Pese a que fue podio en Dauphiné y el Tour de France por detrás de las dos máximas estrellas de las vueltas por etapas, Florian Lipowitz no se capaz de batirlos. “Pogacar y Vingegaard operan a otro nivel, yo pienso en el 3er lugar”, aceptó el alemán. La cuestión es qué pensarán en Red Bull BORA, que le paga para ganar y tienen -al igual que a los patrocinadores alemanes- todas las esperanzas puestas en él, aún con el fichaje de Remco Evenepoel.
“Pogacar y Vingegaard operan a otro nivel, yo pienso en el 3er lugar”
En Alemania hay muchas expectativas con Lipowitz, a quienes muchos consideran por delante de Evenepoel para liderar a Red Bull BORA en el Tour. Pero el propio ciclista germano se quitó la responsabilidad de encima, o al menos una parte, porque avisó que “solo” se ve para pelear por el tercer peldaño del podio. “Pogacar y Vingegaard operan a otro nivel, yo pienso en el 3er lugar”, afirmó al podcast Roadbike.
“Siempre miraba a Pogacar y Vingegaard por TV. Nunca hubiera esperado alcanzar este nivel y correr con ellos”, expresó. “En cambio, mi entrenador me dijo que él no estaba sorprendido, pero para mí ciertamente fue una sorpresa”, reveló otro atleta con pasado en los deportes de nieve. “Me hace feliz correr contra Pogacar. Uno quiere alcanzar los mejores resultados, pero si tienes la chance de correr contra el mejor del mundo entonces aprovechó la oportunidad, siempre se puede pelear por el segundo o tercer lugar“, soltó.
Al menos, en su caso, no opinó como Thomas Voeckler, seleccionador de Francia, quien aseguró que casi todo el pelotón esquivan las pruebas en las que el esloveno toma la salida. Todo indica que, aún compitiendo por el tercer puesto, Lipowitz está más que satisfecho y no tiene problemas en encontrar motivación para ello. Obviamente, tras ser séptimo en la Vuelta y podio en la ronda gala, en algún punto querrá más. Pero por ahora sabe que los dos primeros peldaños del cajón están ocupados y no hay deshonra en ello.
Se aleja de la historia
Enseguida, también se desmarcó de las inevitables comparaciones con Jan Ullrich, último gran ídolo del ciclismo de su nación y campeón de la Grande Boucle, el único alemán en lograrlo. “Es un honor que me comparen, pero al final del día soy Florian Lipowitz y es por eso que no quiero enfocarme mucho en esto. Me satisface, pero soy yo mismo”, tiró.
Por si acaso, también es bueno despegarse porque el portentoso ex corredor tuvo sus vínculos con la era más oscura del dopaje. Y encima no fue el único, porque ese país tuvo una cuna de dopaje sistemático en todos los deportes y los ciclistas no fueron ajenos a ello. De los vueltómanos alemanes destacados de los últimos años, ninguno sale limpio. Llámese Andreas Klöden, Stefan Schumacher o quien sea, todos los nacidos del T-Mobile confirmaron la regla y por algo el país en cuestión dejó de televisar el Tour algunos años.
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