Previa-Milán San Remo 2015

Por David Hunter

Milano – Sanremo Totale 293km

Luego de la fascinante edición del año pasado, la organización recupera un recorrido más familiar con final en Via Roma, donde se llegó entre 1994-2007.

Esto significa que la distancia entre la cima del Poggio y la meta se redujo a 5.5km, de los cuales 3.5 son en bajada y el resto en llano.

Como todos saben, los ataques suelen comenzar en las dos cotas finales, la Cipressa y el Poggio. Ninguna de las dos son particularmente duras, pero luego de 270 kilómetros, hasta la más mínima tachuela es exigente.

Demos un vistazo a las altimetrías (puedes ampliar ingresando en ellas).

Las rampas más empinadas de ambas subidas son habitual punto de lanzamiento de los ataques. El Poggio es el punto crítico porque los intentos tardíos tienen muchas posibilidades de tener suceso debido a la cercanía con meta. Los ataques existirán y los sprinters deberán neutralizarlos, ¿quién ganará?

Los conjuntos con velocistas pondrán una marcha dura en las cuestas intentando evitar los saltos, y si algún corte se marcha, rezarán porque se trate de gente con equipos pequeños, porque si, por ejemplo, seis hombres de las estructuras World Tour lograran ventaja, entonces sería casi imposible capturarlos.

La bajada es muy veloz y organizar una persecución algo muy complicado. Eso permite a los atacantes tener opciones de victoria con apenas 5 segundos de margen que puedan obtener en el Poggio. El sprint del año pasado fue el primero desde 2010, evidencia de que esta carrera favorece a los atacantes. Pero la belleza de la San Remo es que hubo casos en los que gente con 10 segundos de diferencia no pudo evitar la volata.

A excepción de Kittel, estarán casi todos los mejores velocistas del mundo: Cavendish, Kristoff, Sagan, Degenkolb, Lobato, Greipel, Matthews, Bouhanni, Ciolek, Gallopin, Demare, Swift, Nizzolo, Coquard, Cimolai, Modolo, Pelucchi, Bennett, Colbrelli, Bonifazio y Rojas.

Agreguen a los clasicómanos: Cancellara, Van Avermaet, Gilbert, Stybar, Pozzato, Kwiatkowski, Haussler, Breschel, Valverde, Nibali, Boasson Hagen, Chavanel y Stannard.

Lo que diferencia esta carrera de las otras es la distancia. Es un evento monstruoso que suele tener impacto en las piernas de los atletas, porque no es lo mismo un sprint luego de 200 kilómetros que de 290km. La duda es, ¿habrá sprint?

El regreso de la Via Roma nos hace pensar en una escapada tardía. Un equipo como Etixx tendrá cubiertas todas las bases y, aún con Cavendish en liza, no será extraño verlos atacar, proporcionando a Cav y compañía una jornada tranquila. ¿Quién será el elegido para saltar en el Poggio? pensamos en Stybar, en gran forma y con la capacidad de abrir hueco en la colina o embalar en un grupo reducido. Kwiatkowski es otro, pero en esta oportunidad nos parece mejor que forme parte del tren de lanzamiento.

BMC tiene dos cartas fuertes en Van Avermaet y Gilbert, ambos en buena condición. Gilbert estuvo sumando kilómetros de calidad en París Niza y Van Avermaet viene de ser 2° en Strade Bianche y ganador en Arezzo durante la Tirreno Adriático. Está claro que ellos necesitan eliminar a los sprinters, así que BMC estará a la ofensiva. No imaginamos movimientos en el cierre sin alguno de estos dos y, a modo de antecedente, la última vez que tuvimos este recorrido (en 2007) Gilbert lanzó su ataque en el Poggio sacando 10 segundos de ventaja junto a Riccó, para ser capturados a 1000 metros de meta, donde Freire festejó en el sprint.

John Degenkolb marchaba muy bien el año pasado, hasta que pinchó antes del Poggio, una pena porque pudo haber peleado por la victoria. Giant le dio la jefatura en una alineación que no contará con Kittel ni Simon Geschke, que se rompió la clavícula. Una gran pérdida para el alemán.

Valverde es una adición tardía de Movistar, una gran decisión que les da chances en el Poggio. Si se producen ataques de corredores importantes como Cancellara, el murciano tendrá libertad de seguirlo. Si la movida tiene suceso, cuenta con un gran sprint, por lo que Valverde es un buen comodín aquí.

Hacemos un paréntesis para recordar que tener un buen lanzador en el cierre es crucial, como sucedió con Paolini para Kristoff en 2014. Si miramos a los equipos, la mayoría tiene corredores capaces de aguantar la distancia para auxiliar a sus jefes de fila si hay sprint.

Lotto dispone de Greipel, que se cortó en el Poggio en 2014. Viene de ganar un parcial en la París Niza y está motivado. En el cierre debería tener a Roelandts  a su lado y está más fresco que sus contrincantes luego de las modificaciones que hizo Lotto en su calendario para que llegue más descansado a los objetivos. Tiempo de demostrar si la nueva planificación da resultado.

Mark Cavendish y Alexander Kristoff han sido los dos sprinters más laureados en lo que va de 2015. Los vimos mano a mano en Kuurne Bruxelles Kuurne y allí Cav se impuso sobre el noruego, por lo que el de Etixx tiene un plus de confianza, pero su problema es que se enfermó en un viaje a África antes de la Tirreno, prueba en la que no pudo embalar debido a un problema mecánico y a que quedó cortado el día que Sagan rompió su sequía. Cavendish ya se impuso en esta carrera, cuenta con un equipo muy fuerte en citas de un día y por ello, es un gran favorito.

Si tenemos un sprint, la pelea será entre Cav vs Kristoff vs Degenkolb vs Greipel. Muchos piensan en Swift, Demare, Bouhanni, Lobato y Matthews, pero dudamos que ellos se impongan.

Es más, se habló mucho sobre Lobato y Matthews. Ambos son brillantes para subir pero su punta de velocidad no es la de los grandes “tanques”, así que lo ideal para ellos sería que sus escuadras pongan una marcha fuerte y corten a los más pesados o jugársela en un ataque.

¿Qué hay de Cancellara? Está en una forma superior que la de 2014 y ama la carrera. Tomó una arriesgada decisión la edición previa y le salió bien, ya que fue 2°, pero dudamos que repita y lo esperamos agresivo. Subió al podio los últimos cuatro años, pero no gana desde 2008.

En esos últimos cuatro años hubo dos ganadores sorprendentes como Goss y Ciolek, evidencia de que no se puede descartar a nadie. Por otra parte, los italianos siempre quieren triunfar en casa pero no lo consiguen desde 2006 con Pozzato. Pippo trata de reverdecer laureles y Lampre disfruta de sus buenas prestaciones. Seguro lo veamos al ataque en el Poggio y será peligroso porque sabe lo que se necesita para festejar aquí. Lampre también puede disponer de Modolo y hasta de Cimolai si hay sprint.

¿Y Peter Sagan? Luego de un inicio frustrante, quebró su racha en Tirreno, una inyección de moral a tiempo, aunque él siempre parece motivado. El eslovaco ya estuvo cerca en 2013, cuando Ciolek lo derrotó. La distancia no es problema para él, las cotas tampoco, pero los grandes sprinters sí. Por ello pensamos que el de Tinkoff tiene que lanzarse en el Poggio, táctica arriesgada porque tiene chances de subir al podio en un embalaje masivo. Si obtiene unos pocos segundos, entonces sacará a relucir sus habilidades para descender.

El clima cambia a cada momento y, por ahora, anuncian lluvia, escenario perfecto para Kristoff.

Predicción

Si hay sprint respaldamos a Greipel. Podrán sorprenderse, pero está motivado y fresco. En Algarve ganó una etapa y alcanzó 1950 watts de potencia (cifra considerable), para luego repetir en París Niza y dedicarse rodar el resto de la semana. Dicho esto, no creemos que haya sprint: un pequeño grupo se escapará en el Poggio y vemos una pelea entre Stybar, Valverde, Gilbert, Cancellara y Van Avermaet, con Stybar festejando.

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