Roche va en serio

Por @pmpalermo

Desde su debut en la élite del ciclismo, ya sea por ser hijo del mítico Stephen, el primo de Dan Martin o por sus prestaciones sobre la bicicleta, mucho se ha dicho sobre Nicholas Roche.

Nacido en Conflans-Saint-Honorine, Francia, con doble nacionalidad Irlandesa, compite para este último país debido a un error en la entrega de la documentación a la UCI, ya que él había elegido ser galo.

Con 29 años recién cumplidos y 10 grandes en las piernas, Roche es uno de los talentos de su generación: dueño de una regularidad increíble, que lo llevó a completar en el top 20 hasta 45 jornadas en 2010, y 35 los dos años siguientes sin contar clasificaciones generales.

En ese apartado el récord es igual de impresionante, sobre todo en las grandes vueltas, ya que solo tres veces no concluyó entre los 20 mejores, en el Giro 2007 de su debut, en el Tour 2011 al que llegó tocado por una caída en Dauphiné y en el de hace un mes, cuando trabajó para Contador, pero nunca se retiró.

Pasó a profesionales con el Crédit Agricole, fue campeón Nacional en 2009, bueno contra el crono y en la montaña, el irlandés dio un paso (momentáneo quizás) hacia atrás, al decidir trabajar para otro en lugar de seguir liderando el Ag2r.

Cierto es que tuvo oportunidades y nunca terminó de cumplir las expectativas generadas a su alrededor, fundamentalmente tras el séptimo puesto en la Vuelta 2010.

Roche mismo duda sobre su futuro y desea que sus mejores años no estén en su pasado, pero su actualidad se trata de ayudar al de Pinto en la montaña y tal vez conseguir un triunfo de etapa, tal como hizo hace unos días.

Si bien no es  como Valverde o Contador, que rinden casi sin entrenar, su metódico modo de vida y trabajo han forjado un ciclista candidato a top ten al que siempre le falta algo para concretar, como el incidente con Gadret en la grande bouclé 2010 que lo hizo perder varios minutos, saliendo de los lugares de privilegio.

Haciendo Tour y Vuelta en las tres pasadas temporadas, y con la salvedad de su caída en 2011, siempre destacó: el año pasado completó el doblete en el 12º lugar en ambas carreras y en España fue 7º en 2010.

Lo que está claro es que los próximos dos años tendrá la oportunidad de aprender al lado de Alberto y quizás cuando termine su contrato, con 31 años y en plenitud, llegue su momento.

Autor de un libro autobiográfico premiado en Irlanda como la publicación deportiva del año, este peculiar corredor podría buscar sus opciones donde Roman Kreuziger o Alberto Contador no acudan como capitanes, tal como dejó en claro al ganar en el Alto do Monte da Groba.

Por lo bajo y en la previa de La Vuelta, aún con Kreuziger designado como jefe de filas, Roche se animó a lanzar su candidatura para el top 5 de la general y de seguir con las buenas piernas que mostró luego de la Grande Bouclé, en la que corrió lastrado por el sobre peso, quizás termine siendo la referencia del conjunto de Rijs las siguientes semanas.

Pablo Martín Palermo