisito que debió superar diversos escollos para convertirse en la figura que hoy quiere dar un disgusto a los principales favoritos.
Tras regalar algunos destellos de su categoría en la montaña durante 2010 y 2011, sus primeras temporadas con FDJ, el virtuoso Thibaut explotó ante los ojos del mundo en el Tour de France 2012 con una victoria parcial de montaña, un 2° lugar días más tarde y la 10° plaza en la general, todo eso con apenas 22 años.
La sorpresa llegó al año siguiente, cuando se retiró de la Grande Boucle, derribando las ilusiones puestas sobre él. ¿Los motivos? Luego se supo que todo lo bueno que hacia hacia arriba se desmoronaba en los descensos. Pinot tuvo que trabajar, y mucho, para perder el miedo.
Resuelta la cuestión, apareció una nueva-vieja piedra en el zapato del galo. Su problemática -porque lo era en esos momentos- sobre la cabra, normal en escaladores como él pero imperdonable un cualquier aspirante serio para las grandes vueltas.
A modo de ejemplo, vale la pena recordar que en su excelente Tour 2012, realizó dos cronos horribles (59° y 41° en ambas a más de 4′ de Froome), mientras que en el de 2014, Péraud lo sacó del 2° puesto de la general en la penúltima jornada. Así y todo, arribó 12° y confirmó cierta mejoría en esos 54 kilómetros, sosteniendo la tendencia de toda la temporada: 10° en la de Itzulia y 9° en las de Romandía y Suiza.
El 2015 fue más de lo mismo, ocupando un casillero en el top 20 de todas las cronos donde tomó parte, pero el verdadero salto de calidad llegó en el curso actual, donde las etapas contra el tiempo dejaron de ser un día para limitar pérdidas para convertirse en parte de su arsenal.
El galo fue 2° en la fracción cronometrada de Étoile de Bességes, 1° en la de Critérium Internacional, 6° en el País Vasco, ganó en la de Romandía y, como si fuera poco, se coronó campeón nacional de la especialidad.
“He visto a muchos corredores, grandes especialistas, pero puedo garantizar que, a día de hoy, Pinot no puede hacerlo mejor en las contrarrelojes de lo que ha logrado. Es impresionante”, afirmó el mánager de FDJ, Marc Madiot, ratificando las incontables horas de trabajo de su pupilo en la disciplina durante diciembre.
Dónde está parado respecto de las estrellas
Al margen de los “4 fantásticos” versión 2016, Pinot es el único que sabe lo que es subir al podio de la Grande Bouclé, cuyos logros recientes invitan a soñar con un batacazo. No contabilizamos a Nibali y Valverde, fatigados tras el Giro, ni a los venidos a menos Schleck, Van den Broeck y “Purito” Rodríguez, cuyos años de pelear por el cajón en Francia quedaron en el olvido.
Una buena medida para evaluar la talla del capo de FDJ pasa por sus resultados estacionales contra quienes serán sus contrincantes en Francia. Inicialmente, se cruzó con Aru y Contador en Algarve. Al español le sacó 19″ en Foia y le entregó 20″ en Malhao, mientras que el sardo presentó más resistencia y sólo lo aventajó en 10″, igualando en la otra llegada de montaña.
En el País Vasco se topó con casi todos los oponentes y no hubo diferencias reseñables cuesta arriba (Pinot le metió 25″ a Nairo en Arrate y 19 a Aru en Orio), dirimiendo el evento sobre la cabra. En dicho parcial, Contador y Quintana volaron y alcanzaron la brecha más amplia de 2016 sobre el francés, con algo más de 1 minuto.
Romandía fue más de lo mismo, salvo por el día que descalificaron a Zakarin por sprint irregular. El de FDJ arribó a 26″ de Nairo tras haber intentado reiteradamente sin éxito, lo mismo que en Villars-s/Ollon, parcial ganado por Froome en el que los demás no se distanciaron, dejando la general a favor del sudamericano por apenas 19″.
Es interesante mencionar que en Romandía, Pinot fue el más agresivo. Se cansó de atacar y el colombiano, más inteligente, lo agarró de sorpresa y a contrapierna, dejándolo clavado y sin respuesta.
Por último, el mimado de Madiot tomó la salida en el Dauphiné, su punto más flojo del año. Es que nuestro protagonista clasificó 40° a 2:31 el día que Froome masacró al resto (a 2:10 de Contador) y se despidió de sus opciones.
“Siempre sufro en los primeros kilómetros de las subidas, me cuesta agarrar el ritmo y acostumbrarme a ellas. No estoy preocupado porque queda tiempo. No soy una máquina y no hay excusas, pero después de Romandía no he hallado mi forma”, explicó luego.
Fiel a su costumbre, tras el revés en Vaujany salió con la rabia que lo caracteriza, se coló en la escapada del día y conquistó la etapa ´reina´ en un duelo brutal con Bardet. Algo similar a lo sucedido en el Tour pasado, cuando quedó mal parado rumbo a Zelande primero y padeció un mal día en la etapa 3 después. Fuera de la puja por el título, se la pasó al ataque de allí en más y terminó llevándose la victoria de etapa nada menos que en Alpe d´Huez.
Conclusiones
En una edad adecuada, con antecedentes recientes favorables o de igualdad contra las estrellas en la montaña y, sobre todo, en las cronos, Pinot parece listo para colarse en la conversación. Quizás no al nivel de Froome y Quintana, pero sí en la línea de Contador y Aru.
Su ´Talón de Aquiles´ siguen siendo los descensos, donde resolvió el bloqueo que se transformaba en pavor y le impedía avanzar, pero aún sigue dejando dudas, como se vio en varias competencias, especialmente, con asfalto húmedo.
El otro punto en contra del francés es su escuadra, con todo respeto, infinitamente inferior a las de sus cuatro rivales. No obstante ello, los demás conjuntos no pierden de vista al espigado atleta, tal como se desprende de algunas declaraciones provenientes del seno de Sky.
“El Tour es la carrera que todos quieren y los favoritos son Nibali, Contador y Quintana”, dijo Mikel Landa. “Pero, además de esos, Pinot es un corredor que me gusta mucho, ha mejorado un montón en la crono y creo que va a dar mucho que hablar”, añadió, dejando claro el respeto de Froome y compañía por él.
Esas “caricias”, sus evidentes avances o el dominio que Pinot ejerce en FDJ (hace y deshace a sus anchas, a punto tal que lo dejan elegir su programa competitivo) incrementan su peligrosidad pero también la presión.
En otro orden de las cosas y resumiendo sus duelos personales contra rivales directos, hay que indicar que en eventos preparatorios de 2016 no ha podido despegarlos en los puertos por más de unos segundos, aunque los demás tampoco a él. La paridad en las cronos ha sido impresionante, porque sucedió lo mismo que en la montaña, decidiéndose las carreras por márgenes estrechos.
En definitiva, por antecedentes, potencial y equipos, Pinot luce un peldaño por debajo de Froome y Nairo, pero el ciclismo no es sólo ganar en la montaña y, si bien es improbable que pueda batirlos, estará al acecho y tiene el potencial de sacar a cualquiera del cajón en caso de desfallecimientos o averías. A diferencia de Aru, ya conoce el Tour, y eso no es para nada desdeñable, porque se trata de una prueba diferente a las demás, plagada de nervios y trampas de todo tipo.
¿Podrá Pinot lidiar con sus poderosos oponentes y, en simultáneo, con la presión de ser el encargado de acabar con 31 años de sequía francesa en el Tour? Sólo él tiene la respuesta, pero su pedigree y todo lo antes expuesto, bien valen el beneficio de la duda.
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Pablo Martín Palermo¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en @CiclismoInter
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FROOME VA ATACAR EN LO LLANO PARA SACRA TIEMPO A LOS OTROS CAPOS.