Richard Plugge, mánager de Jumbo-Visma, cuenta su experiencia como víctima del coronavirus

Por Oscar Trujillo Marín

Richard Plugge es el jefe del que iba a ser el tridente estelar esta temporada: Primoz Roglic, Tom Dumoulin y Steven Kruijswijk, la poderosa nueva armada de Jumbo-Visma en procura de su asalto al Tour de Francia.

También es una de las más reconocidas personalidades del World Tour que ha caído enferma por coronavirus. De su contagio y síntomas se enteró hace poco más de 6 semanas ya, y solo hasta ahora se puede declarar totalmente recuperado.

Es decir, en cierta forma esto explica la automática reticencia que tuvo -hace justamente seis semanas- el Jumbo-Visma para participar en cualquier carrera. Para ser de los primeros equipos en renunciar a tomar la salida en Paris Niza y luego anunciar su no participación en las carreras italianas (Milan-San Remo, Strade Bianche, Tirreno-Adriático y después en la Volta a Catalunya, cuando ninguna de ellas  estaba oficialmente cancelada. El exceso de celo y precaución por parte de la escuadra era comprensible, su hombre fuerte ya estaba sufriendo el mal, lo tenían respirándoles en la nuca, detrás de sus mismas orejas.

El propio Plugge se encargó de confirmarlo y contarlo en su cuenta personal de Linkedin: “Hace más de seis semanas fui hospitalizado, el diagnóstico fue Covid-19. Tuve una quincena increíblemente dura, con fiebre alta y momentos de ansiedad. Gracias a la buena atención de los trabajadores médicos, lo logré”.

“Todavía me estoy recuperando, a pesar de que me fui de casa hace casi cinco semanas. Lo que vi y experimenté en el hospital en esa semana dura fue impactante; la presión, lo desconocido, las circunstancias difíciles. Gran respeto a todos los trabajadores médicos”, confiesa aún impresionado por su experiencia Plugge. “Por favor, para usted, la sociedad y sus seres queridos; mantenga el autocontrol, cumpla con las medidas durante el tiempo que sea necesario”, continúa recomendando prudencia.

De inmediato, y ya hablando de su equipo, dijo: “En cuanto al ciclismo y su continuidad, en el equipo Jumbo-Visma, estamos ansiosos por volver a competir lo antes posible”, opinó pensando en lo que puede ser el resto de temporada salvable.

“Sin embargo, esto debe hacerse de manera segura, con el consentimiento de los gobiernos, preservando la salud y la seguridad de los ciclistas, equipos y organizadores como prioridad número uno. Con un buen plan, escenarios, pruebas, cuarentena, etc., podría ser posible. Yo espero que sí. Si podemos competir, eso significaría que la situación del coronavirus, sino extinguida, estaría bajo control. Eso sería una buena noticia para todos nosotros”. Sin duda, Richard, a pesar de su drama personal solo transmite el sentir de la inmensa mayoría de equipos, muy angustiados ante un probable año en blanco que sería nefasto para sus finanzas y posibilidades de continuidad.

Por último, añadió: “Mientras tanto, puedo decirte que he estado allí. Es una enfermedad muy desagradable y grave. Así que usa tu cabeza: mantente seguro, quédate en casa tanto como puedas. Cuídate”.

Hay decisiones que por falta de información hacia afuera por parte de los equipos parecen incomprensibles o extremas. Pero cuando nada era nada claro y la crisis apenas estaba empezando su -en apariencia- precipitada decisión de renunciar no fue entendida por otros equipos y organizadores. Ahora se comprende de forma clara el precoz temor y precauciones de Jumbo-Visma: su líder había sido una de las primeras víctimas.

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