Pogacar reconoció Roubaix con lluvia ¿Tomó un riesgo innecesario? La noticia se mezcla con la opinión en este caso. Es que si bien no es un secreto que el esloveno quiere regresar al Infierno del Norte y era lógico que hiciera algún entrenamiento y prueba de materiales, se antoja algo absurdo ir a las piedras con el peor clima. Pero eso fue lo que sucedió, según algunos testigos.
Prueba de materiales
A diferencia de 2025, cuando el rumor solo se confirmó semanas antes del evento, ahora Pogacar dejó en claro que irá a París Roubaix como parte de su objetivo de recolectar los cinco Monumentos en su palmarés porque demostró tenerla en las pienas. Y por eso, antes de viajar a España para un campo de entrenamiento de UAE, el esloveno y algunos compañeros estuvieron en los adoquines reconociendo sectores y probando materiales.
Como la situación no era secreta había fans a lo largo del trazado y muchos presenciaron el entrenamiento en el Carrefour de l’Arbre, punto elegido para la prueba de nuevos implementos de cara a la compleja competencia. Junto a Tadej estaban Nils Politt, Tim Wellens y Florian Vermeersch, es decir, el bloque de confianza que lo arropará en abril cuando el campeón mundial regrese en busca de una de las pocas victorias que le faltan.
La cuestión es que se sabe del riesgo implícito de rodar sobre el pavé, y en invierno eso se incrementa porque los adoquines no reciben su mantenimiento usual, están desparejos, con verdín y barro y, en el día puntual del test, mojados porque llovía. Así lo narró un testigo directo, alertado por un medio local. “Los escuché hablar y decían de regresar por Cysoing para probar los adoquines de Bourghelles via l’Arbre”, indicó la persona, Jean-Luc Gallus.
Pogacar reconoció Roubaix con lluvia ¿Tomó un riesgo innecesario?

“Fue algo arriesgado que lo hayan hecho en medio del invierno. Llovió mucho por aquí últimamente. Los adoquines están húmedos y embarrados”, opinó el aficionado, que luego contó como Pogacar lo recibió con amabilidad. “Le pedí una foto, dijo que no había problema y hasta posó para mí”, relató. Su opinión es la de muchos, porque si bien es cierto que los equipos a veces tienen agendas ajustadas, sería mucho más grave lamentar una lesión durante semanas por no resignar un día.
Allí están los recientes ejemplos de ciclistas en el dique seco por accidentes domésticos casi ridículos. Imaginen el impacto de una caída en las monstruosas piedras del Infierno del Norte. En este caso salió bien y Pogacar pudo completar la jornada, pero tomó riesgos innecesarios y la suerte alguna vez no estará de su lado. Pero claro, para él, Roubaix no es la competencia más peligrosa, según contó alguna vez.
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