Previa Gent-Wevelgem 2019

Por David Hunter

Deinze – Wevelgem 251.5km

Ya estamos en la época en la que casi no hay respiro entre carreras. Buenas noticias para aquellos que salieron molestos de la E3, con esta ocasión especial para tomarse revancha. 

El perfil hace que la prueba luzca sencilla, pero está lejos de serla. La distancia es sumamente selectiva, así como el doble paso por Baneberg y Kemmelberg. Por último, pero no por ello menos importante, el clima, clave en esta parte del mundo.

Clima

Soleado y hasta cálido para la época del año. El viento soplará constante y, aunque no será muy potente, pegará de la dirección ideal para provocar abanicos. Los primeros 160 km, el pelotón recibirá las ráfagas cruzadas desde atrás, dato no menor si se consideran las rutas expuestas previas a las colinas.

La mala noticia para los atacantes es que, desde la última pasada por el Kemmelberg y hasta Ypres, el viento será frontal. Una ve que los ciclistas lleguen a Ypres, la dirección de las ráfagas será cruzada/frontal.

Por todo esto, es factible que el viento juegue un papel importante en la definición.

Tácticas

La mayoría tendrá el mismo plan: abanicos en los vientos cruzados. La idea es eliminar gregarios rivales, forzando a los gallos a gastar energías. Una vez en la zona de cotas, los “domésticos” sobrevivientes serán lanzados para que su capo viaje a rueda. Como hizo Stybar en la E3, mientras Jungels ponía el pecho al viento.

Los sectores de tierra -plug streets- son otro punto donde hacer daño. Pero son cortos y no tendrían tanto impacto.

Posteriormente aparece el último paso por Baneberg y Kemmelberg, y allí es donde se hará la selección definitiva.

El Baneberg consta de 1.2km al 6.7%, con máximas del 12%. Como llega luego de 210km, se sentirá mucho más duro en las piernas.

La otra cota es de 900m al 8.4%, pero adoquinada. Es el punto principal del evento, ¿cuán selectivo será?

¿Quiénes llegan a tope?

Zdenek Štybar– vencedor de Omloop Het Nieuwsblad y E3, el checo está volando. También acabó cuarto la Strade Bianche. Está en la forma de su vida.

Oli Naesen– 10mo en Omloop Het Nieuwsblad, escapado durante la Kuurne, 2do en la última etapa de la Paris-Niza, 2do en San Remo y 8vo en E3.

Greg Van Avermaet– etapa en la Comunidad Valenciana, 2do en Omloop Het Nieuwsblad, 6to en Strade Bianche y 3ro en E3.

Wout Van Aert– 13ro en Omloop Het Nieuwsblad, 3ro en Strade Bianche, 6to en San Remo y 2do en E3.

Mathieu Van Der Poel– vencedor del GP Denain.

Matteo Trentin– etapa en la Comunidad Valenciana, dos etapas en Andalucía, 9no en Omloop Het Nieuwsblad, 10mo en San Remo y 7mo en E3.

Alberto Bettiol– dos podios en etapas de la Tirreno-Adriático, atacó en el Poggio durante la San Remo y fue 4to en la E3.

Sprinters

El año pasado, arribó a la definición el grupo más numeroso desde la diana de Degenkolb, en 2014. Eso fue sorprendente, pero más aún lo fue la presencia de varios sprinters: Viviani, Démare, Laporte, Debusschere y Modolo. QuickStep tenía cuatro hombres en el grupo y jugaron todo a Viviani, pero Sagan se coló en la fiesta.

Este año son los puncheurs los que están volando, y eso no es bueno para los sprinters. Si la carrera es selectiva, será difícil que los hombres rápidos mantengan el contacto en las cotas.

Favoritos

Greg Van Avermaet – corrió muy bien la E3, pero gastó muchas energías. Fue él quien rompió la carrera en el Paterberg y a los sobrevivientes en el Tiegemberg. “Apenas” fue 3ero, pero fue el más impresionante del evento. Ya se impuso aquí en 2017 y estará confiado, más si hay abanicos y merman a QuickStep.

Peter Sagan – si es cierto que quedó cortado por una avería -teóricamente producida por el impacto de una botella- entonces estará confiado. Si no, Sagan tendrá dudas sobre sus opciones. Es una carrera que se le acomoda de maravillas, como queda en evidencia con sus tres títulos. El año pasado contó con Marcus Burghardt hasta el final, y sería ideal que alguno de sus gregarios haga eso ahora.

Zdenek Štybar – está en la forma de su vida, subiendo de maravillas. Eso lo catapultará a hacer daño en el Kemmelberg, aunque QuickStep dispone de tanta cartas que podrían jugar a ganar con otro. Dicho esto, Štybar debe ser uno de los capos. Incluso, si no llega en solitario, su sprint es más que respetable.

Yves Lampaert – otra opción para QuickStep. No debe haber quedado feliz por lo hecho en la E3, donde lució en problemas subiendo el Paterberg. Aquí hay menos desnivel, pero mucho dependerá el rol que le asignen, puesto que la escuadra también tiene a Viviani y eso siempre les ofrece la chance de preparar un sprint.

Oliver Naesen – ¡odia el Tiegemberg! Estaba volando en la E3, hasta que reventó en la última cota, y no por primera vez en su trayectoria. Corrió de maravillas en la San Remo y aquí volverá a estar cómodo. Si el evento es selectivo, será imparable.

Tiesj Benoot – otro que no destacó el viernes. Entró mal posicionado al Paterberg y eso le costó valiosas energías. Esta será su segunda participación en la Gent-Wevelgem, donde ya fue 15to en 2016. La ruta lo favorece.

Matteo Trentin – muy consistente, el italiano está siempre ahí. Si mantiene la moral alta y no lo aqueja el hecho de quedarse siempre al borde del éxito, es cuestión de tiempo para que levante los brazos.

Mathieu Van Der Poel – debe tener la moral por las nubes. Viene de destruir a todos en el GP Denain, cita más sencilla, sí, pero profesional al fin. Su problema podrían ser las tácticas, algo que los bloques World Tour tienen aceitado. Será clave la información que le pasen desde el coche.

Wout Van Aert – su paso al Jumbo-Visma ha sido un éxito y las últimas carreras así lo confirman. Su sprint es poderoso, pero muchos de los favoritos son más rápidos que él. Eso lo forzará a correr al ataque, ¿se animará?

Elia Viviani – tras lo visto en San Remo, hay dudas a su alrededor. El año pasado, QuickStep corrió para él, pero es difícil que eso se repita ahora. Él mismo ha dudado siempre de su capacidad de embalar luego de jornadas extensas.

Fernando Gaviria – no creemos que sea un día para sprinters.

Predicción

La carrera será selectiva por el viento y la enorme cantidad de corredores a tope. Con ese panorama, elegimos a Oliver Naesen.

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